Te necesitaba, aja, ya llegamos a este punto.
Bajo la lengua como el mejor acido, recorriendo mis venas como un chute, intoxicando mis pulmones como el humo del cigarro.
Te necesitaba jodiendome, haciéndome perder la cabeza, te necesitaba dentro de mi, con el cabello suelto, en medio de la nada.
Quería beberte, agotarte. Intentaba pero no podía remplazarte, siempre terminaba caminando de vuelta a los brazos que siempre me recibieron en cualquiera de mis mil estados.
Te necesito.