El Mestizo y El Demonio (Tomco) //AU//

Ocho

- Caballeros, ¿ Consiguieron los documentos? - La voz de Tom adquirió un tono de ultratumba.

- Sí, aquí están absolutamente todas las hojas intactas, señor- Dijo Oskar, pasando las hojas ya dichas a su amo

Tom hojeó el documento y dió una pequeña sonrisa maliciosa.

- Sí lo que decía mi primo es verdad, en mis manos tengo lo necesario para empezar la Revolución

Los otros hombres presentes levantaron sus copas en señal de alegría y prosiguieron con el desayuno.

Mientras en la cabaña de Marco, Jackie con el rostro ya vendado se daba un baño con el agua de pozo. No era muy elegante, pero servía.

- ¿¡Marco!?- Exclamó exaltada al ver al mencionado entrar- Deberías saber que no puedes entrar así a la habitación de una dama.

- Disculpa, Jackie.

- ¿Puedes salir ya? Me pones incómoda

Marco de mala gana salió,  apoyándose en la puerta para esperar la salida de la peliblanca.

- Si no es molestia, ¿ Me puedes traer un vestido? - Jackie seguía levemente enojada, y sabía que el chico no se había ido.

- Veré si encuentro uno

Marco se estiró y bostezo, tenía sueño. Fue a preguntar a cada chica mestiza que había pero con suerte ellas podían tener un vestido.

- Lo siento Jackie, pero no encontré ningún vestido.

- ¿Me podrías traer por lo menos algo para poder vestirme? Y que sea rápido, me está dando frío.

Marco dió un largo suspiro y fue a preguntarle a Oskar si tenía algo, ya que Star le regalaba prendas y suponía que las trajo con él hasta acá.

Caminando por el pasillo oía múltiples voces desde el comedor. No entendía muy bien lo que decían pero reconoció la voz de Tom y Oskar.

Se acercó, la puerta estaba cerrada.

No iba a abrir la puerta así como sí nada, pero no podía dejar a Jackie más tiempo esperando.

Rápidamente fue por una bandeja de plata a la cocina y dejó lo primero que vió sobre esta, para luego devolverse al comedor y tocar la puerta. Unos segundos después, le permitieron entrar.

- ¿Qué es tan importante cómo para interrumpir esta reunión? - Dijo Tom
enojado.

- Nada en especial, sólo que alguien pidió ....- Observó que era lo que había encima de la bandeja-..... Un pan con aceite....

- Pues nadie pidió eso- La mirada del europeo le hacía sentir muy amenazado.

- Oh, disculpe - Miró a Oskar, que estaba al lado de Tom, indicándole la salida con un gesto- Iré a traerle lo que había pedido, ¿Puedo ir con Oskar?

- ¿Tú que crees?

La respuesta a eso era "no", pero de todas formas él y Oskar salieron del lugar. Ya afuera, al segundo se le veía molesto.

- ¿Qué quieres Marco? ¿No ves que nos dejaste mal al frente del amo?

- Sólo quería preguntar si podías prestarme ropa para Jackie

- ¿Jackie está aquí? ¿Esa maleducada?

- Sí, y esta grave. Repito, ¿Me prestarías ropa?- Marco recién se había acordado de que Oskar y Jackie no se caían muy bien. A veces parecía que los nervios bloqueaban su cerebro.

- Esta bien, pero sólo porque eres mi amigo.

Marco con mucha alegría fue corriendo hacia la casita de Oskar, dejando a este sorprendido por la forma tan estúpida que actuaba al tratarse de esa chica que nunca lo había tomado en cuenta.

(.....)

- Así que..... ¿Cuál es el plan? - Janna estaba sentada encima de la cama de Star, puliendo la varita de esta.

- Pues, hay rumores de que Tom está muy avanzado con su idea. Al parecer va a efectuar los primeros pasos de la Revolución justo después del baile que organizará.

- Lo que no entiendo de esto es que ¿Por qué quiere hacer eso? ¿No debería estar en contra?

- Pues él no es español, a él le beneficiaría que este sector y otros sean independientes. Ya sabes, por la economía y el poder, esas cosas.

- Oh- Janna no mostraba mucho interés - ¿Y qué vas a hacer?

- No sé Janna ¡No sé!. Como criolla, toda la sociedad no peninsular me mirará mal por intentar detenerlos pero luego estan mis padres, que siempre los apoyaré en todo lo que digan y.....

- ¿Qué quieres hacer tú?

- No quiero ser rebelde

- ¡Fin! ¡Punto final a esta absurda conversación! Ahora, ya sabes......

- ¿Qué cosa?

Janna cerró la puerta y puso seguro. Se acercó a la rubia, lanzandole una mirada coqueta.

- Nada, sólo lo que normalmente hacemos por las noches solitarias.....

- Ahhh~

(.....)