Never be alone ↝ C. Grimes

«Milk»

Poco tiempo después, Daryl y Maggie llegaron con algunas cosas de bebés que ayudarían mucho para nuestra nueva integrante.

Carl me quedaba viendo por un largo rato cuando me resistía a cargar a la bebé. Me sentía incómoda por su penetrante mirada, pero yo tenía mis motivos. Los monstruos no deberían sostener a un pequeño pedazo de vida. Y yo era un monstruo también.

Ignoré la mirada de Carl en mi nuca mientras caminaba unos pasos más avanzados que él. Nos sentamos en la mesa, mientras que algunos se acomodaban en cualquier lugar para comer.

Yo no estaba del todo ahí, mi mente estaba en las nubes. Pensaba en varias personas, en Lori, en T-dog, en Carol, en mis padres, en Jack. Tal vez si ellos estuvieran aquí, el silencio no sería tan sepulcro. Me aterraba el hecho de que esas personas estaban conmigo, y en un segundo ya no, y es muy probable que las personas que ahora estaban aquí tal vez algún día dejarían de estar conmigo. Tal vez Daryl, Hershel, Maggie, Beth, Rick, Glenn, o Carl.

También era muy probable que yo deje de estar aquí. La muerte siempre ha estado ahí. Siempre ha sido así, nunca sabías cuando llegaría tu hora. Pero ahora las personas parecían notar este hecho más. ¿Si yo me fuera, les afectaría? ¿O simplemente quedaría en su memoria como "una chica que me encontré en él Apocalipsis y no sobrevivió"?

Mis pensamientos dejaron de divagar cuando sorprendente, un Rick limpio y un poco más calmado, atravesó el umbral de nuestro pabellón.

–¿Todos están bien?– me sorprendió la serenidad en su pregunta. Como si no hubiera pasado nada.

–Si, lo estamos– la voz de Maggie trataba de estar en el mismo nivel de tranquilidad, pero se notaba su sorpresa.

–¿Qué hay de ti?

El solo movió su cabeza ligeramente –Despejé el pabellón de la caldera.– ignoró por completo la pregunta de Hershel.

Enseguida fruncí el ceño– ¿Cuántos habían?

–No lo sé. Diez, veinte, tal vez más– respondió con su mirada perdida– Tengo que volver; solo vine a ver cómo estaban Carl y tu– nos palmeó repetidamente los hombros. Yo sonreí de lado, a diferencia de Carl, quien mantuvo su semblante serio. Rick estaba apunto de salir pero la voz de Glenn lo impidió.

–Nosotros podemos limpiar.

–No tienen que hacerlo...

–No, si.

Rick ignoró su comentario y empezó a hablar con Daryl sobre cómo limpiarían los pabellones, las municiones y esas cosas. Glenn le comentó que él y Maggie en la tarde saldrían a buscar suministros, el resto se limitó a quedarse en silencio, excepto por Hershel para que no se vaya. Pero Rick puso nuevamente en práctica su hobbie: ignorarnos e irse.

Rápidamente terminamos de comer y Carl tenía la expresión de no sentirse tan bien. Todos estaban metidos en sus asuntos, así como Carl alistaba su arma para limpiar los pabellones en un lugar apartado. Me acerqué a él e imité su acción disimuladamente.