Capítulo 10
"Charlotte"- ¡¿Cómo que te irás todo el verano de gira con Norah Collins?! - Michelle me miraba sorprendida.
- Lo sé, es increíble, ¿No? - Sonreí. - Nunca pensé que mis padres aceptarían algo así, pero Norah resultó muy convincente y me ayudará con Julliard.
- ¿Qué tiene que ver ella con esa universidad?
- Más de lo que crees, resulta que el nuevo rector es hermano de su mánager y le están hablando muy bien de mi gracias a su disco. - Dije emocionada.
- ¿Y nuestros planes? - Michelle frunció el ceño.
- Lo siento mucho, pero esto es una gran oportunidad. - Además, podría pasar mucho tiempo con Norah.
Las cosas con Norah eran magníficas, estar a su lado era como estar en un paraíso, aunque siempre debamos estar en su departamento y si salimos no podamos hacer mucho porque siempre esta la prensa casi encima de nosotras. Norah era muy romántica y atenta conmigo, era la novia perfecta, aunque no eramos novias. Eramos... Una etiqueta complicada.
- Eres muy cercana a Norah.
- Nos hemos vuelto buenas amigas. - Ignoré su mirada enfocándome en ordenar mi mochila para poder irme al departamento de Norah.
- ¿Y qué sabes de lo de Elliot? - Le miré de reojo.
- Son novios, todo el mundo lo sabe.
- Pero quiero más información.
- ¿Y para qué quieres más información? - Alcé una ceja.
- Para mi cuenta en Twitter. - Ella rodó sus ojos.
- No me meto en esa relación, pero parecen estar muy comprometidos con ella.
- ¿Qué quieres decir? - Ella abrió sus ojos sorprendida. - ¿Crees que van a casarse?
- ¡¿Qué?! - Me exalté, debo evitar decir cosas que puedan malinterpretarse de esa forma. - Claro que no, Michelle. Sólo digo que ellos están saliendo en serio. No estoy para todo esto, ya debo irme.
- ¿Tienes otro ensayo? - Asentí sintiéndome un poco mal por mentirle a mi mejor amiga.
Aún no estaba lista para decirle a Michelle, o a mis padres, o todo el mundo. Siempre me había sentido atraída por las chicas, había intentado no pensar mucho en ello y había intentado salir con chicos, pero no podía obligarme a aquello. Cuando Jason empezó a insistir para salir conmigo me sentía mal al rechazarle y no poder darle una explicación del por qué no quería salir con él, la verdad cualquier chica sería afortunada al salir con alguien como Jason, pero yo no. Cuando vi a Norah por primera vez debía admitir que pensé que era hermosa, pero no quería aumentar el ego de la artista ni hacer parecer que era una niña, incluso cuando ella me llevaba solo dos años.
- ¡Norah ya estoy aquí! - Le avisé mientras me quitaba los zapatos, cuando levanté la mirada ella corría hacia mí y saltó sobre mi cuerpo. Ella se aferró a mi como si fuera un Koala, la miré sorprendida antes de que ella riera y empezara a besar mi cara. - ¿Estás drogada?
- Solo esta feliz, Lana del Rey la elogió en una entrevista. - Miré a Elliot quien comía un trozo de pizza.
- ¡¿Puedes creerlo, cariño?! - Ella tomó mi rostro entre sus manos.
- Es asombroso. - Sonreí al ver lo feliz que se veía. Supongo que era normal cuando una persona que admiras te elogia. Ella me besó y rápidamente volví a sentir ese cosquilleo.
- Ugh, si van a hacer eso mejor me voy temprano. - Norah se separó lentamente de mí con una sonrisa antes de limpiar mis labios de su lápiz labial. Ella seguramente venía de la disquera. Sus ojos estaban maquillados perfectamente para resaltar el color de estos. - Hola, sigo aquí.
- Ya vamos, Elliot. - Norah volvió a tocar el suelo con sus pies y tomó mi mano. - Te he extrañado hoy.
- Y yo.
- Ugh. - Elliot rodó sus ojos antes de irse a la sala.
Elliot era uno de los pocos que sabían de nuestra especie de relación, claro que Seth también lo sabía porque Norah al parecer no solía tener secretos con su mánager. Elliot debía estar un rato en el apartamento de Norah para que la prensa hablara, pero él era muy agradable y no me molestaba su presencia aquí. Aunque eso significara que Norah no me besase todo el tiempo.
- Hemos estado haciendo los arreglos de la canción. - Norah me llevó a su sala de ensayo y me sorprendí de ver a Elliot ahí sentado en el piano.
- ¿Tú no te habías ido a la sala?
- Supe que la traerías aquí, yo también quería presumir de nuestra canción.
- Mi canción. - Norah gruñó.
- Nuestra.
- Mía. - Norah se paró frente a él con el ceño fruncido.
- En realidad es mía. - Sonreí levemente, Norah se relajó inmediatamente, Elliot era el único que podía sacarle de sus casillas cuando quería hacerlo.
- Si, es tuya. - Norah me lo había confesado el otro día y la verdad es que me había sentido muy halagada y especial.
- Me dan diabetes. - Elliot fingió vomitar.
Veíamos una película en su sala, ambas estábamos en el sofá en forma de L mientras Elliot estaba en un sofá individual atento en la película. Norah repartía suaves caricias en mi costado, yo estaba muy cómoda recostada en su pecho y la verdad me estaba quedando dormida cuando mi alarma sonó, era hora de irme.
- Detesto que debas irte a casa. - Norah hizo un pequeño puchero que provocó que me derritiese. Sus brazos me rodearon en un abrazo.
- Lamento ser menor de edad y depender de mis padres.
- No he querido decir eso.
- Lo sé. - Besé su mejilla. - Elliot, ¿Podrías bajar para sacar un poco la prensa y poder irme? - Noté como ambos intercambiaron una mirada.
- Char... Elliot se va a quedar acá.
- ¿Qué? - Le miré sorprendida. - La gente va a pensar que ustedes...
- Es la idea que piensen aquello, somos novios. - Elliot me miró. - Lo siento. - Sabía que él hablaba en serio por su mirada.
- ¿Por qué no me dijiste esto?
- Nos informaron hoy. - Norah tomó mis manos. - No te preocupes, sabes que no pasará nada. Informaré a Wesley que te saqué por atrás y se preocupe que tomes un taxi.
- Norah. - Ella me miró y dejé un suave beso sobre sus labios. - Nos vemos mañana.
- Nos vemos mañana. - Ella sonrió.
- ¡Nos vemos! - Elliot me alzó en sus brazos haciéndonos reír, era tan torpe.
Cuando volví a casa había llegado justo a tiempo para aparentar que llevaba horas en casa, fui directo a mi habitación para estudiar un poco. Los exámenes finales estaban cerca y para poder irme con Norah debía aprobar.
- En serio pareces querer ir a esa gira. - Miré a mi padre un momento.
- Es una gran oportunidad.
- Y me alegro que las tengas. - Él sonrió. - Norah es una buena chica.
- Si, lo es. - Volví a mirar mis notas. - Gracias por dejarme ir, papá.
- Agradecele a esa chica que es muy buena con las palabras, espero apruebes los exámenes.
- Yo también. - Sonreí, no sólo era una excelente oportunidad para mi carrera musical, sino que para pasar tiempo con Norah.
ESTÁS LEYENDO
Armonía De Amor
Novela JuvenilNorah Collins es la nueva revelación en el mundo de la música alternativa resultando ser un gran éxito alrededor del mundo. Necesita un poco de inspiración para lograr terminar su segundo disco y la encuentra en una violinista que captó su atención...