No esperes por la decisión correcta [ShowHyuk/ShowMin]

Capítulo 24

– No –respondió limpiando las lágrimas que desbordaban sus ojos– Lo siento pero me niego a tu propuesta –.

Kihyun tragó saliva en seco complemente desconcertado. Abrió la boca pero no encontraba las palabras... estaba en shock y sentía que podía desmayarse en cualquier momento. Las emociones amenazaban con desbordarlo y no sabía cómo controlar aquel dolor en el pecho que estaba empezando a sentir.

– ¿Qué...? Pero... Changkyun... –tragó saliva para evitar que la voz le temblara.

– Dije que no –el Maknae levantó la mirada para enfrentar al mayor. Se limpió las lágrimas y compuso una media sonrisa. Dio unos cuantos pasos para acercarse al otro, hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para tomarle las manos y dejarle un suave beso en los nudillos– Dije que no porque, no quiero que me digas "creo que me gustas" ni tampoco un "experimentar esto juntos", quiero que me digas "me gustas", que digas "sé mi pareja", o "sé mi novio". Quiero que estés seguro de lo que sientes, porque en el momento en que pronuncies una de esas palabras, yo iré completamente en serio contigo. Así que... –tomó un respiro y lo miró a los ojos– La próxima vez que quieras expresarme tus sentimientos, tienes que estar completamente seguro de lo que sientes, porque yo... –se acercó para susurrarle al oído– No voy a contenerme una vez tenga tu consentimiento, Kihyunnie –acto seguido dejó un beso en su cuello que mandó escalofríos por su cuerpo dejándolo completamente fuera de lugar– Puedo verme desesperado por ti, pero todavía tengo un espacio para mí. Como bien dijiste, siempre he estado para ti ¿no? Quizá... ahora sea tu turno de estar para mí, de esforzarte... y actuando de esa forma aprovecha de enamorarte de mí –le guiñó un ojo soltándole las manos lentamente– Buenas noches –.

El Maknae se alejó dejando al mayor solo en medio de la cocina. Kihyun tuvo que sentarse ya que estaba temblando demasiado. El lugar que Changkyun había besado estaba ardiendo en su cuello. Cerró los ojos con fuerza mientras las palabras del menor se reproducían nuevamente en su mente. Se sonrojó por completo y no pudo seguir sentado. Estaba demasiado avergonzado y sólo quería gritar.

– Maldición –susurró tocándose las mejillas ardiendo.

Tomó un profundo respiro y salió del lugar apagando las luces a su paso. Subió a la segunda planta y se encerró en su habitación para lograr tranquilizarse un poco.

Kihyun pensaba que Changkyun era demasiado maduro para todo lo que hacía, y aunque fuera el menor, admitía que realmente él era el mayor en cuanto a mentalidad y acciones, si ambos se llegaban a comparar. Kihyun tenía su mente en un caos, y más su corazón... pero del caos es de donde nace el orden... y sólo faltaba un poquito más para que todo estuviera tomando lugar.

***

Shownu terminó de ducharse rápidamente para volver a la habitación lo antes posible. No quería que Minhyuk se le escapara de las manos, por esa razón fue que se apresuró. No estaba deteniéndose para pensar en lo que hacía, porque sabía que si lo hacía, descubriría que estaba haciendo las cosas de la forma incorrecta, pero no podía detenerse.

Luego de haber pensado en las palabras de Kihyun y las acciones del rubio... algunas cosas empezaron a caer en su lugar. Las piezas estaban empezando a encajar y le estaban revelando una imagen que no había visto con anterioridad. Estaba empezando a replantearse muchas cosas con respecto a su vida sentimental. Si bien su compromiso todavía seguía en pie, su relación no estaba muy estable. Debido a los antiguos modos y costumbres de Shownu, su pareja estaba empezando a hartarse.

Las mujeres de la actualidad buscaban sexo sin compromisos, e incluso teniendo una pareja estable, buscaban sexo de inmediato, al igual que los hombres, que parecían ser conocidos sólo por buscar sexo en cualquier lugar. Por tal razón era que la mujer de Shownu estaba empezando a aburrirse de tanta espera, y es que Shownu por ningún motivo había pensado en acostarse con su pareja, porque eso se hacía una vez estuvieran casados. Esos fueron los valores que le habían inculcado desde pequeño, y por nada del mundo iba a pensar en romperlos, sin embargo... por ese mismo motivo era que podía terminar perdiendo a su mujer.