Shane se quedó a comer conmigo. Después de cenar, vimos una película ("Intocable"). Los dos bajo una manta, acurrucados, comiendo palomitas recién hechas... Luego, me quedé dormida rodeada por sus brazos. A la mañana siguiente, me desperté sobre la cama, con la manta puesta, el despertador sonando y sin Shane. Llevaba la ropa de ayer puesta. Miré el ddespertador, lo apagué. Eran las 8:12, y debajo del despertador había una nota de Shane. Decía lo siiguiente:
Buenos días mi princesa. Como no me dejan dormir aquí, me fui al hotel después de ponerte sobre la cama. Estás tan preciosa durmiendo con la boca abierta que preferí no despertarte. Te veo hoy en la playa para tu sesión de fotos.
Besos: Shane
Lo primero que pensé: ¡Dios, qué vergüenza, Shane me ha visto dormir con la boca abierta! Luego pensé que daba igual, ya que bueno... digamos que no es tan embarazoso...supongo. Me puse mi bikini, un vestido de playa encima, me unté de crema solar y me fui a la playa (con mi tabla, por supuesto). Allí habían cerrado toda una zona de playa y no dejeban entrar a nadie. Mientras me metía por la multitud que observaba qué pasaba, muchos me saludaban y yo les saludaba de vuelta con una sonrisa. Al llegar al guardia, pedí entrar. Me paró en seco.
- Aquí no entra cualquiera, querida. -Me dice el guardia.
- Lo sé, pero soy Clara Taylor.
- Y yo soy la reina de Inglaterra, pequeña, no te puedo dejar pasar.
- Pero entonces no tendrán sus fotografías que quieren.
- Lo siento, pequeña, normas son normas, usted no es Clara Taylor y por tanto no puede pasar.
- ¿Algún problema por aquí? -Dice Sam acercándose a nosotros.
- No, jefe, esta chica intentaba colarse diciendo que es Clara Taylor, pero lo tengo controlado, no le dejo pasar.
- Ella es Clara Taylor. -dice Sam.
- Oh, lo siento señorita, no lo sabía, discúlpeme por favor.
- Por supuesto que sí, todos cometemos errores, ¿no?
Después de eso, me dieron un bikini, y me cambié lo más rápido que pude, salí, me dieron una tabla, me peinaron, y me pusieron con tal que el mar estuviera como fondo, luego, foto. Así tres mil millones de veces más. Acabé siendo una profesional de cambiarme el bikini rápido y también acabé agotada, lo que suena raro porque solo he sido fotografiada, lo que es el sueño de mucha gente, pero ellos no saben lo agotador que es.
Salí con la ropa con la que entré y me dejaron elegir el bikini y tabla que más me había gustado, para quedarmelo y entrenar con ello. También me regalaron un neopreno, negro y con Rip Curl bien grande detrás. Cuando salí de la multitud, me quité mi vestido, me puse el neopreno sobre el bikini, cogí mi preciada tabla, y dejé la nueva sobre la arena. Metí los pies descalzos en el agua, cerrando los ojos, dejando que el agua golpeara contra ellos, poco a poco. Me sentía conectada con el mar, sentía como que el mar formara parte de mí, y al revés, yo era parte del mar. Y a consecuencia de esto, me uno al mar y me sumerjo en él. Hago un pato bajo una ola, y siento la fuerza de la ola. Salgo y noto un rayo de sol sobre mí. Empiezo a remar y paso por las olas, cogiendo algunas que son suficientemente buenas, y después de una hora, decido practicar mi nueva técnica: unirme y sentir las fuerzas mayores del agua. Meto la mano bajo el agua, no noto nada, y no noto nada en diez minutos, cuando de repente, noto una fuerza bastante grande, me giro y veo una enorme ola, y va creciendo cada vez más, remo, remo con todas mis fuerzas, me subo a la tabla, cojo la ola, me caigo, soy arrastrada por la fuerza de la ola, la tabla, aún atada a mi tobillo, me golpea la cabeza, no puedo subir y coger aire porque tengo la ola encima mía que me arrastra, y entonces es cuando de repente, todo está negro.
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Nueva vida, nuevo surf
Novela JuvenilSegunda parte de "Secretos en torno al surf". Clara se ubica en la Universidad, donde su pasión por el surf vuelve a aparecer... ¡sigue a Clara en esta segunda y última novela!