capítulo treinta y cinco☁

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Mika POV.

Bostezo por no se cuantas veces en él día, a pesar de que dormí toda la noche bien a un hací tengo sueño, al escuchar él pequeño timbre dando a entender que mi turno a acabado me pongo de pie, salgo de la cocina donde hago las pizzas y voy hasta mi casillero lo abro y saco mis cosas, volteo y veo a charlie a unos centímetros de mi sacando sus cosas también en su casillero, él me ve y me sonríe, le devuelvo la sonrisa y giro mi cabeza de inmediato, fui una estúpida por ponerme celosa cuando ellen hablo con él, ni sabia que es gay, pero bueno, lo hecho esta hecho, tampoco es que sea algo malo, es normal que te pongas celosa cuando ves a tu chica hablando con un chico o con una chica.

Salgo del local poniéndome mi abrigo y voy directo al edificio donde vive ellen, cruzo la calle sin ver si viene algún auto ya que la nieve a tapado las calles y no pasa ninguno. Llego al edificio y subo al ascensor, le hago click en él botón del numero del piso que no estoy segura si es, luego de varios segundos para, salgo y veo los pasillos, todas las puertas son iguales al igual que las alfombras, carajos, camino y toco una puerta al azar, luego de unos segundos una chica de cabellera morada aparece detrás de la puerta, veo bien a la chica y tiene varios persing en los labios, en las cejas y en la nariz, sonríe y me cierra la puerta, camino hasta otra puerta alejada y toco esta, al instante una chica de cabello negro aparece en ropa interior, le sonreí nerviosa, iba a abrir la boca para hablar pero una chica pelirosa de estatura baja aparece detrás de la pelinegra interrumpiendo me.

—Sel, ¿es una una invitada?—dice la pelirosa con una gran sonrisa.

—No nena, bueno, solo si ella quiere unirse—dice la pelinegra mirándome con una sonrisa viéndome de arriba a abajo.

—N-no gracias—dije corriendo a la derecha, voltee a ver a las chicas y estas tenían la cabeza fuera de la puerta viéndome mientras la pelirrosa me sonríe

Sentí un golpe fuerte y caí de espaldas me puse de pie rápido y iba a salir corriendo pero era ellen.

—¿Mika?, ¿que haces aquí?—me pregunta frunciendo él ceño mientas me agarra de la mano y caminamos al ascensor, subimos y ella aprieta él botón para luego sentir él elevador bajar

—Vine a verte pero no recordaba donde esta tu departamento—dije un poco avergonzada

Ella me tomo de la barbilla y me dio un beso, paro él elevador y se abrieron las puertas, caminamos hasta su departamento y ella cerro la puerta, me sonrió y hablo.

—No vuelvas a subir hay, digamos que no hay gente buena viviendo en ese piso—dijo ellen encogiéndose de hombros.

Yo solo le sonrei asintiendo.

Se acercó a mi y puso un mechón de mi cabello atrás de mi oreja viéndome a los ojos, rompió él pequeño espacio que quedaba entre nosotras juntando sus labios con los mios, pone sus manos en mi cintura y yo pongo las mía alrededor de su cuello, era un beso apasionado hasta que termino en una guerra de lenguas, nunca nos habíamos besado de esta forma, a la vez se sentía bien y a la vez excitante, de un momento a otro estábamos caminando al sofá sin romper él beso, ellen se acostó encima de mi sin aplastarme, dejo de besarme y fue a mi cuello, le di acceso, sentí unos chupetones y mordiscos, yo estaba con los ojos cerrados dejándome llevar pero no puedo, no ahora.

Como si ellen me leyera la mente se alejo y me vio a los ojos.

—Lo siento—dijo a un encima de mi con sus manos apoyadas en él sofá para no aplastarme

—No, yo, no estoy lista—le dije sonrojandome con una sonrisa nerviosa

—Si, te entiendo—dijo, me dio otro beso y se bajo de mi, se sentó en él sofá y se acomodo él cabello, yo también me senté—Cuando estés lista, te estaré esperando—me dijo para luego abrazarme, yo también la abrase apoyando mi cabeza en su pecho.

Ojala y ellen no se haya molestado o se haya sentido mal

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