37. Live Forever

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N A S H

Era una mañana un poco nostalgia en Los Angeles, después de muchos días soleados y de un calor infernal hoy había amanecido como si fuera a caer una tormenta aquí, no se notaba ni una son rayo del sol  y hacia un frío que podrías estar en cama todo el día.

¿Cuanto lleva ahi fuera? —Lali apareció detrás mío justo cuando espiaba a Malía.

Desde que se levanto, solo se puso un suéter y se salió —Me gire para ver de frente a Lali— lloro toda la noche —Confesé.

Lo se, hoy es un día algo complicado para el —Acerco su taza de café a la boca— será mejor dejarla sola por un rato hasta que ella este a gusto para poder estar aquí.

Lali yo entiendo que debo darle su espacio pero —Suspire— a veces siento que no la conozco, que ella conoce todo de mi pero que de ella solo he leído la portada, ayer no pregunte nada solo la abrace pero a veces solo quiero saber que pasa por su mente.

Nash no desesperes —Puso su mano en mi hombro— ella estará lista para contarte.

M A L I A .

Si alguna vez has sentido que el mundo se cae encima de ti, que te ahogas en tus problemas entonces eres parte de mi club en el cual sentimos que nos ahogamos en un vaso de agua que en el día mas soleado para nosotros es el mas nublado, pero esta vez no era si, las negras nubes cubrían aquel sol que quemaba la piel aquel que te hacia sentir el calor profundo en tu piel, ahora no había sombra de aquello, solo se podía sentir el aire frío golpear tu piel y a las nubes negras esperando el momento perfecto para poder dejar caer aquella tormenta sobre nosotros. Tenia uno de esos nudos que ahorcan que sientes que en cualquier momento podría matarte y demonios quería salir corriendo gritar, tirarme al piso pero aquí estaba yo sentada afuera de casa, muriendo de frío y con una taza de café mas helada que la mañana.

FlashBack.

¡Buenos dias princesita! —Exclamo mi madre emocionada y tratando de levantarme— vamos arriba mi amor que hoy es el primer día de clases.

No quiero ir —Hice un puchero mientras mi madre besaba mi frente.

Mira si tu vas yo prometo que saliendo iremos por ese disco de Jonas Brothers que tanto quieres —Me soborno y peque un salto de la cama levantándome.

Por ahí debiste empezar mamá —Sonreí emocionada.

Recuerda hacer también tu maleta cariño para tus practicas vale —Me guiño el ojo y salió de la habitación.

¿Por qué recordar siempre dolía tanto? por qué me hacia sentir como si el alma se quemara y que con cada recuerdo que tenia retumbaba en mi cabeza como si en cualquier momento esta quisiera explotar, dolía tanto recordar pero recordar era volver a vivir y al igual que recordar aquellos momentos que te hacían sonreír algunos te hacían volver a sentir aquel dolor como si aun estuvieras viviendolo en ese momento. Dicen que dejar de nombrar o recordar a una persona era dejarla ir, dejarla ir de manera positiva que ella o él descansaba, pero como dejar de nombrar a la persona que amaste desde el primer segundo, de la persona que te enseño a ser lo que eres hoy, como dejar de recordar a alguien que jamas vas a volver a ver.

Perder a alguien que amas en cierta parte es perder una mitad de ti mismo una parte que jamas se recupera, muere en el mismo momento en el que vez como aquella ataúd baja de apoco, sientes que tu corazón se hace pequeño y que las lagrimas votan sin ningún permiso, puedo apostar que esa noche cuando tenia 11 perdí una parte de mi que al crecer jamas recupere y jamas volveré a recuperar, sufrí la mayor perdida y sin esa persona jamas me dieron ganas de volver a pararme en los mismo sitios, evitaba la misma parada de bus donde siempre me recibías, jamas volví a comer en nuestros lugares favoritos incluso empece a odiar esa canción que me encantaba cantar contigo y definitivamente empece a odiar ciertas fechas donde sabia que tu no ibas a estar, abandone los pasatiempos donde me encantaba verte apoyarme y sin duda alguna perdí la voz porque mi motivo se fue. 

The Wave | Nash GrierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora