11

236 23 0
                                    

Había pasado un mes desde que desaparecí para todos los de la escuela, me distancié de mi mejor amiga, me dolió bastante al principio, pero con el paso de los días todo eso se fue convirtiendo en algo más, algo que estaba acumulado en un pasado. Empecé a escribir unas pequeñas notas, y la que más tengo grabada es la que escribí para Samuel: "odio cuando usas tu disfraz de chico malo y pretendes que eres de acero, que nada te duele; pero lo peor es que, aunque quiera culparte, no eres culpable de lo que sentí, eres culpable de como dijiste que te sentías conmigo, aún sabiendo que no era verdad, que estabas mintiendo en esos malditos momentos...".

Tomé un baño de media hora, al salir elegí un coordinado de ropa interior de cebra, un short negro pequeño y ajustado para realzar mis glúteos, una blusa de tirantes blanco y mis flats negras. Ondule mi cabello y utilicé delineador en mi párpado superior, rímel y labial negro.

—Mamá, ya me voy a la preparatoria

—Sí, nos vemos en la tarde—dijo desde su habitación.

Salí hacia la parada del transporte, el clima era bastante favorable, cuando subí al transporte sentí las miradas de algunos hombres, sonreí ante dicha situación. El camino fue corto, cuando estaba en el instituto Karina me observó de pies a cabeza.

—¿Sam? —Preguntó sorprendida.

—Hola Karina

—Cambiaste—dijo decepcionada.

—Contigo jamás—respondí de forma sincera.

La abracé y saludé después a Óscar, ambos estaban callados por lo que decidí seguir mi camino hasta el salón, mis compañeros me observaron y mis compañeras empezaban a hacer sus grupos para hablar de mí.

—Samantha—era la voz de Samuel, giré para observarlo y lo noté diferente.

—Samuel—intenté sonar sexy.

—¿Podemos hablar?

—En el descanso

Dieron el toque de entrada, todos tomaron su lugar, me senté con Karina y esperaba que las cosas fluyeran con tranquilidad. Santiago y Samuel me observaron todo el tiempo. Mi cara era de satisfacción por lograr mi primer objetivo, coquetee con algunos de mis compañeros y noté que Samuel se molestaba y tensaba su mandíbula. Terminando la clase Samuel me llevó por la fuerza a las gradas, me burlé de sus acciones y eso lo molestó más.

—No vienes un mes y regresas para coquetear con medio mundo

—¿Celoso? —dije burlona.

—No, molesto, esa no es la Samantha que conozco

—No soy la misma, cambié por ciertos motivos, ¿no te gusta la nueva y sexy Sam?

—Esa no es la Sam de la estoy...

—¿Estás? —Él no podía decir que estaba enamorado de mí, no después de lo que había visto en ese maldito vídeo.

—Nada, creo que lo mejor es que cada uno siga su camino

—Eso hice desde hace un mes, creí que lo habías entendido

—¿Terminamos? —Preguntó arrepentido y sorprendido.

—Sí, debo marcharme que el tiempo vuela y debe haber personas importantes

Di media vuelta y regresé por donde me había llevado, me había dolido esto, pero no le iba a dar más importancia. Llegando al salón Santiago me saludó de beso y como buena chica lo abracé.

—Irte de vacaciones te ayuda

—¿Crees? ¿Te parece si saliendo vamos por un helado o pizza? —Pregunté de forma coqueta, él estaba más que feliz.

LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora