De una mudanza oportuna y otros ajetreos. (Rubius Fanfic)

Capítulo 15.

Rubén PDV

Salí del supermercado y al llegar a casa me despedí de Carrie, me había quedado pensando en Jannies. Hacía apenas unas horas se había generado la discusión con ella.

Realmente estaba hecho a la idea de que si una discusión así de seria sucedía, más con Jannies, quedaría destrozado. Pero no lo estaba, no aún por lo menos; aunque debo admitir que todavía no termino de asimilar lo que me dijo.

"-TÚ NO ARRIESGAS NUNCA NADA POR MÍ- recuerdo su cólera como si estuviera gritándome aún- SABES QUÉ? HACE TRES MESES QUE ESTOY VIAJANDO A TODAS LAS MALDITAS REGIONES DE ESPAÑA PARA VER SI CONSIGO UN EMPLEO- el puntazo de culpa que sentí generó un rebalse de lágrimas en mis ojos- NUNCA ME ACOMPAÑASTE, TE DEDICASTE A DESEARME SUERTE Y PUNTO. Y ESO NO ES LO ÚNICO RUBÉN, HACE DOS AÑOS ESTAMOS SALIENDO MALDITA SEA, Y AÚN ASÍ NI SIQUIERA PUEDO HABLAR DE MUDARME AQUÍ QUE YA TE ESCANDALIZAS.-"

Ese es un pequeño fragmento del discurso de mi querida ex novia. Debo decir que yo también tenía mis argumentos, varias veces le dije que mi trabajo era subir vídeos y que si no lo hacía con regularidad probablemente habría problemas, ese era uno de los motivos por los cuales no la acompañaba. Aunque es verdad que no quiero que se mude aquí, o yo con ella. Ahora les digo porqué; yo creo que se trata de que si bien la quiero mucho, y la paso muy bien con ella, no estoy seguro de hacer algo serio con ella. Creo que cuando eramos amigos la pasábamos igual de bien, excepto claro por algunos privilegios que trae ser su novio. Pero es solo eso, una relación de cariño y tal, no creo que pudiera evolucionar mucho.

En fin, me senté al ordenador y traté de jugar algo para calmarme.

Carrie PDV

Rubén se veía muy mal, es decir, en el camino a casa no habló ni una sola vez, se limitó a mirar hacia adelante ensimismado, completamente metido en sus pensamientos. Yo no le interrumpí, no solo porque no quería molestarle sino porque sabía que era algo relacionado con Jannies, y ella no me cae mal.

Al llegar a casa le llamé a Mangel, nos pusimos un poco al día y acto seguido le comenté lo de Rubén. "-Mi Rubiuh está mal?-" era difícil tomarse algo en serio con su acento. Me dijo que llegaría en unos veinte minutos, también me dijo de ir con el a ayudarle con Rubén pero le dije que era mejor que estuviera con alguien de absoluta confianza, y esa no era yo.

Sin embargo hice un intento de subirle el animo mientras Mangel llegaba. El piso de Rubén estaba debajo del mío, así que me asomé por el balcón y grité "RUBIUHH" imitando pobremente a Mangel, al rato se asomó. "-Acaso tú me has invocado?-" No lo podía ver pero aún así sabía que estaba sonriendo, al menos había servido de algo.

Hicimos el tonto hasta que me dijo que alguien había tocado a su timbre. Mi tarea había terminado.