Marcus XX

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No sé a dónde ha ido pero me encuentro corriendo calle abajo. Escucho pies que se mueven detrás de mí. Carla salta a mi espalda. 

-¡¿Qué haces?!-le digo recuperando el equilibrio.-He estado apunto de matarme. 

-Acércame a la farola. 

Asiento. Cuando estamos lo suficiente cerca salta agarrándose y comienza a subir por ella cual mono. Está casi al final cuando se desliza suavemente y cae al suelo. 

-Está en la Calle Nardos. 

Quizás Carla estaba un poco loca, pero era muy ingeniosa. Corremos en esa dirección. Un coche se salta un semáforo y pasa casi rozándome el culo. Suelto un suspiro de alivio y sigo corriendo. De repente, veo a Marcus de lejos. Está parado pegando porrazos a la puerta de una casa. Esta se abre y de ella, sale Javi. 

-¡Marcus!-grito mientras corro.-¡Marcus! ¡No! 

 Es demasiado tarde. Marcus le ha pegado un puñetazo a Javi tirándole al suelo pero han caído ambos. Dan vueltas uno sobre el otro, pegándose. Marcus se pone en pie levantando a Javi con él. Le pega otro puñetazo. Veo como sangra. Me acercó a él intentando frenar el segundo puñetazo pero no puedo. Me golpea con el codo y caigo al suelo de culo. Unas manos me cogen del codo y me ayudan a levantarme, pero no es ninguna de mis amigas. Son las manos de un chico. Le miro y sus ojos se cruzan con los míos. Es el chico que estuvo en mi casa una vez. El de la caja. No puedo creerlo. Para cuando vuelvo a mirar la pelea, ellas ya han conseguido separarles. Marcus está gritándole a Javi y este respondiéndole. Entonces, el chico que me ayudó a levantarme se acerca a Javi. Le mira y le pega una hostia tan fuerte que desde lo lejos que estaba podía oírla. Entonces Javi me mira y se abre paso hacia mí.

-Alicia...-empieza a decir. 

-Ni te acerques. ¡Ni te acerques!

Pero no para y cuando está lo suficiente cerca...

-Esto no se va a quedar aquí.-dice.-Lo juro. 

Luego, simplemente, da media vuelta y se va. 

El chico que le ha pegado la hostia a Javi se me acerca. Marcus va a apartarle pero no le dejo. Él me aleja un poco del grupo.

-Lo siento.-dice.-Perdónale Alicia. 

Toca mi mejilla con miedo y se aleja con lágrimas en los ojos. Voy a llamarle pero entonces me doy cuenta de que no sé como se llama y me quedó ahí, parada. Porque una parte de mí siente que conoce a ese chico. Él entra en la casa. El sonido de la puerta me hace reaccionar. Corro hacia Marcus y le abrazo. 

-¿Eres tonto?-le digo.-No quiero que vuelvas a pegarle a nadie, ¿te queda claro? A nadie. 

-No quiero que nadie, nunca, vuelva a tocarte si tú no quieres. 

Se está haciendo de noche, así que decidimos volver a casa, esperando que mañana sea otro día.

MarcusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora