Capítulo 22

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Este capítulo va dedicado a todas las personas que alguna vez en su vida han sufrido bullying

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Este capítulo va dedicado a todas las personas que alguna vez en su vida han sufrido bullying. También se los voy a dedicar a los buleadores que no son más que débiles detrás de una fachada y creen que con herir a los demás serán más fuertes y gracias a Dios no es así.

El bullying no es cosa de niños y los niños no deberían hacer bullying.
#NoAlBullying

Narrador omnisciente

Las estrellas parecían brillar en su máximo esplendor, iluminaban el cielo.  Una cosa de otro mundo o eran las hadas, mientras visitaban los niños. Eso pensó la dulce Sara.

No había placer más grande para Sara que ver las estrellas detrás de la ventana de su habitación. Sin duda alguna para poder dormir bien había que tener una bonita habitación. La de Sara esta decorada con cojines, sábanas y alfombras de la Sirenita Ariel.

La admirable Sirenita Ariel que dejo todo lo que tenía por lo que ella creyó era su gran y definitivo amor, contradijo a su padre e hizo un trato con una persona mala y al final pudo estar con su amor, que al final resulto ser un príncipe.

—Ya, ven para acá —gritó Mike desde la cama con forma de cola de sirena—. Odio tu habitación.—siguió refunfuñando.

—Yo la amo Mikesito —dijo Sara entre risas.

A pesar de que Mike era mayor que ella en edad, era más bajo en estatura y con un poco de sobre peso, y sin importar sus kilos de más era un niño activo, relajado y vivaz. No le importaba compartir lo que tenía. Ser gordito no era su culpa, tenía problemas hormonales desde los siete y ahora a sus onces, los demás chicos de su edad lo acusaban de tragón y le hacen bullying.

Entre todas esas tinieblas estaba la dulce Sara, una niña hermosa y sin igual que le tendía la mano cuando los demás le molestaban.

—¿Estas bien? —Le preguntaba aquella niña con la que había crecido.

—Si —respondía Mikesito irritado. 

Los demás chicos seguían a su alrededor. "Tragón", "gordo" "nadie te va a querer", le gritaban en medio de la calle. Mike sentía ganas de llorar, él le había intentado explicar una y otra vez a esos chicos su problema hormonal. En vez de ser sus amigos el bullying vino con más fuerza, con más dolor.

Sara miraba con malos ojos todo aquello ¿por qué le hacían eso? adelanto unos pasos y quedo al lado de él. Juntos recogieron su merienda y libros. El sándwich ya estaba todo pisoteado, el jugo de caja explotado y la manzana hecha trizas. Los cuadernos y libros estaban todos sucios y alguna páginas hasta arrancadas.

—Son niños malos —dijo Sara conmovida. "Esta todo destruido" pensó afligida.

Tal y como haría un niño o niña con buen corazón y buenos sentimientos.

—Lo hacen siempre —Mike se sentía humillado —, deberías dejar eso o te molestarán también. —Lágrimas empezaban a descender por sus ojos.

Él ya no tenía amigos, todos lo dejaron a la deriva para que no los molestaran al  igual que él.

—No importa —comentó ella —. Mami dice que si alguien lo necesita hay que ayudarle.

Esas palabras conmovieron a Mike, que lloro con más fuerza.

—Ellos te van a molestar. —Le repitió con miedo. Esta vez no era miedo por él, ahora el miedo lo tenía por ella.

Por la tierna niña que le dio la mano sin saber que la podía perder.

—¿Por qué hablas con él? —Otro chico se acerco a ellos y miro con desaprobación la escena. Nadie podía hablar con el gordo Mike porque él no quería.

—Porque es mi amigo —respondió Sara con confianza. En esos momentos el carro de la madre de Sara llegaba a recogerla.  Tomo a Mike de la mano y lo llevó junto a su mami. Hasta ese momento no sé había dado cuenta de la rodilla herida de Mike.

Ese día nacieron dos mejores amigos, ella de ojos verdes y rubia, él de cabellos castaños y ojos canelas. La noche de conocerse Sara lloró en el regazo de su padre mientras le preguntaba a este el porqué de aquellos niños. Su padre no supo que decirle, porque no había una respuesta suave para decirle a una niña que el mundo está lleno de gente mala y cruel.

Lo demás vino viento en popa. Sara y Mike eran inseparables, a todas horas se les podía ver juntos. Ella jugaba a los carritos con él. Él jugaba a las barbies con ella. Sus destinos parecian ir juntos por siempre. En la mente de los niños todo es perfecto una bella combinación de paz y amor.

Lastimosamente el mundo real y el mundo de los niños está separado por la fina línea de la realidad.  

Los abusos por los demás niños aumentaron y esta vez Sara iba incluida, las demás niñas envidiaban el color de sus ojos y los niños tenían por insoportable que ella quisiera salir con el "gordo" de Mike y no con ellos. Solo bastó un fastuoso incidente para separar a Sara y Mike.

La gripa andaba en el aire y Sara fue una de las afortunadas. Mike fue solo a la escuela sin siquiera imaginar que sería el peor y último de toda su vida. El abuso psicológico pasó a ser un abuso físico. Esperaron que este saliera  su casa y le emboscaron.

Los golpes empezaron a llover sobre un indefenso Mike. El abuso ya no pudo ser obviado y tuvo que confesarle todo a sus padres. Decisión final: mudanza inmediata.

Esa dia murio el "gordo" Mike, juró vengarse de todos y cada uno de los culpables de su separación con Sara.

—Tienes que empezar de nuevo. —Le dijo su madre.

Sara escondía la cara en el hombro de su padre mientras lloraba hasta el cansancio. Su mejor amigo se mudaba por esos monstruos, el resentimiento creció en el pecho de Sara, el mismo resentimiento que nació en el pecho de Mike.

Los amigos nunca mueren. No importa si estoy al otro lado del mundo. Yo sere tu mejor amigo como tu eres la mía.

Mike Rosson.

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Casi me echo a llorar😢😢😢😢😢😢

~~~~~~~~~~Casi me echo a llorar😢😢😢😢😢😢

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La prometida del GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora