Capítulo 7

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—Veamos—dijo mientras se acomodaba sobre el sillón escarlata.—Supongo que te preguntarás primero, ¿qué fue lo que pasó anoche?—La respuesta es: Si, si fui yo. Eso lo digo para que no tengas miedo. No hay ningún fantasma rondando por aquí—. Reí por su comentario. Él pareció notarlo y agregó—. ¡Aparte de mi, claro!—

—Bien, entonces, explícame, ¿qué fue todo eso? Digo, la guitarra, el refrigerador, el tocadiscos, los sándwiches, ¡la canción!, ¿qué fue todo eso?—dije, recordando todos los sucesos extraños que me habían pasado desde ese momento.
—Déjame empezar por el principio.—seguido se acomodó su corbata. —Hace 15 años, fui víctima del cancer, que luego cobró mi vida, y no sabes, de una manera desgarradora. Olivia. Dhani. Paul. Ringo. Todos. Las personas que quería estaban sufriendo. Y todo por mi culpa, por esa desgraciada enfermedad—. Soltó unas pequeñas lágrimas.—Estaba en mi recámara, me dolía todo el cuerpo. No podía ni moverme, luego, simplemente dejó de doler. El techo de la habitación fue reemplazado por una luz extraordinariamente brillante, pero no quemaba mis ojos. Al contrario. Me dejaba ver claramente lo que iba a pasar. Y yo cedí. Seguí la luz y ahí, mi cuerpo dejó de pesar. Me encontré con John, con Brian, mis padres. En fin. Con todos ellos. Era un esperado reencuentro. Todo pareció ir bien. Excepto algo—. Me miró directo a los ojos.—Los...me advirtieron que si, al cumplir el plazo de muerte, no había revelado a una persona viva uno de los secretos que me llevé a la tumba, tendría que vivir toda la eternidad como un alma erradica vagando por la tierra...por toda la eternidad. Y bueno, no quiero eso. Por eso vine hasta ti—. Me quedé muy sorprendida por todo lo que me dijo.

—Eso quiere decir que...¿yo soy esa persona?—asintió.—Pero, ¿porqué no escogiste a Olivia, Dhani, Paul o Ringo?—
—Oh, a eso voy—. Se detuvo a pensar unos segundos. Finalmente, habló.—Hay reglas para eso, y una de ellas es "Se tendrá que elegir un ser humano con quien no se haya tenido ningún tipo de contacto en vida." Así que, verás, tenía que elegir a una persona que no hubiese conocido cuando estaba vivo.—me miró otra vez.

—¿Eso quiere decir que me vas a contar un secreto, y ya?—
—¡No! Quiero decir, si... Pero, no es tan simple como eso, tendría que explicarte, hablarte mucho de eso, y hasta llevarte hacia el pasado, si fuese necesario. Necesitaría de algo de tiempo para eso—. Río.
—Entonces, ¿me vas a llevar al pasado?—contesté emocionada.
—Bueno, en este caso es necesario. Así que si, siéntete con suerte, que así será.—me sonrió.

—¿Debo sentirme con suerte de que un fantasma haya irrumpido en mi casa y que me vaya a visitar y atormentar?—contesté divertida.
—Sí.
—Vaya, yo esperaba una respuesta más creativa.
—Mi creatividad está en la música, no en las conversaciones.
—Eso... Si, creo que tiene sentido.—sonreí.
—Eso quiere decir que... ¿Me ayudarás?
—Si eso lo hace feliz, señor Harrison, lo haré.
—Solo George, dulce chica, solo George.—dijo, tratando de parecer un caballero.
—Muy bien, George, entonces, ¿desde ahora soy tu confidente?
—Eso creo.—rió y se levantó.

—Pero ahora creo que no podré llevarte. Ya sabes—miró su reloj—es muy tarde para que estés despierta. Son las 3:00 a.m.
—Oye, no hay necesidad de levantarme temprano mañana, ¡es domingo!
—No hay peros, chica.—lo interrumpí.—Margot.—siguió hablando.—Margot, te prometo que otra noche comenzaremos el viaje, ¿sí?—
—Esta bien.—contesté como un puchero.
—Oye, no hagas pucheros.—me reprendió de una manera divertida.—Aunque, pensándolo bien, podríamos cenar, ya sabes, para ir a dormir.—miró hacia la puerta.
—¿No se supone que los fantasmas no tienen hambre?
—Técnicamente, no, pero, tú sabes, aunque sea un fantasma, puedo comer. Y aunque no tengo la necesidad, ¡no puedo resistirme! La comida es deliciosa.—agregó.
—Y, ¿no eras vegetariano?
—¿Cómo sabes eso?—volteó.
—Internet.—contesté.
—Estúpida internet.—reí.
—Aún así comerás, ¿no es así?—cuestioné divertida.
—Cuando te das cuenta de que la razón por la que te volviste vegetariano no existe en realidad, te arrepientes, relativamente, de vivir sin comer carne.—río.—Así que, ¿porqué no?—abrió la puerta y levantó su brazo para que yo lo tomara.
—Esta bien, George, vamos a cenar.—tomé su brazo y nos aventuramos hacia la cocina.




Moon

Perdón por no actualizar ayer, es que no tuve tiempo. De hecho, por eso les dejé dos capítulos el miércoles. Pero ya volví. Ayer fue mi convivio y adivinen a quién le regalaron la película Magical Mistery Tour 🌚
Si, a mí, y adivinen quién no le entendió mi madres a la película pero aun así le encanto.
Si, a mí, otra vez :v

Les despide, Diana.

While My Guitar Gently WeepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora