Capítulo 5

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Narra Yuuri.

Después de que Phichit terminó su sesión fotográfica nos fuimos juntos hasta la fiesta del presidente de MVN, apenas puse un pie sentí nuevamente esa presencia de chocolate y menta en ese lugar, no me di cuenta cuando los alfas que se encontraban ahí comenzaron a rodearme diciendo cosas como "Pero que lindo omega tenemos aquí","Te gustaría ser mi omega para tener hijos tan lindos como tú",  también me decían "¿Te gustaría ser marcado por mí?", Phichit al ver cómo era rodeado se ganó a mi lado y me tomó del brazo mientras soltaba un gruñido logrando que los que me estaban rodeando se alejaran, él me guió hasta donde estaban mis padres, ellos al verme me abrazaron y subimos al escenario, sintiendo como las miradas se dirigían hacia mí desde que mi padre habló.

— Su atención, por favor. —Dijo mi padre llamando la atención de los presentes, me percate que entre toda esa multitud resaltaba un hombre de piel blanca, de unos hermosos ojos de color azul cielo, sus cabellos eran de un bello color platino. Su sola presencia alteraba todo mi omega interior, y lo único que podía hacer era respirar hondo para calmar mis nervios, pero lo que sin duda me conmocionó fue ese embriagante olor a chocolate y menta. En ese momento lo entendí, él era quien emitía esa esencia que me hacia paralizar en un solo instante.— Él es mi hijo menor Yuuri Katsuki y a partir de hoy él será el nuevo dueño y encargado del Grupo Katsuki. —Continuó mi padre, yo lo mire por unos leves segundos para luego sonreírle.—

El resto fue bastante aburrido, básicamente fue lo de siempre, los alfas me bombardearon con preguntas o con insinuaciones, yo los rechazaba de la forma más cortés que podía pero no había caso, Phichit tuvo que intervenir más de una vez en mi rescate. A pesar de que él también es un omega como yo, él logra que los alfas le tomen respeto, después de todo se sabe que él es una persona con bastantes influencias.

Aún no sé cómo lo hizo, pero logró sacarme de entre esa mandaba de alfas que de alguna u otra forma me querían tener para ellos, mi amigo me logró llevar hasta uno de los balcones que tenía esa gran mansión, necesitaba el aire fresco con urgencia, ese olor a chocolate y menta estaba por toda la casa, no entendía cómo era posible que esa esencia estuviera tan impregna en ese lugar. De un momento a otro sentí como se intensificaban cada vez más aquel olor, comencé a sentir un calor en el sector de mi vientre que iba aumentando a medida que el olor se hacía más fuerte, sentía como mis mejillas comenzaban a arder por el calor que estaba sintiendo hasta que de pronto note como me giraron de golpe, entonces lo vi... vi esos ojos azules que me miraban fijamente, ese bello rostro y esos labios que deseaba por alguna extraña razón besar.

— Te encontré.

Susurro él con un tono de voz seductor, pude sentir como él se iba acercando cada vez más a mis labios, yo solo cerré mis ojos esperando a que me besara mientras que aquel calor que sentía cada vez era más fuerte, hasta que nuestros labios se unieron... fue dulce, pero a la misma vez desesperado, su sabor era tal como esperaba dulce como el chocolate y refrescante como la menta una combinación perfecta, pero algo estaba mal conmigo y yo lo sabía.

Él mordió levemente mi labio inferior logrando que separara levemente mi boca, dando el espacio suficiente para que él introdujera dentro de mi cavidad bucal su lengua, inspeccionando con esta cada rincón, yo trate de hacerle frente con la mía, pero fue imposible, él ganó. Paso uno de sus brazos por mi cintura, mientras que la otra la posiciono en la parte posterior de mi cabeza logrando profundizar más el beso que manteníamos,  mientras tanto yo pasaba mis brazos por detrás de su cuello, él al sentir como lo aprisionaba juntaba aún más nuestros cuerpos hasta que un pequeño gemido salió de mis labios, él se separó de mí levemente, respiraba con algo de dificultad al igual que yo, abrí mis ojos despacio pero mi vista estaba algo nublada y no podía dejar de jadear, ese maldito calor ya me estaba volviendo loco.

— ¡Yuuri! —Pude ver como Phichit se acercaba a mi desesperado. — No puedo creer que justo ahora estés entrando en celo. — ¿Qué? ¿Acaso había  escuchado bien? ¿de verdad yo he entrado en celo justo cuando este hombre me había besado?— Rápido, abre la boca Yuuri. —Lo último lo dijo como una orden, el cual yo obedecí, me puso una pastilla en mi boca y me miró con una cara seria y preocupada.— Trágala, es un supresor aún estamos a tiempo, pero debemos salir de aquí ahora.— Él comenzó a caminar conmigo, pero sentí como me tomaban de mi mano derecha.—

— Él no se irá contigo. —Alcé mi mirada viendo como aquel alfa que hace unos segundos me había besado ahora estaba sosteniendo una batalla de miradas con Phichit. — No dejaré que te lo lleves. —Sentenció.—

— ¿Entonces esperas que él se quede aquí rodeado de alfas que pueden terminar abusando de él? —Phichit no bajó su guardia. — Yo soy omega como él, créeme que él estará más seguro conmigo que con cualquier otra persona.

— Él es MI DESTINADO y no quiero que lo alejes de mi lado. —Le respondió con un tono de voz seguro y determinado.—

— Créeme que lo mejor es que me lo lleve, tu sabes que el aquí corre peligro en este estado ¿O acaso piensas pelear con todos los alfas que están aquí para protegerlo?, además sabes perfectamente donde vivo, tienes mi número y yo el tuyo, prometo que cuando su celo termine te avisaré para que lo vayas a ver.

— Está bien. —Suspiró resignado. — Prométeme que lo cuidaras.

— Lo prometo. —El hombre que para mí aún era un desconocido me volvió a besar antes de que Phichit me sacara casi corriendo de ahí.—

Nos fuimos directo a la casa de mi amigo, por lo que al llegar yo me encerré en la que es mi habitación y no salí hasta que esa sensación se fuera por completo, no diré que tuve que hacer para que esa maldita sensación pasará, pero sí diré que en todo este tiempo solo podía pensar en ese bello ángel de cabello plateado, tez blanca y ojos azules. Pero por otro lado no dejaba de preguntarme ¿De dónde Phichit conocerá a ese hombre? ¿Por qué no me había hablado de él?

Las Vueltas del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora