Mi Belieber Favorita Terminada

Capítulo 13

Faltaban diez minutos para que Lily llegara a casa. Hace mucho que no la veía y no hablaba con ella así que decidí invitarla a cenar. De pronto sonó el timbre. De seguro era ella.

Me sequé las manos antes de dirigirme a la puerta y abrir con una gran sonrisa en la cara, la cual se esfumó de inmediato ya que se encontraba el Señor Bieber parado en el umbral.

—¿Señor Bieber?—Pregunté confusa.

—Sí, creo que así me llamo.—Dijo haciéndose el gracioso.

—¿Qué hace acá? ¿Cómo consiguió mi dirección?

—Sé tu dirección porque soy su jefe, señorita Cooper. ¿Me dejará pasar a su casa?—Preguntó divertido al ver mi cara de confusión.
—Claro, adelante.—Él pasó y yo lo seguí hasta el living, donde nos sentamos en distintos sillones.

—Y bien, ¿me dirá a qué se debe su.. sorpresiva visita?

—Pues a mi auto se le ha pinchado una rueda y para empeorar las cosas me lo han chocado en la parte de atrás. Está a media cuadra de acá, así que mientras que Kenny resolvía los problemas allí afuera decidí venir acá. Espero no te moleste..

—Umh, no.. no me molesta Señor Bieber.—Dije incómoda. Lily llegaría en cualquier momento y no quería que él estuviera acá para cuando sucediera o si no le haría un montón de preguntas y cosas que para mi serían bochornosas.

De pronto mi móvil rompió el silencio que había entre nosotros y comenzó sonar por la cocina.

—Ahora vuelvo.—Le dije rápido al Señor Bieber.

Al llegar a la cocina respondí el teléfono y como era de esperarse, era Lily.
—Estoy atrapada en un maldito taco. No sé que pasó pero creo que hubo un accidente cerca de tu casa y no me deja avanzar. ¿Puedes creerlo? ¡Me jode! Llegaré más tarde..—Gritaba exasperada.

—Ah, creo saber qué pasó. Es el auto del Señor Bieber tuvo problemas.

—¿Señor Bieber? Ah, Justin.. ¿y qué hacía por aquí? Es raro..—Dijo curiosa.

—No lo sé, Lily. Pero lo tengo sentado ahora mismo en el sillón de la sala.

—¿En tu casa?" Soltó una carcajada. —Eso es gracioso, ___. Espero que no vea tus posters.—me hizo burla.

—Cállate. Ahora debo cortar, ojalá llegues pronto, me incomoda estar sola con él.—Dije y corté.

Volví rápidamente a la sala para ver si el Señor Bieber estaba allí sentado y no, no era el caso. Él estaba inspeccionando mi casa. Me acerqué un poco más y pude ver que veía las fotos que colgaban de la pared.

—En esa sales bien.—Dijo mirando una foto detenidamente, dándome la espalda.

—Tienes una linda casa, ___. Pero sigo sin entender por qué compraste una casa tan grande y lujosa si eres una sola persona.

—No lo entenderá nunca.—Dije.

—Y dime.. ¿Esperas a alguien? Desde aquí puedo oler lo que cocinaste.

—Oh.. eh, sí. Espero a alguien.—me rasqué la nuca.
No quería sonar como "tendré visitas así que mueve tu trasero fuera de mi casa" aunque esos fueran mis sentimientos sinceros.

—¿El novio? Estoy seguro que se quedó atrapado en el taco que causé.—se rió.

—Ya le dije que no tengo novio, Señor Bieber. Y definitivamente sí, ella se quedó atrapada en el taco de ahí afuera.

—¿Ella?

—Una amiga. Viene a cenar, pero si quiere se puede quedar con nosotras, no tengo problema.—Dije siendo cortés.

—No, ___. No arruinaré tu noche.

—No arruina nada, Señor.—aseguré.

—Pero ya te dije, no me quedaré. Aparte, en cualquier minuto llega el coche que mandé a pedir para que me lleve.—Dijo fingiendo una sonrisa.

Pasaron dos minutos y el Señor Bieber tuvo que irse.

Los siguientes diez minuto me dediqué a ver el horno, tenía mucha suerte de que mi comida no se haya quemado. Ya había llegado Lily y se había desilusionado mucho al saber que el Señor Bieber ya no se encontraba aquí.

Comimos plácidamente hasta que le conté que había salido a cenar hace tres días atrás con el Señor Bieber.

—¿En serio? ¿No me tomas el pelo?—Preguntó siendo exagerada, como siempre.

—Ya te dije que no.. aparte no es una co--—Me interrumpió.

—Es que no puedo creer que hayas tenido una cita con él, ___. Y encima hoy viene a tu casa como si fuera de lo más normal..

—¡Ya te lo he dicho una y mil veces! Yo no tuve una cita con él. Sólo me pidió que lo acompañara al almuerzo porque lo dejaron plantado y no le gustaba almorzar solo. Y sobre lo de hoy, fue sólo una coincidencia que su auto se haya echado a perder frente a mi casa. Tampoco iba a decirle que se marchara ni nada, sólo vino para no aburrirse. No es que afuera haya el mejor tiempo así que por mi no había problema, total es mi jefe.

—Oh, pequeña e inocente ___. Esta vez no te diré absolutamente nada, te darás cuenta tu sola.

—¿Sobre qué?—Pregunté sin entender.

—Ya lo verás. Va a querer que almuerces con él, va a volver a tu casa con algún pretexto, ___. Yo lo sé. Y pensándolo bien.. todo calza.—Dijo haciéndose la sabelotodo.

—Lily, no caigo. No te entiendo ni lo más mínimo. No sé qué es lo que calza. Sólo se que tu te estás yendo hacia otro lado.

—Ya lo verás ___. Quizás tu no quieras darte cuenta, pero a mi no me hacen tonta.—aseguró.

El resto de la noche pasó tranquila. Lily se fue cerca de las doce y yo me quedé lavando los trastes. Al otro día no tenía trabajo así que seguramente llamaría a mi padre. Hace mucho no sabía nada de él..