Capítulo 7

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Rubén PDV


Salimos del departamento y vimos que aún no se habían llevado al hombre, lo tenían en una camilla; y mientras pasaban pudieron ver que abría los ojos y los miraba con un profundo odio. Carrie lo vió pero apenas le cambió la expresión en el rostro, a una mueca de desagrado. Yo por otro lado sentí escalofríos y no le sostuve la mirada ni un segundo.

 Yo vivía en ese mismo piso así que simplemente acompañé a Carrie a su departamento (guau, una escalera, cási me quedo sin aliento) y me fui a acostar, me puse a pensar que desde que había llegado Carrie estaban pasando todas las cosas juntas. En fín.

 Desperté y pensé en pasar a ver a Carrie a ver si estaba todo en orden, aunque no creía que estuviera en shock ni nada, no tenía nada mejor para hacer; estaba subiendo las escaleras cuando una cosa pasó por mi lado bajando las escaleras a una velocidad inhumana.

  La única e inigualable.

 "Es que siempre está maquinando algo esta chica?" me dije mientras volvía a bajar las escaleras, frustrado.

  Carrie PDV

Salí volando del departamento, estaba saliendo tarde. Mientras bajaba las escaleras en mi carrera contra el tiempo me pareció haber visto a Rubén, pero tristemente no tenía tiempo ni para saludarle. Así que hice carrerilla hasta el trabajo, que estaba a unas diez cuadras.

 Llegué y me acordé de respirar.

 Fue un día tranquilo (creo que no es necesario aclarlo ya que una libreria no suele ser el escenario de cosas demasiado extrañas pero bueno, da igual) el asunto es que al salir me lo crucé a Mangel que estaba yendo al centro.

-Eh Carrie- me saludaba desde la acera opuesta.

-¡Mangel!- ya me había acostumbrado a que me saludara con un abrazo por lo que no me incomodé esta vez.

-Quería decihte que esta noche estas invitada a salir conmigo y con rubiuh

-Qué

-Que puedeh salih y divertirte un poco sabeh

 Iba a repetir otro "qué" pero preferí explicarle mi situación delicada.


-Mira Mangel, sinceramente te agradezco de corazón, pero no me siento muy comoda con -cómo decirlo- el contaco humano

 Había sonado terrible pero esa era la sensación exacta.

-En serio tía? No te estarás intentando librar de nosotroh verdah?-

 Reí, ojalá fuera simplemente eso.

-Que no pesado, simplemente tuve una infancia curiosa y esta es una de las consecuencias de ella- no era mi idea entrar en detalles.

-Ehm, vale, pero no te guhtaría salir con nosotros simplemente? no es necesario que le hableh a nadie si no quiereh

-Me lo pensaré, a qué hora es?

-A las 8, si quieres salir te vienes a lo de rubiu, vale?

-Bien, pero si no quiero salir no iré 

-Vale, noh vemo Carrie

-Ya veremos

 Finalmente llegué a casa. Dios mío que tranquilidad. Me puse la ropa de entrecasa. Por un momento pensé en subir, para salir con los chicos. Automáticamente recordé que probablemente estaría toda la noche pensando cuán genial sería estar en mi cama durmiendo sin tenes que siquiera ver gente desconocida, y claramente esa idea me agradó; se hicieron las ocho y yo seguía decidida a no presentarme.

8:00 

8:05

8:10

8:15

Sonó el timbre, deseando con fuerza que no fuera Mangel. Bueno, Mangel no era.

Rubén PDV

-Pero es que debo hacer todo por tí chaval?

-Vamoh rubiu que tengo que peinarme bien tío que te piensah- estaba peinandose hacía diez minutos ya

-Deja en paz a la pobre chica, si no quiere salir no la obligues tío

-Pero eh que necesita ayuda Carrie macho, dijo que por algo de su infancia odiaba el contacto humano, suena como que necesita ayuda rubiu

-Ay dios que tonto eres- dije mientras salía a buscar a la aludida.

 Cuando abrió la puerta parecía medio sorprendida medio molesta.

-Rubén- me dijo amistosamente- qué pasó?

-Yo estoy bien y tú- me burlé, ella sonrió finalmente- pues nada, el pesado de Mangel me dijo que te preguntara si querías salir con nosotros.

-Yo ya había hablado con Mangel, y le dije que si iba a ir con ustedes subiría a las ocho en punto, y creo que ya han pasado veinte minutos de mi oportunidad de salir

-Bien, pudo haber dicho que usara la fuerza si te negabas a hacerlo

-Ah si? pues mira lo que me importa lo que te  pudo haber dicho- anticipando que iba a cerrar la puerta puse el pie, y forcejee con ella unos minutos; al final pude abrirla completamente.

 Ella intento quitarme pero me tiré al suelo y me aferré a su pierna como si fuera un crío. Bufó exageradamente e intentó mover las piernas, pero yo era muy pesado.

-RUBÉN QUÍTATE- me reí como un retrasado y comencé a apretarle más y más la pierna.

 No se iba a rendir facilmente pude presentir; y comenzó a golpearme la espalda. La empujé y cayó al suelo, me senté arriba de su estómago y pude ver que se estaba poniendo verde.

-Ya sabes lo que tienes que decir- le dije maliciosamente

-VALE TÍO, VOY CON USTEDES, MUEVETE MALDITA SEA QUE ESTOY A PUNTO DE VOMITAR

 La ayudé a levantarse.

-Creo que querrás cambiarte, si bien no es algo formal quizas prefieras algo que no esté manchado con chocolate- me referí a su pijama -es que siempre estás en pijama?

 Se ruborizó muy levemente. Más de enojo que de verguenza pensé.

-No Rubén, pero te recuerdo que siempre nos vemos de noche, el horario en el que se usan.

De una mudanza oportuna y otros ajetreos. (Rubius Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora