c u a t r o

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Desayunada y vestida, Ji Nah se despidió de Seo Woo con una rápida inclinación y, mientras se acomodaba su camisa azul marina debajo de los pantalones caquis formales, bajó por los escalones de la entrada para distinguir Young Jae esperando junto a su coche usando una camisa blanca arremangada hasta los codos y desabotonada en los primeros botones con unos pantalones de vestir negros. Había peinado su cabello hacia atrás con gel, lo cual le daba una vista perfecta de su perfil. En ese instante, se llevó una mano a la boca para quitarse el cigarrillo. Es como una visión, masculló para sus adentros. Debido a su deslumbramiento, Ji Nah no pudo evitar tropezar con sus tacones bajos, recibiendo la ayuda de Hye Jung para no dejarla caer de bruces.

- Aigoo. Puedo escuchar sus latidos, Ji Nah-ssi – le susurró su amiga al oído.

- Cállate – soltó, sintiendo sus mejillas enrojecerse.

- Va a tener que darme una explicación para todo esto – continuó ella de todos modos, manteniendo sus brazos entrelazados en el camino -. Despertarme esta mañana y encontrarme con un hombre mitad desnudo saliendo de la ducha no fue la mejor manera de hacérmelo saber.

La muchacha dejó escapar una carcajada baja, ganándose la mirada inquisitiva de Young Jae en la distancia.

- ¿De dónde salió un hombre tan perfecto como ese? – preguntó Hye Jung a su lado en cuanto terminaron de bajar los escalones. Se colocó frente a ella soltando un suspiro gracioso. – Es la regeneración de Adonis.

- Definitivamente necesitas un esposo, rápido – bromeó, recibiendo un codazo en las costillas -. De todas formas, tiene que irse. Tenemos que mantenerlo alejado.

- ¿Mwo? ¿Wae? – Notó la decepción en su voz.

- Porque trabaja para mi padre.

Su asistente la detuvo al aferrarla del codo y la hizo girar para verla.

- ¿Por qué está aquí, entonces? Ji Nah-ssi, es peligroso que esté en la casa, usted-

- Calma – la tranquilizó -. No dejaré que se acerque.

Escuchó a Young Jae aclararse la garganta a sus espaldas, esperándolas impaciente, y la joven se acomodó el bolso a su hombro y giró sobre sus talones. Mientras el muchacho apagaba el cigarrillo y lo arrojaba en un pequeño contenedor de basura, Ji Nah le entregó las llaves del coche a Hye Jung y se adentró por la puerta trasera que él le abrió. Por su expresión, supo que se trataba de una caballerosidad que le molestaba tanto como a ella por lo que ninguno de los dos dijo una palabra y fingieron sus papeles. Sin embargo, en lo que su asistente tardó en encender el motor, Young Jae se apareció también en la puerta trasera del costado, tomando asiento a su lado. Y con su aparición, inhaló el mismo aroma de la noche anterior.

- ¡Ya! – exclamó, tratando de ignorar sus latidos acelerados - ¿Qué crees que haces?

- Mi trabajo es cuidarte, ¿qué crees? – le respondió, enarcando una ceja en alto – No eres una persona muy brillante. ¿Cuántas veces debo repetir las cosas?

Hye Jung se giró con los ojos abiertos como platos al oírlo hablarle de esa forma.

- Tú tampoco pareces comprender lo que te dicen. ¿O acaso no sabes quién soy? – Ella acomodó su maletín sobre su falda y miró por la ventana. – Hablándome informalmente...

- Te lo dije, soy mayor que tú. ¿Por qué debería dirigirme a ti con respeto? – inquirió, y se inclinó sobre su cuerpo, casi cubriéndola por completo con su amplia espalda – Mi deber es no dejar que te rompas una uña así que ponte el cinturón.

Hipnotizada por su cercanía y el choque de su aliento en su mejilla, Ji Nah siguió su orden.

- Bien hecho – la felicitó el joven con una sonrisa de satisfacción -. Ahora, dame la pata.

Wolf Knight [Ji Chang Wook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora