Armonía De Amor

Primeros pasos.

Capítulo 1

"Norah"

Entré al instituto a rastras, detestaba este lugar. No era una alumna sobresaliente, ni popular, tampoco era algo que me interesase, pero detestaba tener que pasar más de la mitad de mi día aquí, preferiría estar en casa con mi cuaderno y un lápiz. Lo que para mí eran sinónimos de paz y tranquilidad, a diferencia de este lugar lleno de estúpidos adolescentes.

Cuando iba en dirección a mi casillero noté como algunos me miraban, que extraño eso definitivamente era nuevo. Cuando iba a abrir mi casillero Christelle tomó mis hombros volteándome para quedar frente a frente, la miré asombrada y ella tenía una gran cara de emoción.

- ¡Llevas medio millón de visitas!

- ¿Qué? – Pregunté confundida, ¿De qué estaba hablando ahora?

- Ayer subí un video tuyo a YouTube, ¿Recuerdas ese video que tenías cantando "Sweet Escape"?

- ¿Qué tu hiciste qué?

- Luego me lo agradeces, mira todos estos comentarios positivos. – Ella me enseñó su celular y yo lo tomé rápidamente para ver los comentarios, ella tenía razón solo eran comentarios positivos. – Se está volviendo viral.

- Has hecho una locura, Christelle.

- Lo sé, luego puedes agradecérmelo. – Ella besó mi mejilla y yo solo sonreí mientras actualizábamos el video para ver como los números subían.

Sin siquiera saberlo ese fue el momento en donde mi rutinaria vida empezaría a cambiar.

Firmaba las fotos para el próximo concierto cuando pude escuchar las primeras notas del violín, disfruté poniéndole atención hasta que Seth me obligó a volver a mi trabajo, seguí firmando mientras escuchaba a mi productor mezclando las pistas para hacerle sonar bien y a mi parecer lo estaba haciendo bastante bien.

- Bien, puedes descansar. Debo arreglar el sonido. – Cuando levanté la mirada, Seth puso su mano sobre mi cabeza obligándome a volver a mirar las fotos.

- Enfócate, solo te quedan 20.

- Me duele la mano. – Hice un puchero mientras seguía. – Si continúo haciendo esto me dará tendinitis y te demandaré por abuso infantil.

- Pero si tienes 19 años, ¿Qué dices?

- Siempre le puedo decir a la policía que haces trabajar a niños chinos en esto. – Él sonrió divertido.

- No hagas esa clase de chistes delante de la prensa, ahora continua. – Bufé.

- Si me da tendinitis no podré tocar la guitarra.

- Para eso le pago a alguien para que lo haga. – Fruncí el ceño, Seth siempre me ganaba. Maldito adulto ingenioso. Por el rabillo de mi ojo vi como Charlotte tomaba agua en uno de los sofás que estaban en el estudio. - ¿Has hablado con Shawn? – Asentí volviendo a las firmas.

- Está de gira, pero pronto volverá a Nueva York.

- Eso es estupendo, estaba pensando que ustedes dos podían...

- Por décima vez, no haré el dueto con Shawn. Es mi amigo, pero no tenemos las mismas ideas musicalmente hablando. – Murmuré tirando el bolígrafo sobre la mesa, por fin había terminado. Moví mis muñecas tratando de relajarle. – Me duele.

- Te traeré un poco de hielo. – Yo asentí, Seth se fue y yo seguí moviendo mi muñeca.

- Lo estás haciendo mal. – Miré confundida a Charlotte. – Eso solo tensará más tus músculos. – Ella se sentó a mi lado y tomó mi muñeca aplicando presión en ellas. – Normalmente cuando me pasa me hago un pequeño masaje, es lo más efectivo para que mañana no te siga doliendo.

- ¿Suele pasarte a menudo? – Le observé mejor, era linda.

- Bueno, ya no tanto, pero si al principio. – Ella ni siquiera me miró.

- He escuchado un poco de lo que has hecho, ha sonado bien.

- Supongo que gracias, pero aun así debo continuar mañana porque ahora tengo que ir a mi clase.

- ¿En qué universidad estas? – Ella me miró de una manera extraña.

- Yo aún estoy en la secundaria. – Le miré asombrada.

- Debes estar bromeando. – Ella negó levemente.

- Tengo 17 años, aun voy en mi último año. – Ella empezó a tomar sus cosas.

- ¿Qué? – No es que ella se viera muy mayor, pero en serio pensé que era algo así como una estudiante de Julliard o algo así. Ella me miró divertida.

- Me has contratado sin saber nada de mí, podría estar en libertad condicional.

- No lo estas. – Murmuré divertida. – Es Seth quien se encarga de todo lo legal, yo solo le pido las cosas.

- Niña mimada. – La miré haciéndome la ofendida.

- Discúlpame por tener un sello discográfico encargado de darme lo que quiero porque le doy suficiente dinero para que ellos me mantengan aquí. – Ella rio levemente.

- Se me hace tarde, nos vemos. – Yo asentí y ella se marchó rápidamente del lugar.

No me había ofrecido a llevarle incluso cuando hoy se había comportado bastante amable a diferencia del otro día por una sola razón, yo solo le complicaría la vida. Al menos eso me había hecho entender mi hermana menor la última vez que quise llevarle a su escuela, había provocado que ella se volviera el centro de atención de su escuela y a diferencia mía, mi hermana prefería mantener su perfil bajo, además había causado que algunos paparazzi le siguieran, pero gracias a Seth habíamos podido solucionar el asunto.

- ¡Norah! – Seth entró casi gritándome haciéndome sobresaltar. - ¡Norah tengo excelentes noticias!

- ¡Pues dilas!

- ¡Han llamado para que cantes en el Lollapalooza! – Yo abrí mis ojos emocionada. – Bueno, es solo aquí y en Chicago, pero es el Lollapalooza. – Yo lo abracé fuertemente y él rio.

- Tenemos que ir a celebrarlo.

- Sin alcohol. – Él me miró seriamente. – No quiero problemas con la prensa, menos ahora.

- Claro, sin alcohol.

Este era el primer paso para empezar a escalar en mi género musical, en mi caso era un poco más difícil captar la atención del público cuando los grandes éxitos estaban en la rama del pop, pero lo lograría. Todos conocerían mi nombre y dejaría una huella en el mundo. Y sin duda alguna les demostraría a mis padres que esto no era ni una etapa, ni un pasatiempo, ni mucho menos la forma de llevarle la contra. Le demostraría que esto era lo que me gustaba y a lo que me quería dedicar.