Capítulo 3

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Carrie PDV

Decir que estaba muerta de verguenza era poco, había bajado en piyama y ni siquiera había valido la pena, me encerré en mi casa y me empecé a reir. Si bien había sido todo bastante ridículo, era una anécdota para contar supuse. Lo que más verguenza le había dado era que Rubén la había mirado de arriba a abajo.

"Es un hombre- pensé - y maldita sea yo soy idiota, ni una bata me puse encima"

 Me quedé dormida pensando en que no sabía donde buscar trabajo.

 Al otro día hice la nueva rutina diaria y me preparé para salir a buscar empleo, buscando ropa formal descubrí que había quedado mucho dinero y lo guardé en una caja para no gastarlo.

  Llevaba una hora caminando cuando ví que en una librería se buscaban empleados para un horario aceptable, con una paga normal. Amó los libros, gracias a ellos sé como comportarme alrededor de gente que no conozco, o al menos lo poco que sé. Son la única cosa que me ayudó a saber más del mundo exterior, de nuevos lugares y nuevas experiencias. Realmente les debía mucho. Entré y pedí por el trabajo a una amable anciana, que me indicó que esperara unos minutos. 

 Carrie salió sonriente de la librería, lo había conseguido pues sus documentos y modales eran impecables, y ser dependienta de librería no es un trabajo específicamente exigente. 

 Tenía un horario de 9:00 hs. a 14:30 hs. por un sueldo humilde pero que era más que suficiente; empezaría a la mañana siguiente. Llegué a mi casa y me puse una ropa más comoda. Recordé que había comprado un movil y lo saqué del empaque; al poco tiempo sonó el timbre, me arreglé un poco y salí. Era Mangel.

-¡Mangel!- le sonreí como si le conociera de toda la vida

-Eh que te ah mudado al fin- 

-Si, y estoy muy a gusto

-Vale, te queria decih que mañana a la noche estas invitada a cenah conmigo y con rubiu

 Me ruboricé levemente, no podía dejar pasar esto, tenía la oportunidad de aprender a hacer amigos, aunque me diera verguenza por Rubén, acepté

 -Es en el departamento de él- me informó

-Vale, me pasas tu teléfono?- me atreví a preguntar

-Claro zagala- me lo pasó- vente sobre las ocho de la noche o tal

-Vale, adiós Mangel- le saludé formalmente pero el me abrazó

-Adioh Carrie

 Cerré la puerta y no pude hacer más que sonreir, por primera vez iba a ir a una "reunión", si se le puede decir así, y con suerte no lo estropearía.

Rubén PDV 

 Estaba hablando con Alexby por whatsapp cuando entró Mangel todo emocionado a mi casa

-¡Mangel!- le saludé alegrado- ¿Qué haces aquí?

- Dehde cuándo tengo yo que pedirte permiso para venih a iluminah tu día

-Calla que lo único que haces es pavear con la vecina- le reproché

-Hablando de eia, la eh invitado aquí mañana en la noche para cenah

 "QUÉ?"

- QUÉ?

-que la eh invitado es que te has vuelto sordo?

 Le conté el incidente de la noche pasada, lo único que hizo fue reir

-en piyama ha bajao? y estaba buena?

 Me di cuenta que no sabía que decirle

-No lo sé tío, no me he fijado, estaba cagado por el outlast y muerto de risa con la situación

-Vaya chaval pensé que te había educao mejor- dijo riendo

-Tendrías que haberlo visto, bajó con un palo de escoba 

-Qué valiente Carrie

 Continuamos hablando un poco de todo y luego se fue a casa

-Tengo que irme que Cheeto necesita que le grabe un unboxing

-Vale, nos vemos mañana

Carrie PDV

 Dormí tranquila, sin gritos esta vez, y desperté feliz de empezar con el nuevo trabajo.

 Al llegar me fijé que había pocos empleados, lo que me facilitó comenzar a hablarles, primero tímidamente y luego con más confianza; me dí cuenta que me gustaba eso de hacer amigos, y que no era taaaaaaaaaan difícil.

 Fue una mañana tranquila, hubo pocos compradores a los que asistí amablemente, y al terminar el turno, mi jefa, la anciana amable que me recibió, me adelantó un poco de mi sueldo. 

 -Sé que te mudaste hace poco y quizás necesites tu paga un poco antes, pero solo puedo darte la mitad por ahora

-Muchas gracias señora Spillman, es usted muy considerada!- le saludé

 De regreso a casa caí en la cuenta de que no tenía ropa para la cena de esa noche, por lo que paré en un negocio de rebajas y conseguí algo de ropa.

 Era algo atrevida para lo que acostumbraba usar, pero lo que acostumbraba usar era muy soso; unos shorts negros, una camisa sin mangas blanca que estaba un poco por debajo de mi estómago, unos tacos que apenas me levantaban un par de centímetros, y unas zapatillas converse azul. Todo eso por un precio muy económico.

 Me bañé, intenté alisar un poco mi cabello con el peine pero como siempre terminaron quedando unos bucles terriblemente armados, y los dejé asi. Me puse el poco maquillaje que tenía (que era muy natural) y me vestí, aunque en vez de tacos me puse las zapatillas, que eran más cómodas.

Agarré el movil y me fijé que tenía un mensaje de Mangel: "Carrie tienes pensado venir o cenamos solos", me fijé la hora y estaba llegando quince minutos tarde.

"Mierda"

Corrí escaleras abajo y me choqué con Rubén

-Oh lo siento mucho-me disculpé ruborizada

-No pasa nada pequeña señora- me sonrió, otra vez me llamaba así- Mangel me ha pedido que te venga a buscar ya que está metido de cabeza en las cacerolas 

-Siento mucho el retraso

-Yo también- y empezó a decir "ust ust" mientras actuaba como retrasado

De una mudanza oportuna y otros ajetreos. (Rubius Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora