Las Vueltas del Destino.

Capítulo 11

*Narra Yuuri.

Estaba aún al frente de la puerta procesando lo que acababa de pasar, después de todo no todos los días vez a tu mejor amigo con alguien desconocido a punto de tener relaciones sexuales en la casa de tu destinado.
Mi mente comenzó a divagar entre los eventos de esta noche.

o Flashback.

Después de que Phichit se llevara a Otabek prácticamente corriendo de ahí, Viktor me llevo hasta donde se encontraba su amigo Yurio.

-Yurio –Viktor llamó a un chico de cabello rubio y baja estatura, llevaba un terno blanco, un corbatín de color gris y unos zapatos de color café.

-Que quieres viejo –él chico me dirigió una mirada hostil desde el primer momento– ¿y el cerdo quién es? –pregunto sin apartar su vista de mí, yo solo desvié mi mirada hacia otro lugar por lo intimidado que me sentí. 

-Primero que nada, no es un cerdo –le respondió Viktor con si típico tono de voz mientras se posicionaba a mi lado, entrelazo su mano a la mía regalándome un poco de confianza– su nombre es Yuuri y es mi destinado, así que a partir de ahora lo trataras con más respeto gatito. –termino por decir mi pareja con un tono de voz burlón, pero a la misma vez se notaba un poco de seriedad en ella.

-¿Es por este que me apodaste Yurio a mí? –volvió a preguntar, pero esta vez su mirada estaba dirigida a Viktor. 

-Así es, ahora por favor te voy a pedir que te presentes como es debido –Viktor aun no cambiaba su tono de voz. 

-Mi nombre es Yuuri Katsuki, tal vez Viktor ya te dijo que soy japonés –le dije a Yurio con una sonrisa sincera tratando de sonar lo más amable posible. 

-Si me lo dijo, yo soy Yuri Plisetsky, conozco a este idiota desde que tengo dos años–él chico extendió su mano hacia mí– si deseas me puedes llamar Yurio. 

-Bueno, Yurio es un placer conocerte –tome la mano del menor con gentileza mientras sonreía.

Luego de presentarnos los tres comenzamos a tener una agradable conversación, me entere de que Yurio solo tenía quince años y ya se estaba preparando para asumir el cargo de su empresa, también me entere que su familia también es parte de la asociación de Euro-Asia. Seguíamos conversando gustosamente, pero de pronto la actitud de Yurio cambió de golpe.

-¿No sienten eso? –preguntó él joven rubio mientras olfateaba hacia todas las direcciones como si estuviera buscando algo. 

-¿Qué cosa? –le pregunte mientras buscaba con mi mirada por si veía algo.

-Es un olor como a... –inhalo fuertemente y luego exhalo– limón con durazno. 

-Ah... no me digas que ya apareció él destinado del gatito –dijo Viktor con un tono de voz divertido. 

-Déjalo Viktor –lo regañe para luego mirar a Yurio con una sonrisa– si fuera tú ya lo estaría buscando, no vaya a ser cosa de que se vaya. 

-Mi Yuuri tiene razón –Viktor le dio una sonrisa a Yurio, no lo había notado antes, pero él menor estaba levemente sonrojado.

Yurio no esperó más y salió casi corriendo de donde estaba, yo solo me limite a mirar cómo se alejaba, pero una voz me saco de mis pensamientos.