4. Clase de música.

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-Anda, sólo una vez más- Jimin está siguiéndome.
A pesar de que pensé que nuestro acercamiento sólo duraría un día. Hoy, desde temprano me saludó en la mañana y ahora me pide que almorcemos juntos.
-Ya te lo dije, tú tienes planes con tus amigos- le respondo.
-Ya cancelé.
-¿¡Qué!? ¿Por qué hiciste eso?.
-Quería pasar tiempo contigo- sonríe.
Las palabras de mi madre aparecen en mi mente. Me dijo que lo trate bien y me haga su amiga.
Suelto un suspiro.
-Bien, sólo por hoy.
-Vale, ahora vayamos a clase- me dice feliz.
-No sé que te alegra tanto. Tenemos clases.
-Si, pero juntos.
-Que pesado.
-¿Soy pesado?.
-Si. Pareces mi novio.
-Novio otra vez ¿eh? Creo que te está gustando la idea- sonríe y pasa una mano por su cabello.
-Lo digo en el mal sentido. Otra vez.
-¿Qué clase nos toca?- ignora mi comentario y cambia el tema.
-Música- respondo.
Me paro en seco...¿¡Música!?.
-Oh, esa clase me gusta- comenta y después me mira estática- ¿Qué pasa?.
-Hoy...nos harán un examen de canto, ¿cierto?- pregunto aún inmóvil.
-¡Oh, es verdad! Que emocionante, quiero ver cómo cantas- sonríe feliz.
-Jimin estás loco. No puedo ni siquiera hablar en público...¿cómo se supone que cante?- mi pulso comienza a acelerarse.
-Necesitas confianza- intenta tomar mi mano pero la muevo.
-No, necesito un arma para dispararme en la cabeza. Ahora.
-¡No digas idioteces!- se espanta por mi comentario.
-Yo...-intento decir.
Ahora sin que pueda zafarme toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.
-Tranquila. Sentémonos juntos y todo estará bien.
Ahí va de nuevo mi dosis diaria.
Maldita sea, debo dejar de tomarla.
-Bien- digo y siento un impulso que me lleva a seguir caminando hasta el salón de música.
"Todo estará bien".
Entramos y me siento junto a Jimin sin soltar su mano.
Intento distraerme y miro nuestras manos entrelazadas.
-Tu mano es muy pequeña- comento.
No le hace ninguna gracia.
-Son manos de hombre- gruñe.
-Un hombre debe tener dedos largos y delgados...no estas manitas de señora- bromeo- Mira, como las de él- señalo a un chico con manos extremadamente delgadas y dedos largos.
-Tú...- Jimin se dirige hacia mí enojado pero cuando ve a la persona que señaló su enojo desaparece- ¡TaeHyung!.
El chico se voltea y sonríe.
-¡Jimin, qué tal!- chocan puños.
-¿Cuándo llegaste?- pregunta el Jimin feliz.
-Me inscribí hoy- el otro chico...¿TaeHyung? No deja de sonreír.
-¿Estarás en nuestra clase?.
-Claro chico- guiña un ojo- Oye, ¿no puedes soltar la mano de tu novia en un lugar público como este?.
-Oh- se sobresalta- Ella es Kang Seol Yeon- No suelta mi mano.
-Un gusto-se dirijo hacia mí y hago una reverencia- ¿cuánto tiempo llevan juntos?.
-Un par de...- intenta decir Jimin pero lo fulmino con la mirada- Sólo somos amigos- se corrige al notar mi expresión.
-Ya, es cierto. A ti te gusta otra chica desde el año pasado, ¿no?...¿Cómo era que se llamaba? ¡Ah! Se parece al nombre de ella...no espera, ¿¡Qué!? -me apunta sorprendido y calla de repente haciendo una mueca de dolor.
-La clase está a punto de comenzar Tae, deberías buscar asiento- le dice Jimin con una sonrisa forzada.
-¡Me pateaste! Las pagarás Chim Chim- lo amenaza apuntándole con el dedo y se va lentamente.
-¿Siempre eres tan bruto con tus amigos?- pregunto.
-Sólo cuando están a punto de decir alguna cosa irreverente.
El profesor entra y nos mira con una sonrisa.
-Hoy tenemos examen de canto- pone los libros sobre la mesa- Estoy ansioso por escucharlos.
Muchos murmuran emocionados y otros no tanto.
-Ahora sepárense. Mujeres a la izquierda y hombres a la derecha.
¿¡Qué!? No, esto no era parte del plan.
Jimin me mira preocupado pues estamos del lado derecho.
Suelto su mano de manera brusca.
-Hoy apostaremos un helado. Lo haré yo sola- me levanto de mi lugar y voy hacia el lado izquierdo con las demás.
