Llegamos a mi casa y Cath y Alexa se fueron a jugar afuera. Chase y yo nos quedamos adentro.
De repente era algo incómodo para mí ya que, yo quería a Chase, pero el no a mí.
Así, esa vez que fue a mi casa fue distinta a todas las demás.
No nos quedamos en mi cuarto a platicar, no vimos películas juntos, no le conté de que hacía en la escuela, nada.
Sólo nos quedamos un rato en la sala y luego el salió a jugar mientras yo leía un libro en mi cuarto.
Más tarde, me quede solo ahí, mirando a la nada y pensando. Estaba triste. Era tarde. Si yo hubiera actuado antes, Chase y yo tal vez estaríamos juntos. No estaría pasando lo que ahora pasaba. Mis ojos de llenaron de lágrimas por tercera vez en el día.
En eso, alguien tocó a la puerta. Era Chase
—Toc toc, ¿se puede? —dijo con voz suave.
—Se puede... —dije con voz temblorosa.
—Charlie ¿que pasa? —me preguntó sentándose en mi cama a un lado de mi.
—No es... nada —suspiré limpiándome las lágrimas pero salían más.
—¿No vas a decirme? —no respondí —¿Charlie? No me gusta verte triste. Muestrame una sonrisa —pero no sonreí.
Odiaba eso. Le gustaba otra chica pero de seguro le gustaba la atención de otras. Que hipócrita.
—Vete Chase —dije con voz seca.
—Charlie... —dijo e intentó abrazarme, pero no lo dejé.
—Quiero estar sola.
Chase suspiró, se levantó de la cama, y se fue.
Más tarde escuché que había llegado Olivia por Cath y Chase, pero no tenía deseos de ir abajo. Me sentía muy dolida. Peor más que nada, como una tonta.
Los días transcurrieron y Chase y yo hablábamos poco. Eso hasta el día de la independencia, que la pasé con Dany y Cristopher.
Estuvimos juntos un rato y luego llegó Chase. Lo vimos muy sólo así que Dany lo invitó a jugar.
Tod el tiempo me daban ganas de preguntarle si le gustaba Ximena, pero era demasiado cobarde para eso.
Un rato luego, Dany y yo nos fuimos a hablar un rato.
—Dany, sigo triste por lo de Chase y Ximena —le dije.
—Charlie... tengo que decirte algo...
—¿Que?
—Es que... inventé todo lo de Ximena...
—¿¡QUÉ!?
—Lo siento... de verdad no sabes cuánto. Es que estaba celosa. No de que Chase te quisiera sino que... tu tenías tu propia historia de amor y yo... no. A veces me sentía olvidada cuando estabas con Chase. Quise explicártelo pero no podía. Me siento tan mal... ¿podrás perdonarme?
—Oh calro que te perdono —dije con una sonrisa. Estaba feliz de que no fuera cierto. Es verdad que estaba molesta, pero entendía a mi mejor amiga. Además, estaba tan feliz que el enojo se iba fácilmente.
—Me voy a hablar con Chase, ¡tengo que arreglar las cosas!
—Ve Charlie. Yo espero aquí. Si no estoy estaré con Cristopher ¡suerte!
Corrí a buscar una gorra azul que sobresaliera de entre todas las cabezas de chicos en la plaza cívica.
Entonces lo vi, sentado en una esquina. Sólo.
—Ch... ¿Chase?
—Ah, hola Charlie.
—Oye, vine a pedirte perdón. —dije apenada.
—¿Por qué? —preguntó confundido.
—Por enojarme de la nada. Fue un simple malentendido. Perdóname. Prometo no volver a hacerlo.
—¿¡Es en serio!? —dijo y se levantó de un salto —creí que ya no me volverías a hablar.
—No... y lo siento de veras yo... —dije pero antes de poder terminar, Chase me abrazó. Me sorprendí y me quede quieta.
—No importa. Lo importante es que no rompiste tu promesa, ¿recuerdas? Siempre juntos.
Sonreí.
—Siempre juntos —dije y lo rodeé con mis brazos.
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Un Amor No Planeado
Roman d'amour"A veces, terminas enamorándote de la persona que menos piensas". Charlie, una chica de apenas 10 años que no cree en él amor, y mucho menos que ella pueda sentirlo a tan corta edad, conoce a un chico llamado Chase. Todos afirman que Chase quiere a...