Capítulo IV

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Los ensayos de los exámenes Chunin se llevaron a cabo de manera exitosa, muchos niños de la nueva generación mostraron sus grandes habilidades, lamentablemente para los mellizos Uchiha, aquello no fue posible, sin embargo no se desanimaron y continuaron arduos con sus entrenamientos, Sarada era un gran apoyo para ellos en sus avances, pero nadie contaba con la sorpresa que tenía el pequeño Shisui.

-Papá, ¿es posible que hoy puedas entrenar conmigo? Sé que siempre estás ocupado pero necesito que me ayudes con algo – le dijo el pequeño a su padre antes de que éste saliera.

-¿De qué se trata? – preguntó curioso el Uchiha mayor.

-No puedo decírtelo, debes verlo – Sasuke lo meditó durante unos segundos y finalmente asintió.

Ese día Itachi y Shisui estaban entrenando Taijutsu en el bosque, Sarada los supervisaba y ayudaba para que mejoraran aún más. Finalmente después de largo rato, Shisui le dio un certero golpe a Itachi derribándolo.

-¡Gané otra vez! – dijo orgulloso el pequeño de cabellos rosas.

-Hagámoslo de nuevo – Dijo Itachi levantándose casi sin energía.

-Itachi, será mejor que descanses un poco, estás agotado – le dijo su hermana.

-Aún puedo seguir – Insistió Itachi.

-Ya es suficiente por hoy Itachi, tu chakra está débil – Dijo Sasuke que acababa de hacer su aparición en el campo de entrenamiento del bosque.

-Vaya, con que decidiste aparecer – dijo en un tono un poco molesto la mayor de los tres hermanos.

-Estaba... - Empezó a decir Sasuke, pero Sarada no lo dejó terminar.

-Sé exactamente lo que estabas haciendo papá, no soy estúpida – dijo Sarada aún más molesta.

-No sé de qué hablas – dijo Sasuke sin mirar a su hija.

-Quizás mamá no se dé cuenta porque debo admitir que te ocultas muy bien, pero por si lo habías olvidado, el séptimo me tiene de líder en un escuadrón Anbu, y a veces una de mis labores es vigilar a toda la gente en la aldea. Aunque dudo mucho que lo recuerdes, a veces hasta dudo que recuerdes que tienes una familia – Reclamó Sarada mirándolo con rencor.

-Esto no tiene nada que ver contigo, mis asuntos no son de tu incumbencia, no lo olvides Sarada – Dijo Sasuke mirándola muy molesto.

-Claro, debí suponer que dirías eso, quizás le des esa misma explicación a Mamá cuando se entere – dijo Sarada volteándose para ir rumbo a su casa, Sasuke abrió los ojos sorprendido y con la ayuda de su rinnegan se puso enfrente de su hija.

-Tú no le dirás nada a tu mamá – Dijo Sasuke frente a ella.

-No me lo vas a impedir, no soporto ver sufrir a mi mamá por tu culpa – reclamó Sarada.

-Mangekyo Sharingan! – Sasuke metió a Sarada en un genjutsu unos momentos.

- De acuerdo, no diré nada – Dijo la Uchiha entre dientes y se fue del lugar, Sasuke solo la vio irse y volvió con sus mellizos.

-Papá, ¿Por qué peleaste con nuestra hermana? – Preguntó curioso el pequeño Itachi.

-Diablos, no me digas que ya te enteraste del beso que Boruto le robó – Dijo Shisui

-¿¡Que Boruto qué!? – Dijo Sasuke mirando molesto a Shisui.

-Shisui se suponía que era un secreto de nuestra hermana... eres un bocón – dijo dándole un golpe en la cabeza.

Una misión inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora