While My Guitar Gently Weeps

Capítulo 18

—George, ¿dijiste...otra?—pregunté volviendo mi mirada hacia él.

—¡No! Yo...no dije eso, yo...—dijo exhalado y desviando la mirada.

—¡Si! ¡Dijiste otra! ¿Qué quisiste decir? ¿A quién le arruinaste la vida?

—Oye, oye, no le he arruinado la vida a...nadie. Deja de decir tonterías, no dije eso.

—George, no estoy loca, deja de mentir, cuéntame—. Dije mientras seguíamos caminando hacia la casa.

—No, no dije nada de eso, estás alucinando.

Eso último me dolió. Era más que obvio que George ya sabia de la condición en la que yo me encontraba, no le veía el sentido o la gracia a tener que recalcármelo.

Guardé silencio el resto del camino, ya que aún me sentía resentida por las palabras de George. Pero sus palabras, "no me perdonaría arruinar otra vida", resonaban en mi cabeza y, sin duda, no iba a parar hasta dar con la respuesta a todas mis dudas. Sabía que él no me diría nada de eso, si se había negado a decirme si dios existía, era muy poco probable que me revelara la verdad. Incluso si tenía que recurrir a John, el cual, al parecer, guardaba algunos de los secretos que George se negaba a contarme. Definitivamente, Harrison, no voy a quedarme con los brazos cruzados.

Al llegar a la casa, cerré la puerta detrás de mí, por lo que George se encontró en una situación similar a la que pasó cuando subió al auto, pero no dijo nada, pues comprendió que no estaba en la mejor condición como para reclamarme nada. Nos tiramos en la sala y después yo tomé el control para encender la televisión. Estaban pasando uno de los reality shows del montón, por lo que no le puse mucha atención al principio, los primeros minutos habían pasado y cada segundo se hacía más aburrido, así que decidí mirar a George de reojo, y éste se encontraba con los ojos clavados en el vacío entre la lámpara y la ventana, al otro lado de la sala, pero no me extrañé demasiado, ya estaba acostumbrada a sus momentos raros.

—Entonces, ¿hoy a donde iremos?—pregunté tratando de romper el silencio que se había formado. No era incómodo, de hecho. Ya me había acostumbrado a su presencia en todos lados. Él era ahora como una parte de mí misma que no estaba dispuesta a perder. Era como mi complemento, como si cada segundo que pasara junto a él fuese un segundo bien aprovechado, aunque estuviese haciendo nada, justo como ahora. Era un sentimiento nuevo para mí joven y no muy experimentado corazón, ¿cómo se le llamaba a eso?

—Bueno, creo que es a...la vez pasada fuimos al programa de televisión en el 97, así que...oh.

—¿Oh? ¿Qué "oh"? ¿A dónde vamos hoy?

—Al 1980.

—Comprendo. ¿Qué fecha?

—9 de diciembre, en Inglaterra.

•Moon•

Bien, ya actualicé, me tarde mucho porque estaba pensando en cambiar el rumbo de la historia, agregar cosas y así, pero no, se va a quedar como la planee, ah, por cierto, en un par de capítulos les tengo una sorpresa, una clase de "reencuentro". Así es, ya salió John, faltan Paul y Ringo. Bye, bye. 7u7