Carta III

20 1 0
                                    

Para mamá. Y padre.

Seres mayores que se dedicaron a educarme todo este tiempo, si, perdón.
Este mundo está intoxicado, y yo sin ayuda de nadie, me volví parte de ese tóxico maligno que daña esta sociedad.

Yo soy la chica a la que los padres no quieren que sus hijos le hablen, y sus hijos son los chicos con los que ustedes, si, ustedes no me dejan juntarme.

Lamento el hecho de formar mis propias bases y verídicos después de mucho conocimiento adquirido a través de los golpes que me dio la vida, esos golpes que ustedes nunca intentaron sanar.

Por falta de curitas y antibióticos, esas heridas aun las sigo intentando curar y tapar, pero se me dificulta tales acciones, porque ustedes mismo me educaron para solo ignorarlas.
Y así mismo, hoy vivo ignorando el riesgo, la salud, los posibles terceros que vayan a ser dañados en mi proceso imaginario de sanación. Con todo esto, solo quiero llegar a un punto, perdón.

Esto es no solo su culpa, si no también la mía, ustedes forjaron el legado que estoy dejando hoy en día y yo me encargare de pulirlo.

Perdón.

Con amor, su hija.

Palabras de ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora