No me hables, solo bésame.

Capítulo 7

Son las 16:15, estoy apunto de salir de casa, cojo todos los apuntes de física y los meto a la mochila. Me dirijo al salón donde se encuentra mi padre, y me despido de él.

—Papá, me voy a casa de un amigo a estudiar física. —digo.

—Vale Rocío, ten cuidado eh. —me dice, no se si es porque es lo que suele decir o porque lleve cuidado en otro aspecto.

Salgo de casa. Llego en 5 min a casa de Eric y toco el timbre.

—¿Quién? —pregunta.

—Soy Rocío. —contesto intentando que no se me note que estoy nerviosa.

Subo por el ascensor hasta su piso, intentando tranquilizarme y suplicando de que este totalmente vestido. 

Entro por la puerta, no veo a Eric. Ahora saldrá. 

Me siento en el sofá, me da vergüenza buscarlo por su casa, ya aparecerá. Me pongo con el móvil a entretenerme mientras que Eric viene. Busco su perfil en Instagram, no está privado. Casi todas las fotos que ha subido sale sin camiseta, que flipado. 

—Buenas tardes, pequeña ¿viendo mis fotos? —le sale una sonrisa pícara.

Me sobresalto. Joder sale de la nada y me ha pillado mirando sus fotos... Que vergüenza. Tierra trágame. Me doy la vuelta y mis suplicas no han funcionado, está sin camiseta. 

—Hola Eric. ¿empezamos? —digo nerviosa y evadiendo su comentario.

—Esperate un poco, ¿que prisa tienes? —dice.

Será cabrón. 

—Pues Eric cuanto antes empecemos antes acabamos. —le reprocho.

Se me queda mirando con cara de incógnito. No se esperaba esa contestación, sabe que se lo estoy poniendo muy difícil.

—Pequeña, me lo estas poniendo muy difícil, pero sabes muy bien que no me voy a rendir. —me dice muy convencido.

—Hasta que pase un pivón, te baile el agua y te vayas con ella. 

—El pivón se me ha cruzado ya y no me baila el agua. —contesta muy seguro. 

—Eric... no me refería ami. 

—Ya lo sé pequeña, venga empecemos con la física, vamos para mi cuarto. —me dice al mismo tiempo que me coge de la mano. 

Mientras que vamos a su cuarto el corazón se me sale del pecho. 

—Siéntate en la cama. —me dice.

Yo niego con la cabeza, y el me mira raro. 

—Rocío, que la cama no muerde eh. —me dice riéndose.

—Ya lo sé. 

Le miro y me siento en la cama. Es muy cómoda hay que decirlo.

—Bueno Eric, empecemos por favor. —digo intentando que esto sea lo más rápido posible.

—Tú mandas. —me dice.

Bueno allá vamos.

Le explico como puedo los ejercicios que nos habían mandado para hacer, le pongo ejemplos prácticos para que lo entienda mejor, le digo que lo intente el también para que se le queden las cosas, a lo tonto hemos echo ya 5 faltan 10 ejercicios, se van complicando cada vez más, pero finalmente los consigue a hacer bien y lo mas importante es que entienda como se hacen. Me siento orgullosa, de mis explicaciones.

—Muchas gracias pequeña, no sabría lo que sería de mi en física sin ti. —me lo agradece con una enorme sonrisa.

—No hay de que, bueno me voy ya, ya he cumplido con mi deber. —digo intentando irme de allí lo más  rápido posible. No puedo negar que Eric esta muy bueno, a si que si me quedo en su casa, posiblemente me ciegue por la pasión del momento y no quiero eso.