Finale.

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Capítulo 35
"Charlotte"

- Y la joven pareja dorada se separó. - La periodista de la farándula habló, me preguntaba por qué sigo viendo estos canales estúpidos. - Luego de tres años de matrimonio, la adorada pareja de Hollywood ha decidido separarse, no hay aclaraciones de los motivos pero se ha hablado bastante el último tiempo de infidelidades y por otro lado hay quienes aseguran que se trata por su trabajo... - Apagué el televisor cuando ya me había hartado de las estupideces que hablaban, ellos no sabían nada.

Fui a la habitación para ponerme mi traje de baño e ir a tomar sol a mi patio, necesitaba un respiro de todo. Al parecer mi cuerpo se había relajado demasiado pues el sueño me había ganado.

Cuando desperté tenía unas suaves manos en mi piel, ella me aplicaba bloqueador solar con suavidad y yo solté un suspiro disfrutando de sus caricias.

- Te he dicho más de una vez que no puedes seguir durmiendo aquí, sobretodo si no usas protector solar. - Ella me miró molesta. - No sé que sería de ti sin mi.

- Seguramente hubiera vuelto a Nueva York a refugiarme con mis padres, no todos los días te divorcias, a diferencia de lo que piensan todos ahora que Selena y Justin se divorciaron, está parece la definitiva.

- Tienes que dejar de ver E! Y Clevver Tv. - Me molestó. - Ya lo veía venir, nunca tuvieron del tipo de relación estable y aún así decidieron casarse. - Ella masajeó mis piernas. - A nosotras no nos pasará eso.

- No escupas al cielo. - Ella se detuvo para mirarme inmediatamente. - Una nunca sabe lo que puede pasar, Norah.

- Si, pero no digas ese tipo de cosas que me trae malas vibras. - Sonreí. - Nosotras estamos bien y hemos trabajado mucho para esto, obviamente no nos separaremos por cualquier motivo.

- Está bien. - Ella se acercó y besó mis labios en un suave beso. - Te he extrañado un montón.

- Y yo, las cosas en la disquera han estado más pesadas que nunca.

- ¿Debe preocuparme el hecho de que anoche no hayas llegado a dormir? - Ella negó con una sonrisa.

- Sólo se me ocurrió algo y no salí del estudio hasta temprano.

- ¿Puedo saber que es?

- Una canción, nada muy diferente. Desde que te conocí la mayoría de mis canciones hablan de tí. - Sonreí.

- Y las mías de tí.

- Menos la de Candace.

- ¿No lo olvidarás nunca? - Rodee los ojos. - Además, en esa canción técnicamente le dije perra manipuladora por lograr atraparme con sus encantos cuando estaba tan sensible. - Ella rodó los ojos.

- Ella no te puso una pistola en su cabeza para que te acostaras con ella, pero me molesta que esa canción haya tenido tanto éxito en su momento.

- Fue porque usé malas palabras. - Abracé su cintura antes de besar su hombro. - Aun así, no tuvo más éxito que la canción que hice cuando nos casamos.

- La gente es muy curiosa, le gusta ese tipo de música sobretodo si se te ocurre poner imágenes de nuestra boda en el vídeo musical.

- Pasa algo. - Ella sólo desvío su mirada. - Oh, cariño. Perdón, se me ha olvidado que día es hoy.

- No te preocupes. - Mi abrazo se volvió un poco más fuerte y ella soltó un suspiro. - Es sólo que a veces lo extraño.

- Es normal, Norah. Es tu padre. - Acaricié su mejilla. - Pero hemos trabajado un montón de tiempo esto y sabes que si bien, no está contigo aquí, - Puse mi mano sobre su pecho. - pero él sigue ahí. - Ella me sonrió.

- Sin ti seguramente estaría perdida o en el club de los 27.

- O quizás no hubieras llegado a los 27. - Lo decía en serio y ella lo sabía. - Si empiezan a aparecer todos estos pensamientos de nuevo, por favor habla conmigo, mi amor.

- Tranquila, sé que estás aquí. - Norah tomó mi mano antes de besarla. - Y sé que no me permitiré volver a hundirme en esa oscuridad, no sólo por tí, si no que también por mí. - Sonreí, porque no podía estar más orgullosa de la mujer que tenía frente a mí. - ¿Quieres hacer algo?

- Contigo quiero hacer un montón de cosas. - Ella rio, aún a pesar de los años me seguía encantando su risa. - Pero estoy tan cansada, así que podríamos simplemente dormir.

- Me parece una buena idea. - Ella me tomó en sus brazos y yo sonreí hasta que me di cuenta que ella no caminaba de vuelta a la casa, iba la piscina. - Pero antes deber tomar un baño.

- Norah, no te... - Y ella saltó conmigo en sus brazos.

Salí a flote rápidamente antes de empezar una guerra de agua con Norah, a ella no le parecía importar su ropa, aunque sabía que Seth se iba a enfadar cuando viera las zapatillas que se supone que Norah debía promocionar.

Nos encontrábamos cenando luego de que descansaramos un rato del día. Luego de la tarde en la piscina cada una tomó una ducha y decidimos tomar una siesta, cuando nos despertamos pedimos comida y cada una tuvo su propio espacio para trabajar en su música, normalmente nuestras vidas se habían convertido en eso y aquello no me molestaba.

- Podríamos adoptar. - Me atoré con el pedazo de pizza y ella acarició mi espalda antes de tenderme un vaso de agua. - Vaya, pensé que esa clase de reacciones era sólo para películas y estúpidas novelas de romance juvenil.

- ¿Quieres un bebé?

- ¿Tú no? - Vi en su mirada el terror ante ello.

- Uhm, si. Si lo quiero, pero no sé si es una buena idea tener a un bebé en este momento de nuestras vidas, me refiero a que ambas tenemos estilos de vidas ocupados y un bebé necesita mucho tiempo.

- Lo sé, pero he estado pensando en el último tiempo que quizás es momento de que yo... Me retiraré. - La miré sorprendida por segunda vez en menos de 10 minutos.

- ¿Qué?, Tú amas escribir, Norah. Si queremos formar una familia podemos esperar un poco más.

- No lo hago por eso. - Ella me sonrió. - Lo hago porque ya me he cansado de eso, he disfrutado de eso, pero en todos estos años apenas he descansado para nuestra luna de miel, mi amor. Quiero volver a probar ese estilo de vida, quizás algún día decida volver.

- ¿Y tú disco?

- Lo terminaré, lo promocionaré y me retiraré.

- Supongo que ya lo tienes todo planeado, aunque no quieras admitirlo has pensado todo por el bebé. - Ella se encogió de hombros. - Si eso quieres, podemos intentarlo.

- Gracias. - Ella soltó un suspiro. - No tienes idea de cuánto te amo, Charlie.

- Ni tú sabes cuánto te amo a ti, Norah. Si no, no estaría aquí contigo.

- Un brindis por eso.

Armonía De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora