Armonía De Amor

Una Noche con Charlotte.

Capítulo 15
"Norah"

Esperaba que Charlotte fuera por un abrigo mientras vigilaba que Christelle y Michelle siguieran hablando entre ellas, era nuestro momento para escapar. Cuando la vi salir de habitación le hice una señal para que guardara silencio, tomamos nuestros zapatos mientras esperábamos el elevador y cerré mis ojos cuando este sonó.

- ¿Qué es eso? - Escuché la voz de Christelle.

- Corre. - Le dije rápidamente a Charlotte tomando su mano y nuestros zapatos entrando al elevador, cerré la puerta justo a tiempo cuando ellas se asomaron para vernos. - Justo a tiempo.

- ¿A dónde iremos? - Ella preguntó mientras ambas nos poníamos nuestros zapatos.

- Ya lo verás.

- Vamos, dime. - Negué. - ¿Y si te doy un beso?

- Lo pensaré. - Alcé una ceja y ella tomó mi cara antes de empezar un lento beso.

- ¿Me dirás?

- Mmh... - Mordí mi labio. - No. - Ella bufó y yo sólo reí. - ¿Confías en mí? - Ella asintió. - Entonces confía en mí ahora, será una noche estupenda.

- Bien. - Cuando salimos del edificio agradecí que los periodistas no estuvieran, guíe a Charlotte hasta Central Park en donde no había mucha gente y cada una estaba en su propio mundo. - Charlotte.

- ¿Qué pasa?

- ¿Te gustaría tener una cita conmigo? - Le pregunté mirándola a los ojos. Ella sonrió levemente.

- Por supuesto, ¿Cuándo?

- Justo ahora. - Tomé su mano entrelazando nuestros dedos. - Me he dado cuenta que estamos saliendo, pero en realidad no hemos podido tener citas. Quiero compensartelo.

- Podrían sacarte fotos. - Sonreí.

- No te preocupes por eso, estamos en el lugar indicado. - La llevé por el parque y estuve en lo correcto, nadie parecía notar mi presencia.

- ¿Estas segura de esto?

- Tranquila, relajate y disfrutemos de nuestra primera cita oficial. - Besé su mejilla.

- Norah, - Le miré mientras empezábamos a caminar. - gracias.

- No es nada.

Caminábamos por el gran parque de Nueva York hablando de cosas irrelevantes y cosas importantes, no importaba el tema que fuera, ella me escuchaba atentamente de todas formas. Me detuve al escuchar a un músico que cantaba ahí, nos acercamos para escucharlo y le dejé algunos dólares.

- Me gusta esta canción. - Murmuró Charlotte, tomé su cintura empezando a bailar lentamente. - ¿Qué haces?

- Baila conmigo.

- Yo no bailo, soy pésima. - Sonreí antes de acercarme a su oído.

- Sólo sigueme, cariño.