Tres Meses habían pasado desde que Sasuke debía ser el escolta de Keiko, Salía muy temprano de su casa y volvía muy tarde, cuando sus hijos y su esposa ya estaban dormidos. Por más que trataba de sacarle información a la chica, no lo lograba, era muy astuta. Por otra parte ella tampoco había tenido suerte intentado sacarle información a él. Se estaba volviendo en un desafío personal aquella misión, incluso estaba siendo entretenida. Esa mujer lo intrigaba de tal forma que incluso él mismo se sorprendía.
-Cariño, no olvides que hoy debemos ir a la academia por los certificados de calificaciones de Itachi y Shisui – le recordó Sakura mientras él estaba en la entrada preparándose para salir.
-Si, nos vemos allá – dijo rápidamente y luego salió de su casa, Sakura no pudo evitar soltar un suspiro.
-Buenos días mamá – apareció Sarada con su mochila.
-Buenos días, ¿una nueva misión? – preguntó Sakura con una maternal sonrisa.
-Si, es posible que me tome varios días, pero trataré de terminar rápido – agregó la azabache.
-Ten, tu almuerzo para el camino – dijo Sakura tendiéndole la comida.
-Gracias mamá, eres la mejor – Sarada tomó el almuerzo, besó a su madre en la mejilla y se fue rumbo a su misión.
Sakura preparó los almuerzos de los mellizos y ambos se lo agradecieron también eufóricos y luego se fueron a la academia.
Durante la tarde la pelirosa estuvo trabajando en el hospital y después se fue a la academia para recibir las calificaciones de sus hijos.
-Sakura-chan, ¿cómo estás? – dijo Naruto saludando a su amiga.
-Naruto, que sorpresa, ¿qué haces aquí? – dijo la pelirosa devolviendo el saludo.
-Shino me pidió que viniera a dar una charla a los pequeños y ese tipo de cosas – agregó el Hokage.
-¿Como las tediosas charlas del tercer Hokage? – se burló Sakura.
-¡Hey! Mis charlas son entretenidas dattebayo! – fingió estar ofendido el rubio.
-Lo sé, solo bromeaba, ¿dónde está Sasuke? ya debería estar aquí – dijo Sakura mirando a todos lados.
-¿El Teme aún no llega? Que extraño, debería estar aquí, hoy era importante que vinieran ambos padres, debo hacer un anuncio – dijo pensativo el rubio.
-Quizás tuvo algún contratiempo – dijo la pelirosa mirando a Naruto.
Naruto se quedó pensativo, pero no dijo nada, debía dar un anuncio y no esperaría Sasuke para empezar. Sakura recibió las calificaciones de sus hijos y después escuchó atentamente a Naruto, el anuncio consistía en realizar una especie de ensayo de los exámenes Chunin para que de niños aprendieran a relacionarse con ese tipo de desafíos, consistiría en batallas uno contra uno. Y serían a partir de la próxima semana, solo podrían participar aquellos que tuvieran la aprobación de ambos padres ese mismo día, de lo contrario deberían esperar hasta el año que viene.
-¡Que emoción! ¡ya quiero que empiece! – dijo un entusiasmado Itachi.
-Mamá ¿dónde está papá? Debe dar la autorización, de lo contrario no podremos inscribirnos- pregunto Shisui a su madre.
-Lo sé, pero no sé donde está, se suponía que vendría... espérenme aquí, veré si puedo hablar con Naruto para que les permita participar solo con mi autorización.
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Una misión inesperada
RomancePor fin estaba de vuelta en la aldea, pero jamás pensó en que el estúpido de su amigo lo obligaría a hacer semejante misión, sin embargo habían importantes motivos para realizarla él mismo, aunque las prohibiciones de Naruto lo obligaron a alargarla...