Capítulo 3

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Me despierto y aún no ha sonado la alarma de el móvil. Estoy súper nerviosa, y lo mejor es que no se de que... Miro el móvil y son las 16:00 h. Aun me queda una hora.

Me voy a la ducha, para relajarme un poco. Cuando salgo son las 16:30 h, siempre que entro en la ducha pierdo la noción del tiempo. Me pongo lo primero que pillo en el armario, unas munstang blancas, pantalones azules y una camisa a cuadros negros y blancos , me peino un poco el pelo y ya estoy lista.

Bajo a la cocina a merendar, que tengo mucha hambre. Voy al revés del mundo, en vez de no comer por los nervios como el doble. Me preparo un gofre con chocolate de esos que tanto me gustan y me lo como encantada. Es la hora de ir a casa de Eric, con seguridad salgo de mi casa y me despido de mi padre que esta en el salón viendo la tele.

—Papá, vendré antes de la cena. —digo.

—Vale hija, ten cuidado. —y dicho esto salgo de casa.

Cuando estoy frente a su puerta, me pongo mas y mas nerviosa... ¿que me pasa? esto no es normal. Ni que fuera un cita. Me armo de valor y toco el timbre. Contesta Eric y acto seguido me abre. ¿Tengo que subir a su casa a solas? Madre mía... hacía ya tiempo que no subía a casa de un chico.

Entro por la puerta de su casa, cierro la puerta y cuando me doy la vuelta, me encuentro a Eric detrás mía, con solo una toalla al rededor de la cintura y con el pelo mojado. Doy un pequeño respingo. No me lo esperaba así. Tiene unos perfectos abdominales y buen cuerpo. Dios mío en que estoy pensando. Me pongo roja.

—¿Que tal estás, pequeña? —me dice de repente, y vuelvo a tierra. ¿pero que me está pasando?

—¿Eh?... bi... bien. —Balbuceo. Parezco tonta. 

Eric se me queda mirando, de arriba abajo. Me pone nerviosa que haga eso, y le digo.

—¿Que miras tanto?

—Te miro porque estas increíble. —dice con una sonrisa en la boca.

Me pongo roja y miro al suelo, no se que decir. ¿Por qué me pongo tan nerviosa? Finalmente decido decir.

—No mientas Eric, no soy guapa, ni soy increíble. —digo en un tono triste. Al fin y al cabo es lo que siento. Las chicas de mi clase se arreglan, se maquillan, pero yo no. Yo soy una chica corriente...

Eric se acerca ami me coge de la barbilla y la inclina hacia arriba.

—Rocío, eres increíble nunca dudes de ti, eres hermosa. —dice en un tono tierno. Me acerca a un espejo.

—Mírate. ¿Me vas a decir que no eres hermosa? —me dice intentando convencerme. Yo no se que decir, en mi vida me habían dicho esto, es más mis ex me decían lo contrario. Por eso la inseguridad que tengo se la debo a  ellos. No creo en el amor. Pero, Eric es el único que me ha dicho lo guapa que soy. ¿por qué se comporta así conmigo? seguro que es uno de sus trucos, se lo dirá a todas. 

—Gracias... —digo por los piropos que me ha dicho y prosigo. —¿Por qué me dices todas estas cosas Eric?

—Solo te digo la verdad pequeña. —me dice.

Bueno, bueno... no me lo creo mucho. Me he vuelto muy insegura, por mis desamores. Y de repente se me viene a la mente que estoy aquí para enseñarle a Eric Barcelona. Y cambiando de tema por que si no se pondría mas pesado, le corto.

—Te recuerdo, Eric que estoy aquí para enseñarte Barcelona, no se si lo recuerdas. —le digo en un tono sarcástico. Sabía que no debía venir, la última vez que hago caso a mi amiga Marta...

—Espérame en el sofá pequeña, ahora mismo salgo. —dice mientras entra al cuarto de baño.

Mientras maldigo por estar en ese momento ahí miro el móvil, son las 17:15 h y aun seguimos aquí... de repente me llega un Whatsapp, entro a ver quien es. Es de marta. 

No me hables, solo bésame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora