Por fin salimos de la cárcel... digo de la escuela en julio.
Pero había algo malo. Yo estaba en la escolta oficial, así que tenía que quedarme una semana más para ensayar. Ash, odio ser tan inteligente... ok no.
Bueno el punto es que de lunes a viernes me iba a quedar de 10:00 a 12:00 a.m.
Mi hermana, mientras yo estaba en la escuela, se iba a entrenar tenis.
Después del ensayo de la escolta, Sebas y yo nos quedabamos un rato en el club a pelotear o nos íbamos a la cafetería a comer algo.
Cierto día, después del ensayo, Sebas y yo estábamos en la cafetería platicando.
—¿Y que hay con Chase? —me preguntó Sebas.
—¿Chase? ¿por que con Chase? —dije intentando disimular sin éxito que Chase no tenía nada que ver conmigo. ¿He dicho que soy pésima disimulando?
—Oh vamos Charlie... te conozco como la palma de mi mano. O tal vez mejor. No se ni cuántas líneas tiene mi mano —volteó a ver su mano para contar cuántas líneas tenía —se qué Chase te gus... mmh ¡mmmjhh! —dijo Sebas a quien le tapé la boca.
—Shhh ¡nadie lo puede saber! —grité sin gritar.
—De acuerdo Chase... digo Charlie —se burló. Le lancé una mirada de cuchillas.
—¡Ese Bastian! —dijo Chase gritando/cantando en medio de la cafetería yendo hacia nosotros.
—Hola Chase —Sebas y Chase intercambiaron un choque de puños.
—¿Que hay Charlie? —me preguntó Chase—¿que cuentas?
—Bien... digo si, digo no, digo nada importante ¿y tu? —me puse muy nerviosa y sentí que mis mejillas se calentaban.
Chase rió. Normalmente soy yo quien ríe de que Chase se ponga súper nervioso cuando me habla, pero esta vez, fue al revés.
—Ahora vuelvo... voy a comprar unos chilaquiles... —dijo Sebas.
“Vuelve ahora mismo Sebas” pensé. Por un momento creí que le podría enviar señales telepáticas para que volviera, pero no funcionó.
Sebas entró a la tienda y se puso en frente de la caja. Era el único en la fila.
—¿Vas a quedarte un rato? —me preguntó Chase.
—Si, yo... si me voy a quedar un rato más con Sebas, luego me voy a mi casa a esperar a mi prima.
—Oh... así que tú prima viene a Celaya.
—Si... —mi prima vive en Salamanca y viene de vez en cuando. Ella es como mi mejor amiga.
—Hola hola ¿me extrañaron? —dijo Sebas mientras se sentaba en una silla al lado mío, con un plato de chilaquiles rojos que olían de maravilla y se veían deliciosos.
—Aaahh—suspiré—se me antojaron tus chilaquiles.
—Si quieres te compro unos... —dijo Sebas.
—Eh, ¡yo también quiero! —dijo Chase.
—Bien si quieren les compro unos y se los comparten... —dijo Sebas.
Chase y yo nos miramos y luego vimos a Sebas con cara de “¿estás loco?”.
—¿Que? Oh claro... no se preocupen, les pido platos diferentes si quieren... —dijo Sebas.
Una vez que nos terminamos los tres los chilaquiles (por cierto Sebas acabó primero aunque fueran el doble) mi mamá me dijo que era hora de irnos.
—Adiós Sebas, adiós Chase —les dije.
—Adiós —dijeron a coro.
Cuando ya me iba, vi que Paulette (por si no recuerdan es la prima de Dany) estaba empujando a una chica llamada Ximena hacia Chase.
—¡Ya dile Ximena! —dijo Paulette.
—¡No! ¡Espera! —dijo fingiendo querer alejarse pero todos sabíamos que se moría por hablar con Chase.
—Vamos... dile.
Dejé de prestar atención y me fui con mi mamá.
—Dile a Chase que se viene con nosotros. —dijo con el teléfono en la oreja. Seguro estaba hablando con Olivia.
Así que fui con Chase quien ya estaba con Ximena en frente. No se que quería esa enana de un metro pero me daba mala espina.
Me aclaré la garganta para llamar la atención de Chase.
—Ehh... Chase —le dije —ya nos vamos.
—¿Ya nos vamos? ¡Ah si! Me voy contigo ¿verdad? Perdón chicas pero esta charla tendrá que esperar. —dijo aunque no se veía del todo arrepentido por no poder hablar de eso.
Ximena me echó una mirada de “te voy a matar”, pero no me importó y me fui con Chase.
Ya cuando íbamos en camino a mi camioneta, Chase me dijo:
—Ay gracias... me salvaste se hablar con esa pitufa gruñona.
Reí.
—Ja, no es nada.
En mi casa hicimos lo de siempre. Salir a jugar, ver una película y jugamos fultoblito (por cierto, le gané a Chase 20-100). Si. Jugamos futbolito durante HORAS.
Una vez que estábamos abajo aburridos sin nada que hacer, se nos ocurrió jugar lo peor que puedes jugar con el chico que te gusta: jugar verdad o reto.
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Un Amor No Planeado
Romance"A veces, terminas enamorándote de la persona que menos piensas". Charlie, una chica de apenas 10 años que no cree en él amor, y mucho menos que ella pueda sentirlo a tan corta edad, conoce a un chico llamado Chase. Todos afirman que Chase quiere a...