Capítulo 3

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Narra Yuuri.

Luego de un par de minutos caminando, llegamos hasta lo que parecía ser centro de patinaje, en la entrada se podía leer el nombre "Ice Park", la entrada era de cristal donde se podía observar la recepción del lugar.

Ingresamos juntos mientras conversábamos cosas triviales como que habíamos comido el día anterior, o que habíamos hecho los últimos días. Al llegar a la recepción del lugar Phichit habló con la chica que se encontraba detrás del mesón, yo solo observaba como ellos intercambian palabra ya que hablan ruso y yo apenas entendía lo básico.

Phichit me miró con una sonrisa al terminar de hablar con la chica de la recepción, la joven desde abajo sacó dos pares de patines los cuales él recibió con su típica sonrisa, él comenzó a caminar hacia la pista de hielo mientras yo lo seguía desde atrás para no perder lo de vista, cuando ya estábamos por llegar a la pista Phichit se detuvo y me pasa un par de patines.

— Me imagino que aun sabes cómo se colocan ¿Cierto? —Me preguntó con un tono de voz algo burlesca.—

— Claro que aún lo recuerdo. —Le respondí en el mismo tono que él había utilizado.—

Phichit comenzó a poner sus patines de inmediato, yo al verlo copié su acción y procedí hacer lo mismo con los míos. Cuando ya estábamos listos me saque mis lentes y los guarde en el bolsillo de mi pantalón. Ambos nos lanzamos juntos a la pista recordando los viejos tiempos, como cuando éramos niños y lo único que nos importaba era jugar y divertirnos, cuando aún no teníamos responsabilidades y nuestra única preocupación era comernos toda la comida para poder salir a jugar los dos junto con Minami y Otabek.

Luego de unas horas patinando Phichit sacó su celular de su bolsillo izquierdo.

— ¡Foto! —Dijo mientras levantaba el dispositivo con su mano derecha y con la otra la pasaba por encima de su antebrazo opuesto haciendo un símbolo de paz.—

— No estoy listo. —Le respondí con una sonrisa mientras que con mi mano izquierda trataba de imitar su pose, pero para mí mala suerte sentí el sonido del disparador justo cuando había cerrado mis ojos. — Creo que salgo con los ojos cerrados.

— No importa. —Ambos nos concentramos en su móvil para ver cómo habíamos salido en la improvisada fotografía.— Te ves perfecto como siempre. ­—Sonrió.—

— Pero salgo con los ojos cerrados. —Suspire ya resignado, sabía que no borraría la foto y que la subiría de todas formas a sus redes sociales.—

— No sé porque te molesta tanto Yuuri, te vez bien aun con los ojos cerrados.

— Bueno como quieras.

Phichit trabaja como modelo en la empresa MVN desde hace ya dos años, por ende, cada vez que sale a cualquier lugar se saca fotos variadas para luego subirlas a sus distintas redes sociales.
 
Habían pasado algunas horas y ya estábamos cansados, Phichit propuso ir a una cafetería que estaba cerca de donde nos encontrábamos patinando yo acepté de inmediato cuando mencionó que habría cosas dulces para comer. Luego de ponernos nuevamente nuestros zapatos salimos del lugar con dirección a la cafetería "Singer Café".
Al llegar a la cafetería entramos sin apuro alguno y nos ubicamos en una de las mesas para dos personas que se encontraban vacías, ya estábamos sentados cuando se nos acercó una joven camarera, y al igual que en la pista de hielo fue mi amigo quien habló con ella, lo poco que logré entender de la conversación fue que él había pedido para mí un té verde con pastel de chocolate, mientras que él había pedido un cappuccino de vainilla con macarrones dulces. Luego de unos minutos apareció la misma chica con el pedido que había hecho mi joven amigo, ambos agradecimos y de inmediato nos dispusimos a comer, al parecer ambos teníamos mucha hambre ya que ni uno de los dos emitió alguna palabra hasta terminar de comer.
Estuvimos en aquella cafetería sentados conversando alrededor de dos horas, esta vez yo pagué la cuenta ya que en la pista fue él quien pagó por el arriendo de los patines.
Ya listos ambos nos pusimos de pie y caminamos hacia la salida, fue Phichit quien abrió la puerta para salir, pero apenas puse un pie afuera del lugar volví a sentir ese olor a chocolate y menta, pero esta vez era mucho más fuerte la sensación que producía en mi mente y en mi cuerpo, me iba a girar para ir en su búsqueda, pero mi amigo tomó mi mano rápidamente antes de que pudiera reaccionar.

— Ya es tarde, si no nos apuramos tus padres me van a querer matar.

No pude decir nada, solo asentí con mi cabeza mientras trataba de seguir el apresurado paso de mi acompañante mientras aún trataba de procesar todo lo que esa combinación de olores provocaba en mi ser.

Las Vueltas del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora