Mi Belieber Favorita Terminada

Capítulo 48

Al día siguiente me levanté más temprano de lo habitual y estuve lista una hora antes.

Salí del dormitorio arreglada y encontré a Ryan sirviendo dos tazas de café y poniendo tostadas en platos.

—Buen día.—Me dijo. —Ven a la mesa.

Me acerqué y me senté a su lado. Era bastante incómodo el principio, sabiendo que nos habíamos conocido sólo dos días antes y estábamos viviendo en el mismo techo.

Yo no sabía si realmente era una buena persona o me había metido en la boca del lobo.

O lo mismo para él.

—¿Qué tal dormiste?—preguntó.

—Genial, gracias.

—Creo que hoy iré al supermercado. No tengo muchas cosas aquí. Ya sabes.. no estoy mucho en mi departamento por el trabajo. A penas llego a dormir a veces.

—¿En qué trabajas?—pregunté.

—Soy director y editor. Trabajo en la industria del cine ahora. He hecho bastantes películas, pero ahora estoy haciendo una nueva con Brad Pitt y Ashley Benson. Es basada en un libro. Lo escribió Susan Elizabeth. No es muy conocida pero puedo decir que el libro es genial.

—Susan Elizabeth es genial. Libros contemporáneos—dije. Lo sabía porque cuando estaba el colegio leía mucho.

—Sí, ¿Estás lista? Debemos irnos.

—Claro, claro. Pero.. ¿debemos?

—Te iré a dejar.—Dijo entrando a su dormitorio.

Yo entré al mío y me lavé rápido los dientes y agarré mi bolsa.

—Lista—Dije al salir.

—Bien, nos vamos.

Entramos al genial auto de Ryan, y fuimos a mi trabajo.

—¿Te paso a buscar para almorzar?—Me preguntó al llegar.

—¿Qué? Por supuesto que no.—Dije.

Ouch, eso había sonado feo.

—Bueno, lo siento. No pensé que te molestaría—dijo arrepentido.

—No, no no. No es eso. Me encantaría que me pasaras a buscar para almorzar pero no quiero ser una molestia. O más de lo que ya soy.—Dije sincera.

—No digas eso. Para mí no eres una molestia. ¿A qué hora vengo?—dijo.

—A las una.—Sonreí.

Me acerqué para depositar un beso en su mejilla, pero el había hecho lo mismo con la misma intención, entonces nuestras caras se descoordinaron y resultó un poco embarazoso, pero logramos darnos el dichoso beso en la mejilla.

Cerré la puerta del auto y me despedí con una sonrisa y un movimiento de mano desde fuera. Ryan me sonrió e hizo partir el auto para luego irse.

—¿Y se puede saber quién te vino a dejar?—Escuché a Slade detrás de mí.

¡Slade!

Hace mucho no lo veía.

Me di vuelta rápidamente y corrí hacia él.

A su lado estaba Lily.

No tenía idea de que ellos se conocían. O si lo sabía ya lo había olvidado.

—Te extrañé pequeña.—Me dijo.

—Yo igual a ti—Dije soltándolo.

—No sabíamos que ibas a llegar tan temprano—dijo Lily.