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Me desperté temprano, me estaba preparando para ir a la escuela, pero antes de eso me paré frente al espejo, el chupetón que me había hecho Samuel era a la misma altura que el que le había hecho yo.

Me metí a bañar para apresurarme y marcharme a la escuela, entré a mi baño para darme una ducha de quince minutos; saliendo usé un conjunto de ropa interior color negra de encaje que me había comprado hace un tiempo, pero me daba pena usarlo. Elegí unos jeans ajustados y una blusa a cuadros pegada, haciendo resaltar mi busto, mi maquillaje fue muy básico, rímel, brillo labial. 

Bajé a la cocina con poco tiempo para desayunar algo, tuve que agarrar una manzana para ir comiendo, al abrir la puerta me encontré a Samuel, iba vestido de negro, su ropa era para motocicleta. 

—¿Qué haces aquí?

—¿No puedo venir por mi novia para llevarla a la preparatoria?

—Claro que puedes, pero me sorprendiste

—Ese es el punto

Cerré la puerta de mi casa y observé la acera, frente a nosotros estaba una motocicleta; Samuel caminó hacia ella y me dio uno de los dos cascos que tenía.

—Es hora de irnos bebé

—¿Bebé? —Dije burlona.

—Entonces ya no te diré ningún apodo

—Sensible

—No es cierto

Después de eso le di un beso y después le hice un segundo chupetón en su cuello. Él sonrió, nos subimos a la motocicleta, nos colocamos los cascos y Samuel aceleró para irnos a la escuela.

El viaje no duró mucho, llegamos en veinte minutos a la escuela, cuando bajamos de la moto y nos quitamos los cascos noté que las miradas de algunos compañeros estaban sobre nosotros.

—Llegó la fácil de la escuela—dijo la plástica a mi espalda.

—¿Yo? —Quería confirmar que me estaba jodiendo a mí.

—Sí, por cierto te preparé una sorpresa en la cafetería

¿De qué mierda habla? Ella no es de prepararme sorpresas, pero sabía que las cosas no iban a ser buenas si ella estaba de por medio. Caminé al lado de Samuel para ir a la cafetería, mis nervios estaban de punta y no tenía miedo de lo que ella hizo.

—Sam, tranquila, averiguamos lo que hizo y después vamos a clases...

—Pero y si lo que hizo es horrible...

—Haré su vida un infierno, tú no te metiste con ella para que esté haciendo todo esto

—Fue porque empezamos a salir, ella está molesta por eso

Cuando llegamos a la cooperativa vi a mi ex, me detuve por completo y Samuel se puso todo tenso.

—Vámonos Sam

—Sí, no quiero estar aquí...

Justo cuando di media vuelta David comenzó a hablar.

—Por favor nena, no te vayas, todo esto se hizo por ti

—Yo no lo pedí

—Vamos, ¿por qué no me haces feliz como antes?

No podía dejar que mencionara más cosas, él no podía divulgar que tuvimos algo.

—Ya no somos nada

—Pero esas tardes no sé pueden olvidar, ¿o sí?

—¿De qué tardes habla Sam?

LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora