Capítulo 14

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Brad

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Brad

De pronto el leve nudo en mi pecho se deshizo.

Tal vez fue sentir el calor de su cuerpo cerca de mí, o mi nariz percibiendo su fragancia, tal vez, simplemente fue el hecho de saber que al volver a la cama ella estaría aquí y que yo puedo imaginarme una vida junto a ella.

Una vida en la que compartimos sueños, ambiciones, deseos. Una vida en la que podemos llorar en el hombro del  otro, besarnos, acostarnos en la cama abrazados sabiendo que a la mañana siguiente también podremos hacer lo mismo.

Recuesto mi cabeza en la almohada, cierro los ojos y respiro profundo, podría repetir  este momento miles de veces y nunca cansarme.

Sara es lo más bonito que tengo en mi vida. Es lo que me gustaría conservar hasta la vejez.

Supongo que no ser honesto me saldrá caro en algún momento de este camino, pero espero poder expresarle como me siento cada día hasta ese momento.

Me quedo dormido pensando en lo bonito que todo sería si no existiera la mentira.



A las seis de la mañana me despierto y ya no me puedo volver a dormir.

Voy al armario y tomó unos tenis y una camiseta me iré con el pantalón del pijama.

La finca es lo suficientemente grande como para dar un paseo sin que nadie se entere, le dejó una nota a Sara diciéndole que saldré a caminar, lo último que quiero es que se preocupe por mí.

El sol ya se asoma por el orienté, un bello crepúsculo, que por más que quiera no puedo apreciar, si estoy vacío por dentro hasta el más hermoso amanecer es nada.

Las cosas se me están saliendo de las manos y no sé que hacer, esta bomba explotará antes de que yo pueda preverlo, heriré a todo el que me quiere, pero esto ya es parte de mí. No hay salvación para aquel quién provoca su propio mal. El celular comienza a vibrar por tercera vez en mi bolsillo.

—¿Qué? —Todo el estrés esta haciendo efecto en mí.

—Brad soy yo —Paro de correr de golpe, mamá nunca me llama —. Braulio te necesita.

—Ya voy —Ahora estoy sintiendo otro tipo de miedo y es igual de asfixiante.

Empiezo a correr en dirección a la casa, podría buscar el Jeep, pero tardaría más en llegar.

Atravieso la puerta de la entrada corriendo y no paró hasta llegar a la primera habitación.

Sasha esta al lado de Braulio mientras le agarra la mano y por extraño o sin sentido que suene, me siento en paz y en control de mí, otra vez.

—Hola —Me acercó a ellos y agarró del hombro a Sasha, sus ojos están llorosos y la nariz roja —,¿qué pasó? —Braulio esta acostado boca arriba con los ojos cerrados, su respiración es lenta y calmada.

—Tuvo otra crisis —Maldigo por lo bajó, sus crisis son las peores. Empezaba a sangrar y todo su sistema respiratorio se veía afectado, no podía tragar, era como morir por segundos —. No quiso que te llamará, pero me asuste mucho. —Lágrimas empezaron a caer de sus ojos, la tomé de las manos y la halo hacia mí, envuelvo mis brazos alrededor de su cintura para acurrucarla.

—Todo va a estar bien —Como puedo decirle eso si sé que es mentirá —, estoy para ti mamá —. Sollozos más fuertes empezaron a escucharse por la habitación.

Las lágrimas empañaron mi vista, apreté a Sasha más fuerte, esto no podía estar pasándome otra vez.

Pierdo la noción del tiempo, cuándo vuelvo a mirar por la ventana el sol ya está afuera, alzándose sobre todo el cielo.

Sasha se suelta de mi abrazo y va al baño, mientras yo me siento al lado de Braulio, sigue durmiendo tranquilo, cada día ruego para que siempre despierte y su sueño no sea para siempre.

Una mano se posa en mi hombro derecho, levantó la cabeza, y ahí esta mi dulce salvación.

—Hola. —Sara estaba parada a mi lado y me mira con una mezcla de amor y preocupación.

Sin pensarlo la abrazo de la cintura y dejo fluir mis sentimientos libremente.

Su manos acariciaban mi cabeza y espalda. —Brad —La escucho susurrar mi nombre y alguna parte de mi mente se libero y olvido que aquello era una mentira.

 Me levanto de la silla y la beso antes de que pueda seguir con lo que iba a decir, siento la necesidad de sentirla más cerca de mí, sentirla como nunca había sentido a nadie.

 Me levanto de la silla y la beso antes de que pueda seguir con lo que iba a decir, siento la necesidad de sentirla más cerca de mí, sentirla como nunca había sentido a nadie

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La prometida del GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora