Capítulo 5

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—Margot, despierta, hoy tienes tu revisión mensual—. mi madre mientras recorría las cortinas de mi habitación, dejando entrar los rayos del sol de un avanzado amanecer.
—Agh, no me lo recuerdes—. Contesté mientras me sentaba en mi cama.
—Cariño, sabes que lo necesitas—. Me reprendió mientras se dirigía a la puerta.—Baja a comer ya vestida, tienes el sueño pesado, ah, y recuerda que a las 7:00 nos vamos tu padre y yo al baile de la corporación.—Y finalmente salió de mi recámara. Me había recordado de ese baile desde hace unas semanas, pero, tomando en cuenta que a eso no va nadie de mi edad, y que yo no quería ir, mi madre me había concedido el gusto de quedarme en casa. Un sábado en la tarde para mí sola.

Pero, ¿qué hora era? Tomé mi móvil, y para mi sorpresa, eran las 2:10 de la tarde. Ya pasaba del mediodía y yo no había comido nada. Me levanté de la cama y me dirigí a la ducha. Me despedí de mis prendas y me metí a la regadera. Una vez terminada, tomé una toalla y me dirigí de nuevo a la recámara. Me vestí con un pantalón negro, unas botas del mismo color, y, ah, hoy le voy a dar gusto a mi madre, una blusa blanca de manga larga con un estampado de flores que ella me había escogido. Realmente no odiaba esa blusa, pero tampoco la hubiese comprado si mi madre no la hubiera escogido. Cepille mi cabello y lo deje suelto. Y finalmente baje a comer-desayunar.

—¿Qué tal te ha ido ayer, cariño?—mi padre preguntó. Me dio un escalofrío al recordar lo que había pasado realmente, y lo que había pasado antes de despertar. —Todo bien, papá—. mentí mientras comía la ensalada que mamá había preparado.
—Bien, espero que así te haya ido en todo el mes, porque sabes que el anterior tuvimos que pensar seriamente en internarte—. Me recordó. —Dios, papá, ¿acaso no te he dicho que me fue bien?—sentí un escalofrío al decir eso. —Solo te estoy advirtiendo, tú sabes que es por tu bien—.
—Bien—. Contesté. —¿A qué hora es la cita?—cuestioné.
—A las 4:00. Por cierto, ya deberíamos irnos—. Dijo mientras se levantaba de la mesa para ir a tomar las llaves del coche.
—Voy en un minuto—. Me levanté y fui hacia mi cuarto por mi móvil y mis auriculares. Subí las escaleras, abrí la puerta de la habitación y me dirigí a la mesa de noche a por ellos.
Buen viaje—. Escuché por detrás de mí. Me volteé rápidamente para encontrarme con la puerta meciéndose de un lado a otro. Oh, sí pudiera ver al causante de mis miedos. Creo que este viaje no me irá mal escuchar a Queen.

While My Guitar Gently WeepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora