16

291 21 0
                                    

Narra Samantha 

Después de lo que había pasado con Santiago había preferido marcharme, hoy no tenía opción de faltar, debía ir a la escuela porque mi padre me obligaría. Me alisté como siempre, la pareja de mi padre entró a mi habitación y me sorprendí. 

—Hola 

—¿Pasa algo? 

—En la tarde quisiera salir a comer contigo, quiero hablar...

—¿Sobre?, disculpa que sea así, pero no me agrada salir a platicar, siempre debe existir un motivo 

—Bueno, tu padre y yo queremos saber qué opinas sobre tener un hermano 

—¿Hermano?, no creo que sea posible que mi madre tenga otro hijo con mi padre, un hermanastro, me daría igual, porque yo no lo voy a tener y no es mi vida, lo aceptaría de alguna forma por llevar la sangre de mi padre... —Fui un poco grosera, debí dejarlo en hermano y no en hermanastro, que se escucha más cruel.

—Gracias por tu sincera opinión Samantha

—Perdón, he sido así desde hace tiempo...

Usé la excusa más barata que podía encontrar en esos momentos. Ella se despidió y estaba a punto de salir de mi habitación, en ese instante alguien tocó el timbre, me asomé por la ventana y vi estacionado el coche de Santiago.

—Podrías decirle que ya me fui a la escuela, por favor—supliqué para que ella me ayudara.

—¿Por?

—No quiero irme con él y sería cruel rechazarlo directamente

—Está bien, yo le diré

Salió de mi habitación, esperaba que le dijera, Santiago tardó un minuto más en irse, no podía verlo a la cara, quería hablar con Samuel antes de que las cosas empeoraran. Tocaron a la puerta y después abrieron, yo no había pronunciado nada para que pasaran, pero ya era tarde.

—Hija, abajo te espera el chófer para que se marchen

—Gracias papá

Bajé a la cocina, tomé una fruta y busqué al chófer, sabía que nuestro trayecto iba a ser silencioso, pero no me imaginé que fuera corto.

—Señorita, ¿a qué hora sale?

—Iré con mi novio, así que no te preocupes, yo llegaré a casa

—Bueno, estoy a su servicio

—Gracias

Bajé del auto y entré a la escuela, cuando iba caminando hacia el salón me encontré con Karina, noté que sus ojos estaban rojos, inmediatamente pensé que Óscar le había hecho algo.

—¿Qué te hizo tu novio?

—Apareciste—respondió sorprendida.

—¿De qué hablas?

—Samuel me dijo que habías desaparecido, que tal vez tu papá te había secuestrado o algo...

—¿Por qué?

—Porque el día que te fuiste te buscó y obvio no te encontraba, ayer no apareciste en la escuela...

—Pero no fue por eso, me mudé con mi papá porque mi mamá se fue al extranjero y Santiago me ayudó a conocer mi colonia, fuimos al centro...

—¿Qué ocultas?

—Promete no repetirlo ni decirle nada a nadie...

—Está demás, pero lo prometo

LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora