26. ¡Odio a esa enana!

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—¿Todavía te gusta Chase, Charlie?

—Sebas estamos en plena clase de mates ¿puede esperar tu importantísima pregunta? —susurré regañándolo.

—Uy perdóname señorita aplicada.

En el recreo me senté a desayunar con Dany y Cristopher.

—Hoy me encontré con Ximena —dijo Dany.

—¿Ximena? ¡Aaah! La pitufa sin modales ¿no? —dije.

—Si, la chica que le gusta a Louis y a Chase —me dijo Dany con el ceño fruncido.

—¿A... a Chase le gu.. gusta Ximena? —pregunté nerviosa.

—Alguien está celosaaaa. —me dijo Cristopher dándome un golpecito con su codo.

—No... es que ¿desde cuando? —pregunté.

—No se da igual —dijo Dany.

Me congelé. ¡No podía ser! Bueno, sabía que una vez que me fuera a secundaria, Chase me olvidaría fácilmente.

—Voy al salón. Nos vemos en el próximo recreo —les dije.

—Charlie no te enojes... está todo bien... —dijo Cristopher tomandome del brazo pero me zafé bruscamente.

Bajé corriendo las escaleras de la cafetería y luego dejé mi plato en su lugar. Salí de la cafetería y caminé por el pasillo. En eso, volteé y vi que Dany y Cristopher me seguían corriendo.

—¡Charlie espera! —gritó Dany.

No quise voltear porque ya tenía los ojos llenos de lágrimas.

—¿Estas bien Charlie? —preguntó Cristopher.

“Sé fuerte Charlie” me dije “es sólo un chico. Sólo un chico que conociste por casualidad” “No te gusta, no te gusta, no te gusta, NO TE GUSTA ” repetí en mis adentros deseando que así se cumpliera, pero mis pensamientos sólo emoeoraban la situación. “¿como pude ser tan tonta? Seguro no me quiso nunca en verdad. Es como los demás chicos. Todos son iguales ”

—¿Charlie? ¡Charlie reacciona! —me gritó Dany. Me di cuenta de que mientras pensaba estaba caminando y ya estábamos a un lado del baño de chicas. Entré. Dany me siguió.

—¿Charlie? ¿Estás mal por lo de Ximena? —me preguntó.

—Es que... yo no lo sabía —dije y me eché a llorar.

—Oh Charlie... no llores. Me siento mal. Yo tengo la culpa, yo...

—No es tu culpa... —dije calmándome poco a poco — me voy... tengo biología.

—¡Charlie espera! —escuché a Dany. Pero era tarde, ya me había ido. Cuando salí, vi a Chase en el bebedero.

—¡Hey Charlie! ¿como estas? Hace mucho que... ¿estas llorando? —me preguntó. Sólo agaché la mirada deseando que no viera las lágrimas que se asomaban de mis ojos queriendo salir —¿que pasa?

No le dije nada. Estaba molesta. Tal vez a él le gustaba Ximena desde hacía mucho y ahora... yo me sentía como una tonta.

—Nada que te importe —dije y me aparté.

Volví a mi salón, dejé caer mi cabeza en la mesa y me largué a llorar otra vez.

“Dios mío, odio TANTO a esa enana”.

Las clases pasaron rápido. Esa tarde, era viernes. Salí de la escuela y me dirigí a las canchas de tenis. Se suponía que iba a tener clase.

Vi a Chase en la cancha de soccer. En el camino me encontré a una chica llamada Eva, quien iba a tenis conmigo.

—Hola Charlie, hoy no hay clase de tenis. Los maestros no están, y Alvin me dijo que viniera mañana —dijo

—Oh, gracias Eva. Supongo que llamaré a mi mamá —dije intentando sonreír, pero las palabras me pesaban y salían de mi como gotas de tristeza.

—¿Está todo bien, Charlie? —me preguntó.

—Si... estoy bien —dije haciendo como si no me importara.

Me dirigí a la salida del club para llamar a mi mamá. Por suerte, no tuve que hacerlo, porque ella ya estaba ahí.

—Hola cielo —me dijo mi mamá dándome un beso en la mejilla .

—Hola mamá —dije de forma neutra. No quería que me preguntara nada. No ahora.

—Oye... Cath viene con nosotros, le dije a Chase que cuando nos fuéramos tu le avisabas. ¿podrías ir a decirle que ya nos vamos?

Ay no. Después de haberle hablando de una forma tan grosera a Chase, ¿con que cara le diría que se iba conmigo? Y encima que de seguro yo ya no era NADIE en su vida.

—Bien... —dije de mala gana.

Volví a la cancha de soccer y me asomé por la reja.

—Chase —lo llamé. Volteó a verme —ya nos vamos —dije.

—Ok... allá voy —dijo, se despidió de Louis y luego de su maestro, y se fue.

Un Amor No PlaneadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora