Capítulo 13

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*Narra Otabek.

Ahora me encontraba nuevamente sentado en la pileta, pero esta vez Yura estaba a mi lado mientras él me hacía pregunta y yo las iba respondiendo.

- Así que Beka –en todo este rato que llevábamos bailando y platicando no he podido dejar de ver esas hermosas esmeraldas que él tiene por ojos– quiero saber porque tenías un supresor a la mano... ¿acaso tienes pareja? 

- No –le respondí rápidamente– mis dos mejores amigos son omegas, por lo que siempre tengo uno a mano desde que a uno le llego su celo por primera vez –termine por decirle.

- Ya veo... –bajo su mirada hacia sus piernas como si estuviera buscando algo– ¿y qué haces aquí?

- Pues... como todos los años con mis amigos habíamos quedado de pasar juntos esta festividad, se suponía que este año lo pasaríamos en Japón, pero como Yuuri vino aquí para ver a Phichit decidí que lo mejor era que yo viajara también para acá.

- ¿Yuuri? –elevo su vista, su cara era un verdadero poema, al parecer lo había confundido con mi respuesta.

- Él destinado de Viktor. –le respondí nuevamente con una leve sonrisa–

- Ah... –su mirada aun parecía de confusión, de pronto sus ojos se abrieron sorprendidos– espera... ¡¿ÉL CERDO ES TU AMIGO?!

- ¿cerdo? –no pude evitar soltar una sonora carcajada– parece que ya se llevan bien.

- No... es solo que... –Yura desvió su vista hacia otro lugar mientras sus mejillas se tornaban de un hermoso color carmesí–

- Bueno, bueno –pase mi brazo derecho por la espalda del menor y lo atraje hacia mí apegándolo contra mi pecho– sí, él y yo somos amigos desde niños, conocí a Yuuri y a Phichit cuando tenía cinco años, Yuuri tenía once y Phichit tenía nueve, en una de las tantas reuniones que tuvieron nuestros padres... recuerdo que esa vez, la reunión se llevó a cabo en la empresa de mis padres, y como yo no era nada sociable mis padres le pidieron a los señores Katsuki y Chulanont que llevaran a sus hijos menores para que jugaran conmigo, yo no sabía que Yuuri y Phichit ya se conocían cuando nos encontramos por primera vez, al principio yo no les hablaba y solo me limitaba a seguirlos desde atrás, pero Yuuri no se conformaba con eso y siempre se detenía para tomarme de la mano para que no me quedara atrás... vivimos muchas cosas juntas nosotros tres y ellos se volvieron las personas más importantes para mí, incluso me atrevería a decir que ellos son más importantes para mí que mis propios padres. –termine de decirle mientras bajaba mi mirada solo para encontrarme con ese hermoso rostro.

- Creo que te entiendo... mis padres murieron cuando yo tenía dos años... fui criado por mi abuelo Nikolai y Viktor, a él lo considero como a un hermano, aunque jamás se lo diré porque eso solo alimentaria su ego –soltó una pequeña risita mientras me sonreía– aun así, no sé qué es lo que haría si algún día me llegara a dejar alguno de los dos.

- Pero ahora me tienes a mí, a Yuuri, a Phichit y a todos mis amigos –le dedique una cálida sonrisa a mi hermoso omega– yo sé que todos ellos te van a querer.

- ¿Cómo estás tan seguro?

- Porque hoy le conté a Sala que mis padres querían casarme a la fuerza con la hija de uno de sus socios, pero que yo me había negado lo que provocó una fuerte discusión entre nosotros y que me habían dicho que tenía cuatro meses para encontrar pareja y si no anunciarían mi compromiso con esa chica.

- ¿Qué? –Yura estaba mirándome con sus maravillosos ojos, pero ahora reflejaban miedo, tristeza y confusión.

- Tranquilo, eso no pasara porque te encontré a ti y ten por seguro que te presentaré a mi familia como mi pareja, aún tengo todo este mes para hacerlo así que tranquilo –pase mi mano delicadamente por su mejilla mientras dejaba pequeñas caricias en el lugar.

Las Vueltas del Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora