El Mestizo y El Demonio (Tomco) //AU//

Nueve

Jackie al ya estar bañada, vestida y peinada fue otra vez hacia Tom para preguntarle sí podía quedarse con él. No le fue muy bien.

- Thomas, ¿Puedo recidir con usted hasta que me recupere de mi cicatriz?

- ¿Acaso crees que esto es una posada?

- No señor, pero no tengo donde quedarme

- ¿No tienes casa? ¿Cómo no vas a tener casa?

- Si tengo, pero es un viaje muy largo al Virreinato de Granada y no tengo recursos para efectuarlo.

- Mala suerte, pero no le prestare mi mansión a una parásito.

- ¿Puedo compartir casa con alguno de sus sirvientes?

- No puedes habitar una si no eres sirviente.

- Entiendo ¿Por lo menos......

- No.

Jackie al ver que era imposible sacar algo por parte de ese hombre sólo salió del lugar muy enojada.

- ¡Jackie!- Exclamó Marco al verla irse

- ¿Qué quieres? - Exclamó enojada

- ¡Buena Suerte!

Con esas dos palabras Jackie dió una pequeña sonrisa, emocionando a su enamorado. Ella se fue arrastrando los pies, por los moretones que tenía en las piernas.

- Star, para. No creo que sea necesario matarla.

- ¿Y desde cuando tu eres alguien moral, Janna? ¿Por qué te importa?- Golpeaba a Jackie con una silla, aplastando las patas en zonas delicadas.

- No es que me importe, pero ella no es una sirviente y sólo aprovechas está situación para matarla.

- ¿¡Y qué si es así!?

Jackie suplicaba piedad, pero lo único que obtuvo fue más dolor. Star manifestaba todo su odio en la hermosa Jackie, odiaba como ella era tan encantadora y atraía a los chicos.

Star sacó un cuchillo cualquiera de la cocina y fue directo hacia el rostro. Cómo si jamón fuese, le lamino piel de medio rostro.

- Ahora ya no tienes nada Jackie, ya nunca más serás hermosa.

Jackie lloraba, le dolía mucho, obviamente. Los abusos siguieron hasta que Star pensó que estaba muerta, dejándola medio enterrada en el jardín. Cuando fue a buscar una mejor pala para enterrarla, fue su oportunidad para escapar.

Marco no lo estaba pasando muy bien, en los días previos al baile Tom lo empezó a tratar muy mal. Lo amenazaba, le daba patadas y lo golpeaba cuando le daba la gana.

- ¿A eso le llamas pintar?- Exclamó

- Si, señor

- Yo veo que no sabes siquiera lo que significa pintar, animal- Aventó el rostro del mestizo hacia la zona con pintura- La pintura se acumuló, si no lo arreglas esto dejara una horrible burbuja tóxica ¿Eso quieres?

- N-no

- ¡Deja de mirarme como estúpido y trabaja! ¡Esos materiales son muy caros y no deseo que los gastes innecesariamente!

- ¿Estas complicado?- Bromeó Oskar al ver que Tom se iba.

- Oskar, ¿Por qué actúa así conmigo?

- Puede ser por algún defecto tuyo

- ¡Pero si todos mis defectos lo puede usar en mi contra sin problemas! No tiene sentido que se moleste por algo que pueda erradicar fácil.

- Entonces.....no sé..... ¿Te ve como alguien difícil de dominar e intenta hacerlo?- Dijo dudoso

- Puede ser, pero no soy el único así.

- Marco, te seré sincero. No tengo ni idea. Ahora, ve a lavarte la cara si no quieres tener para siempre una rara máscara blanca en el rostro.

Marco se fue corriendo al pozo a por agua, recibiendo las risas de Oskar por ver lo desesperado que estaba.

(......)

Era el día del baile, Jackie de nuevo fue a la mansión de Tom.

- Oí que usted planea asesinar a Star Butterfly en la gala de esta noche ¿No es así?

- Puede ser

- No es puede ser. Usted debe asesinar a esa hija de puta para el bien de todos.

- ¡Estás muy agresiva! ¿Un perro rabioso te mordió en el camino?- Dijo burlón.

- Como sea, sólo quería venir a desearle suerte.

- Ah, esta bien. Adios.

(....)

- ¿Que vestido uso, Janna? ¿El rosa o el celeste?

- Prefiero ese rojo que esta encima de la cama

- ¡Como dices eso Janna! ¡Ese es un vestido informal!

- Pues lo siento por no saber de moda- Dijo molesta.

- No es nada, no todos saben. ¿Azul o rosado?

- Rosado

Star agarró el vestido elegido y empezó a desvestirse. Cuando solo llevaba corset y su calzón de algodón, recibía la mirada interesada de Janna.

- No te ilusiones, no me sacare el corset.

- ¡Pero Star!- Pensaba en alguna excusa para ver los encantos de Star- ¿Por qué no buscas un corset más apretado a la cintura? Se verá que haces lo que sea para verte divina.

- Me convensiste, rata manipuladora.

La rubia se quitó el corset y mientras buscaba el otro dejaba a Janna contemplar.

- ¿Feliz?- Dijo mientras se ponía el otro.

- Podría estarlo más

Star le dió un empujón amistoso.

- Una dama no empuja gente

Ambas ríeron, se veía que entre dos brujas desiquilibradas había química.