Me despertó el sonido de la puerta abriéndose. Logré notar los tenues rayos de la luna antes de vislumbrar a George entrar a mi habitación con un sándwich en la mano. Ya se lo estaba terminando.
—¿Lista?—preguntó mientras se acercaba a mí y le daba el ultimo mordisco al alimento.
—Lista—. Dije y me levanté de la cama quedando a poco menos de un metro de él.
—Bien. Prepara tu cama—. Dijo y se sentó del lado izquierdo.
—¿Qué? ¿Por qué?
—¿Acaso no te dije? Tienes que dormirte. Es así como puedes ir. Tu sí tienes cuerpo físico.
—Tú también.
—No, Mar, mi cuerpo es solo una ilusión. En realidad soy solo yo—. Sonrió.
—Bien. Déjame cambiarme—. Saqué de mi guardarropa la pijama y me dirigí al baño.—Con su permiso, señor Harrison—. Reí.
—Vamos, sólo apúrate—. Rió.
Una vez que estuve cambiada salí de el baño para encontrarme con George sentado en la silla al lado de la cama.—¿Tú no vas a dormir?—pregunté.
—No. No lo necesito, en realidad. Solo esperaré.
—Okay. Pero no me mires. Es raro.
—Está bien. Voy a leer mientras te duermes—. Dijo y sacó un libro del estante que está al lado del otro lado de la habitación. Se volvió a sentar en la silla en que estaba comenzó a leer con la escasa luz de luna que entraba por la ventana.—Te veo en un rato, nena.
—George, no puedo dormir.
—Ay, déjame ayudarte con eso.
Se levantó de la silla y se acercó a mí. Mientras yo lo seguía mirando levantó su mano y la dirigió a mi rostro. Con un suave movimiento cerró mis ojos y yo caí en un sueño profundo.Abrí los ojos. Me levanté de la cama. Miré a mi alrededor. Era un cuarto diferente. No era el mío. Ni ninguno que haya visto. Se veía de una casa muy lujosa. Me llamó la atención un librero de una madera oscura. Me acerqué a tomar un libro pero antes de que pudiese tocarlo la puerta se abrió. Yo me giré en seco. Miré a Dhani Harrison pasar a mi lado sin inmutarse de mi presencia. Parecía muy triste. Tomó un frasco de pastillas que se encontraba en la mesita de noche y salió de la habitación con la misma rapidez con la que entró.
—¿Pero qué rayos?—dije en un susurro.
—Ah, estás aquí—. Dijo George que entraba por la puerta.
—¿Dónde estamos?—pregunté alterada.
—Estamos en la villa de Paul, en los Ángeles. 29 de noviembre de 2001.
—El día de tu muerte—. Dije mirándolo.
—Exacto—. Dijo con una mirada triste.—Vamos—. Me condujo afuera del cuarto.
—¿Porqué Dhani no me vio?—pregunté mientras caminábamos por el pasillo.
—Oh, lo que pasa es que el pasado es como una película. Las personas no pueden verte ni escucharte. Es solo como...una ilusión—. Dijo.Llegamos a una habitación mucho más grande que en la que había despertado. Cruzamos la puerta y el escenario me produjo escalofríos; Dhani y Olivia estaban alrededor de una cama. Estaban llorando. Y en la cama yacía nada más y nada menos que el cuerpo inerte de George. Me destrocé. Estaba viendo morir a una de las personas que amo. A una estrella del rock. A uno de los cuarto Fabulosos de Liverpool. Estuve a punto de soltar en lágrimas cuando el brazo de George me rodeaba los hombros y me pegaba más a su cuerpo.
—Tranquila. Ya pasó. Recuerda que si eso no hubiese pasado, yo no estaría aquí, contigo—. Me abrazó más fuerte.
—Pero estarías vivo. Haciendo música. Con Paul, Ringo, Olivia y Dhani—. Dije sollozando.
—Todo pasa—. Dijo y me abrazó.
—¿Ellos no saben qué estás aquí? Digo, aquí, haciendo esto. Conmigo.
—Claro que no. La única persona viva que sabe eso eres tú. De eso se trata todo—. Sonrió.—Ahora vámonos—. Dicho esto, me condujo por las escaleras hasta la puerta de la mansión.Abrió la puerta y yo me sorprendí al ver que todo lo que se observaba era una luz cegadora. Pero no dije nada. Solo lo seguí. Pasamos la luz. Cerré los ojos fuertemente para que no lastimara mis ojos. Sentí como si me estuviese desintegrando. Apreté la mano de George. Luego abrí los ojos. Me encontraba en mi cama. Aún no había amanecido. Miré a mi alrededor. George se encontraba sentado en la misma silla en la que había estado hace un rato. Me enderecé sobre la cama y lo miré.
—Eso...—no pude terminar porque él me interrumpió.
—No digas nada. Buenas noches—. Sonrió. Se levantó de la silla, cerró el libro y salió de mi habitación con una sonrisa.
Por Dios. Eso fue muy...raro. Volví a acurrucarme e intenté dormir. Aún con la intriga que me carcomía por dentro. Pensé y pensé hasta que por fin caí rendida ante el cansancio.•Moon•
Este capítulo tiene algo especial. No se. Solo lo sentí.
Les despide, Diana.
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While My Guitar Gently Weeps
FanfictionLa vida y la muerte son conceptos que van más allá de lo que dice un papel con un nombre. Te dijeron que la muerte era el "descanso eterno", pero no te dijeron cuál era el costo. No sé porque nadie te dijo cómo desdoblar tu amor. No sé cómo alguien...