Carrie PDV
Rubén me tenía aún agarrada por el brazo mientras me ponía frente a un grupo de chicos, estaban Mangel y algunos más. Los puedo describir vagamente porque obviamente no me detuve a fijarme en los detalles de cada uno de ellos. El primero que me presentó era algo bajito, y tenía una expresión risueña.
-Este es mi hijo, Alex- me dijo Rubén abrazando al aludido.-Esta es Carrie, es un poco borde pero te acostumbras- le dijo sonriéndome maliciosamente. Me abstuve a mirar mal a Rubén para luego sonreírle cortésmente a Alex y sacudir manos con él.
Luego había un chico con una barba que le cubría la mitad del rostro y que hablaba con el mismo acénto peculiar de Mangel.
-Este es Cheeto- Rubén parecía un guía turístico, seguía haciendo comentarios maliciosos con respecto a mi para luego reír, era un crío.
Así conocí a los dos chicos que quedaban, Willy, que era muy amable, alto y de rostro amable; y a Luzu, que además de ser el novio de Lana era muy simpático, parecía hablar con convicción hasta de los temas más simples.
Luego de un rato Rubén comenzaba a tocarme los que no tengo. Realmente era un crío, hacía maldades y luego fingía ser tierno para solucionar lo que acababa de decir. Parecía empeñado en hacerme el centro de atención y yo intentaba responderle como si no me incomodara la presencia de sus amigos. Los chicos sin embargo, eran muy simpáticos, tenían la capacidad de reírse de sí mismos y eso me agradó sobremanera, sin mencionar que era imposible pasarse un segundo sin reír de sus locuras.
En una de esas oportunidades me escabullí hacia donde estaban las chicas, que bailaban y hacían el tonto. Parecían majas, además no pensaba pasar una noche entera expuesta a las bromas de Rubén.
Cuándo me acerqué caí en la música que sonaba. Hacía varios años que mi madre me hacía escuchar las canciones que ella consideraba adecuadas, y que obviamente eran las que a mi no me gustaban.
Esta música era extraña para mí, no había escuchado ese estilo en mi vida, un ritmo casi electrónico podría decirse. Cerré los ojos y traté de imaginarme una palabra que describiera adecuadamente ese sonido. Descontrol fue lo primero que pensé.
-¿Te gusta esta canción?- me preguntó Jannies, abrí los ojos.
-Sí, eso creo- le respondí sonriendo.
-Entonces baila con nosotras!!- me tomó de la mano- vamos, están todos bailando.
Le miré con una de esas sonrisas de "no gracias" pero igualmente me arrastró donde Lana. Empezaron a pegar saltos y a hacer unos movimientos francamente raros. Según había leído bailar era algo un poco más sutil, más organizado creo.
Finalmente superé mi obstinamiento e intenté imitarlas, me sentí ridícula, bastante ajena; sin embargo luego de un rato comenzamos a hacer movimientos que mi madre hubiera calificado de "idiotas" y empezamos a reir las tres. Los chicos hacían algo similar sumado a que decían tonterías y cantaban como un maldito gallo.
Cuando sacaron la cámara y comenzaron a grabarse mientras hacían sus ridiculeces, yo me alejé un poco y por entre toda la gente me acerqué a la barra. No quería meterme en ninguna de sus cosas del "yutub" o como se diga, así que me quedé sentada ahí un rato. La chica que atendía la barra me preguntó si quería beber algo.
-Algo que no tenga demasiado alcohol- le dije, en mi vida el único alcohol que tomé fue para brindar en las navidades y años nuevos a lo largo de mi vida. Así que no quería tomar algo muy fuerte.
Me trajo un vasito que contenía un líquido bastante colorido y le pagué. Al primer sorbo me pareció horrendo, al segundo parecía bastante bueno.
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No tiene PDV de Rubén porque obviamente quiero que me fajen. Para el próximo si o si aparece su pdv.
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De una mudanza oportuna y otros ajetreos. (Rubius Fanfic)
FanficNo le quisiera hacer una descripción a este libro porque sinceramente siento que me voy a líar y bueno pues nada, esta historia tiene como uno de los protagonistas a Rubén Doblas Gundersen, más conocido como El Rubius, y creo que si no lees esto es...