De una mudanza oportuna y otros ajetreos. (Rubius Fanfic)

Capítulo 17.

 Carrie PDV

 Era una mañana fría, si que lo sabía bien Carrie. 

  Se ajustaba la bufanda cada vez más, casi al punto de ahorque. Caminaba hacia la librería mientras maldecía "Me hubiera quedado en casa maldita sea, ni que fuera importante."

  Al llegar, la tienda ya había despertado, al contrario de ella misma. Miró con ojos cenagosos a la clientela, y por segunda vez en su vida, sintió que se le salía la vida. Un peinado recogido rigurosamente, ropa inmaculada, y las suaves arrugas en la frente. Postura perfecta, mirada terrible. Su madre.

  A pesar de su estupefacción, en menos de un segundo estaba fuera de la tienda. Creyó haber visto un par de feroces ojos grises observarla. Pero no tenía tiempo para pensar, así que corrió, si. En medio de una calle rebozante, una joven disculpándose y haciéndose camino entre la gente. 

  No iría a su casa, ya que si por algún motivo su madre lograba seguirla, no quería guiarla a su hogar. Esperaría un rato, como la vez anterior, dobló en un par de esquinas asegurandose de alejarse lo más posible de su ruta habitual.

 Se metió en una tienda, y acto seguido comenzó a mirar hacia la calle, viendo si su madre aparecía.

  "esto es estúpido" la vocecita en su cabeza tenía razón, se estaba escondiendo de una mujer de cincuenta años, que por si fuera poco la había parido. Era estúpido.

 Salió sin comprar nada, y al salir, la vió.

 Rubén PDV 

 Estaba saliendo de la casa de Mangel, había gastado dinero en un juego malísimo de barbie, ni siquiera se lo podría dar a su hermana. 

  Tomó el autobus, y caminó las cuadras restantes hacia su casa. Al llegar, vió a Carrie en la calle de enfrente, estaba gritándose con una mujer, o más bien estaba dejándose gritar por una mujer. Estaba en shock, ni siquiera pestañeaba, las lagrimas simplemente le resbalaban por las mejillas. 

  No amagó a responder, así que corrí hacia ellas. 

 -Creo que usted debería irse- le dije a la mujer. 

 -Lo mismo estaba a punto de decirle, niño.- me respondió, Carrie reaccionó.

 -Rubén, no pasa nada- me dijo con la mayor seriedad que le había visto. - gracias.- 

 -Tanta familiaridad con este insolente.- acaso esa era la mamá de Carrie.

 -Hablemos en otra parte, estás montando un espectáculo.- dijo la hija, con una suavidad peligrosa.

 -Bueno, acaso será en tu nueva casa? O es que allí también hay muchachos insolentes?- el veneno que traía la voz de esa mujer era terrible.

 -Señora, si me enteró que pasa algo con Carrie verá a este muchacho insolente en otra circunstancia.- un comentario que Rubén usualmente no haría.

  -Vamos mamá- dijo Carrie, evitando que su madre respondiera.