NathenCuando salí al receso, fui al lugar de siempre, había un salón que dejaron de usar hace tiempo, antes era de música pero hubo un pequeño incendio que dejó gran parte de este totalmente negro y un pequeño espacio del techo había desaparecido, a veces venía de noche, luego de las prácticas, cuando me sentía realmente mal, me recostaba a ver el cielo. Podía estar tranquilo, todos creían que era un lugar embrujado... patético. Pasé parte de mi receso y decidí que era hora de bajar, esta sala estaba en el último piso, se suponía que estaba bajo candado, pero papá no se dió cuenta de la llave faltante así que no tenía problema.
Mientras bajaba escuché un golpe seco y un quejido, fui hacia allí y me encontré con Thomas Shepard, un imbécil de primera, en todo sentido... Estaba golpeando a un chico y algo que no me sorprendió, su " banda " estaba con él, cinco a uno, y ellos tenían un bate, todos ellos pertenecían al equipo de béisbol del colegio y se creían totalmente superiores a los demás, y en este momento parece que querían "demostrarlo". El chico había dado pelea, porque uno de los amigos de Thomas estaba tendido en el suelo, con algunos moretones.
Thomas volvió a levantar el bate, así que me dispuse a pararlo
-¡Eh! ¡Shepard!- grité, llamando su atención al instante
-Pero miren quién es, Nathen Drove, un gusto volver a verte, ¿qué tal tu padre? ¿Ya te encargo a que revises el perímetro?
-Cállate y déjalo en paz- le dije señalando al chico, que se había puesto de pie con algo de dificultad
-¿qué es esto? Nos reencontramos y ¿lo primero que haces es darme órdenes, Drove? No juegues con eso, sabes que con nosotros no puedes andar presumiendo.
-No presumo nada, solo digo que lo dejes ir en paz.
-Bien, déjame pensarlo, puede que... No me apetezca- dijo sonriendoUno de sus amigos fue directo a golpearme, lo esquive y golpeé su rostro, luego otro pateó mi espalda, lo que me hizo arrodillar, con mi codo golpeé su estómago y barrí su pierna, vi al frente y el chico se había encargado del último de su amigos, me levanté y sin poder evitarlo, Shepard golpeó mi nariz, empezó a sangrar por el impacto pero no me detuvo, le di un puñetazo en la cara y una patada en las costillas, cayó al suelo. Vi mi camiseta, se había manchado un poco, intente parar el sangrado de mi nariz y de repente el otro chico gritó
¡Cuidado!
Volteé a tiempo para detener el bate que iba directo a mi cabeza, lo bloqueé con mi mano y sentí como se torció mi muñeca, no pude evitar un quejido pero tiré el bate al otro extremo
Ya vete Shepard-dije realmente cansando del asunto
Extrañaba tus bienvenidas Drove-dijo mientras limpiaba la sangre se su labio- espero verte pronto, y no olvides hacer bien el trabajo para papá-dijo con su típica sonrisa de burla antes de irse, los demás se habían parado y lo siguieron.Regresé a ver al chico, estaba un poco lejos, me dio las gracias antes de voltear e irse. Pensaba en ir a clase pero recordé el aspecto que seguramente tenía, así que me desvié a la enfermería. Támara me vio entrar y suspiró
-¿de nuevo salvando el día?
Támara, era amiga de papá desde hace muchos años, así que cuando tuvo un problema económico, no dudó en contratarla. Ella es casi como una tía para mí. Literalmente, la tratábamos como si fuera de la familia.
-No, solo deshaciéndome de idiotas-dije con una pequeña sonrisa
-Bien, veamos qué tal quedasteLe mostré mi mano y se puso algo sería
-Es apenas el segundo día y ese chico ya está haciendo de las suyas, si Sammuel no fuera tan despistado, ya estaría pensando en mandarlo a detención, pero nadie sabe dónde está su cabeza ¿cierto?-me dijo sonriendo
-Cierto- no pude evitar reír ante su comentario
Me vendó la muñeca y la mano, me ayudó a lavarme la cara y arreglarme un poco, me dijo que descansara, y que si despertaba rápido, volviera a clases, ya luego se encargaría de justificar mis faltas.
Desperté algo aturdido y vi mi reloj, había perdido dos horas, pero me sentía mejor. Le agradecí a Támara y fui directo a clase, me senté donde siempre y esperé, parece que el profesor se iba a tardar, entonces oí la voz de Lena
-¿Hey, Nathen... Estás bien? ¿Duele mucho?
Había algo en su forma de preguntar qué hizo que la mirara por cinco segundos, se veía realmente preocupada, además había preguntado por mí estado y no por los hechos, usualmente solían pregunatar "¿qué pasó?" "¿Cómo te lo hiciste?" "¿Quién fue?" Todo para divulgar los hechos. Pero Lena prefirió preguntar por mi estado, eso me hizo pensar un poco acerca de lo que dijo papá de juzgarla mal, tal vez hablarle pero no hasta el punto de ser amigos estaba bien ¿no? De repente oí como suspiraba pesadamente, se veía cansada, recordé que estuvo todo el día intentando ganar mi atención, así que decidí que si papá creía en ella, yo tal vez podría intentar hacerlo, al menos un poco
-No es nada... Estoy bien- lo dije bastante bajo, esperaba no arrepentirme de esto más tarde
La miré de nuevo, tenía una pequeña sonrisa en los labios y por alguna razón, eso me hizo dudar un poco menos, cuando debía ser lo contrario, pero había algo en ella que inspiraba confianza, tal ves todo este tiempo evitando a las personas me está afectando.
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Genç KurguDesde que tengo 17, no, más bien exactamente el día que cumplí 17, mi vida dio un giro de 180 grados, no sé si es radical para otros, pero en mi caso, no había un solo día al que pudiéramos llamar... Normal. ¿Han oído acerca de que ciertas cosas sol...