NathenHoy empezábamos clase y mi papá siempre se emociona cuando eso pasa, pero nunca lo muestra frente a otros que no sean su familia o amigos de confianza extrema, aparte de ellos los demás solo han visto su duro semblante de hielo, tal vez exagere pero papá siempre fue así y de cierta forma me agrada, no tanto como antes, no después de eso...
Pero papá no tenía la culpa.
-¡Nathen!- y sentí un terrible peso encima mío- hoy empiezan clases y eso significa...
Lo miré confundido
-Conoceremos a la chica nueva, ¡Lena, Lena Row! No sabes lo entusiasmado que estoy...
-créeme que lo sé y mucho.
-Claro que no, deja de parecer un sabelotodo hijo
Lo miré y tenía una de esas sonrisas, ah, se estaba burlando-Aggg eres un caso perdido papá, llevas hablándome de esa chica casi dos semanas, creo fielmente que hasta le harías un monumento en el jardín, si mamá se descuidara.
-eso sería imposible
-no mientas papá, hasta le pondrías flores al monumento ¿qué tiene esa chica de bueno?
-ummm, yo me refería a que era imposible que Nina descuide el jardín, lo adora... Pero la idea de las flores es buena, será mejor que lo anote antes de olvidarlo ¡Gracias hijo!Estaba por salir de mi habitación y volteó
-Lo olvidaba, el desayuno está listo, eso venía a decirte- y me dio una sonrisa de disculpa-creo que me desvié un poco del tema...
¿Un poco? ¿¡En qué parte del desayuno cabía esa chica!? Aunque... Seamos sinceros, papá no dejaba de pensar en esta tal Lena desde que supo que estaría como nueva en nuestro colegio, le había preguntado un sin fin de veces que la hacía así de especial, pero siempre divagaba, aunque es normal, papá estaba emocionado y es muy descuidado así que, esa nunca fue una buena mezcla.
Me levanté un poco desganado, aún era temprano, al menos para mí, en vacaciones dormí como un koala y volver a la rutina era un poco pesado.
Tomé una ducha rápida y me vestí, no me gusta mucho estar a "la moda" así que me vestía como me gustara, una camiseta azul oscuro, un jean oscuro y mis zapatos cómodos, una chompa un poco abrigada, últimamente el clima estaba algo loco, la lluvia caía sin que lo esperaras y podía durar horas.
Bajé las escaleras y escuché a mamá en la cocina, cantando ¿you found me? Debo admitir que "The Fray" era una de mis bandas favoritas, no lo sé, siempre encontraba canciones mientras divagaba en internet y al final la banda me terminaba gustando.
-Hola-saludé
-Hola desconocido
-¿qué? ¿Por qué desconocido?-dije mientras guardaba una manzana en mi mochila
-¿qué? ¿Por qué hola y no buenos días mamá? -dijo mientras volteaba con un cucharón en su mano derecha, me dedicó una cálida sonrisa
-ahora ven y ámame desconocido- dijo mientras extendía sus brazos hacia miNo pude evitar reír, mamá siempre tenía algo que me hacía sonreír
-¡Mamá! Buenos días- dije mientras la abrazaba y le daba un beso en la mejilla
-Buenos días, Cloud
-Deberías dejar de llamarme así-le dije en forma de reproche
-Pues tú deberías dejar de ser suave, el día en que tus abrazos dejen de ser tan acolchados como una nube, lo pensaré cariño.
-Mamá... Nunca has abrazado una nube
-No, no lo he hecho pero siguen viéndose suaves, ¿o prefieres que te llame ovejita? A esas si he abrazado y créeme, tienen su suavidad.
-pero qué original...Olvídalo, no puedo caer más bajo, quedemos en Cloud.
-Pues propongo un brindis por ello
-No tenemos vino
-Pero sí mi desayuno, así que ve con tu padre y embriágate muchachote-dijo mientras me empujaba fuera de la cocina
-¡Papááá! Mamá nos dio permiso de embriagarnos-grité mientras corría a sentarme-No seas ingenuo hijo, Nina no te permitiría eso... Ni a mi tampoco. Sabes que es imposible embriagarnos y no preguntes por qué, el abuelo tampoco me dijo la razón.
Me reí un poco, era cierto, aunque tomáramos bastante, por alguna razón no nos embriagábamos, venía de la familia de mi padre, tal vez un tatarabuelo de hace miles de años bebía demasiado y quedó en sus genes, tonto, lo sé, pero al menos es lo que creo; puede que mareos pero nada más, tampoco es que me molestara, era bueno, así no terminaría un día en una esquina sin recordar que hice el día anterior.
Terminamos de desayunar y nos despedimos de mamá, ya que papá era el director, me llevaba.
Fui al salón y me senté al fondo, vi como todos entraban, muchos eran compañeros de antes, siempre igual, no podías confiar en ellos...Al rato se escuchó la voz de mi padre, y venía con una niña, oh esperen, ella era la tal Lena Row, no podía quitar mi cara de asombro, era tan bajita y eso la hacía ver cómo si tuviera 14 en vez de 17. Y más me asombró que mi padre pudiera mostrarse "normal" frente a ella, creí que aunque prácticamente la adorara, usaría su rostro gélido.
Un chico, Zack, se aventuró a preguntar si esa fue su estatura siempre, su respuesta me divirtió: "sí, desde los 15 y no creo crecer más así, que acostúmbrense" fue divertido ver como se debatía por mantener una sonrisa.Luego la mandaron a sentar junto a mí y prácticamente no esperó ni dos segundos para hablarme: "Un gusto, soy Lena, bueno, eso ya sabes, ¿amigos?" Se veía emocionada, pero como no, había escuchado mi apellido, sabía quién era, no pude evitar enojarme un poco a pesar de estar acostumbrado, creí por un segundo que la tal Lena sería diferente pero no, era igual a los demás, una falsedad total.
-Nathen Drove-dije- y si quieres ganarte un buen puesto frente a mi padre usándome como puente, será mejor que te rindas, bajitas como tú, no se ganan esta amistad.
Su expresión cambió totalmente se veía impresionada, bueno, no sé si era el primero en decírselo, pero necesitaba saber que por mis medios no llegaría a la "cima" que todos buscaban, aunque tal vez mis palabras fueron un poco duras porque en sus ojos pude ver un atisbo de tristeza o ¿dolor? Bueno de todas formas así dejaría de intentar ser mi "verdadera amiga"
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Ficção AdolescenteDesde que tengo 17, no, más bien exactamente el día que cumplí 17, mi vida dio un giro de 180 grados, no sé si es radical para otros, pero en mi caso, no había un solo día al que pudiéramos llamar... Normal. ¿Han oído acerca de que ciertas cosas sol...