Siento miradas hirientes por todos lados.
-Damas primero- el profesor de pone frente a nosotras y canta una demostración- Háganlo, yo las revisaré.
Todas cantan una y otra vez la misma parte.
Yo lo intento pero no me es posible. La voz no sale.
El maestro comienza a pasar de lado a lado por cada fila; verificando y revisando.
Se detiene al pasar a mi lado.
-Alto- dice y la melodía se detiene- Señorita Kang, no la escuché cantar.
Me levanto y hago una reverencia pidiendo perdón.
-¿Por qué se disculpa? Cante. Usted sola por favor.
No lo dijo.
-Pero yo...- hablo en tono bajo.
-¿Usted qué?.
-No quiero cantar- respondo cabizbaja.
-No fue una pregunta, fue una orden.
-Pero...
-Uno, dos...Uno, dos, tres, cuatro- hace compás y yo comienzo a cantar en una voz inaudible.
El maestro hace una mueca.
-No escucho nada. ¿Acaso usted quiere reprobar el parcial?.
-No.
-Entonces...¿canta o no?.
Pienso mi respuesta.
-No.
-Bien. Reprobada en el parcial, por favor siéntese y no haga nada. La llevaré a la dirección cuando la clase termine.
Asiento y caigo en la silla debido a que mis piernas temblaban como gelatina.
-Chicos. Lo mismo- va hacia el lado derecho.
Todos cantan al unísono pero hay una voz que desentona.
-Señor Park- todos dejan de cantar- ¿acaso usted está de broma?.
-¿Por qué profesor?.
-Era de mis mejores voces el año pasado, ¿por qué desentona?.
-Quiero desentonar.
-Le daré una última oportunidad muchachito. Cante usted solo.
El docente marca el compás y la desentonada voz de Jimin inunda la habitación.
-¡Alto! Esto es inaudito- se toca la sien.
-Lo siento- ríe y todos le siguen la broma.
-¡Park y Kang fuera del salón!.
¿Y yo que hice?.
Me levanto de mi lugar y salgo con Jimin siguiéndome desde atrás.
Nos quedamos fuera del salón y me deslizo por la pared hasta quedar sentada en el suelo.
-Ahora nos llevarán a la dirección a los dos- digo.
-Esa es la idea- ríe feliz.
-¿Lo hiciste a propósito?- le pregunto confundida.
-Claro que si.
-No te entiendo, en serio.
-Todos se reían de ti...por eso hice esto para que no fueras sola a la dirección.
-Yo...ni siquiera noté eso.
-¿Ah no?.
¿En serio hizo todo eso por mí? Tal vez ni madre tiene razón.
-Subes a nivel 5- escondo mi rostro en mis piernas al decirlo.
-¿En serio?- suena feliz- ¡Eso es genial!.
-Gracias...
-¿Gracias? Subí cuatro niveles de golpe. Ni yo me la creo.
-Ya supéralo- sonrío, pero él no puede verme pues mi cara está escondida.
-Por cierto, ¿no te gusta cantar?- pregunta de repente.
-Me encanta cantar- confieso.
Aish...yo no debía decirle eso a nadie.
-¿Entonces?.
-Estamos hablando de mí. ¿En serio crees que cantaría en público?- respondo obvia.
-Bueno, tal vez no estás segura de tu voz- se pone a pensar.
-No porque me guste cantar significa que lo haga bien.
-¿Y si te enseño a cantar?.
Levanto la mirada y me encuentro con la suya.
-¿Lo dices en serio? Si, lo dices en serio. No.
-¿Por qué no? Será genial.
-No cantaré frente a ti, ni frente a nadie que no sea yo misma.
El timbre suena y todos comienzan a salir del salón.
-¡Jimin idiota! Te van a castigar- un chico le dice al tonto a mi lado.
-Buena esa Chim Chim- ríe el tal TaeHyung y me mira- Adiós SeolYeon-sonríe de manera tierna.
Agacho mi cabeza un poco en respuesta.
Todos le lanzan una mirada amigable a Jimin antes de volver al salón de clases.
Todo va bien, hasta que el profesor sale del aula.
-Ustedes- nos señala fríamente- entren.
Nos miramos confundidos y nos levantamos entrando al salón junto al docente.
Él se sienta en su escritorio.
-Chicos- suelta un suspiro- No dudo que tengan potencial, ¿por que lo desperdician?.
-Lo sentimos- decimos al mismo tiempo.
-Kang, a usted nunca la he escuchado cantar pero dudo que sea tan mala como para no cantar las canciones.
-Lo siento mucho- repito haciendo reverencia.
-Y usted Park...¿qué pasó?- niega con la cabeza- Yo sé que tienes un gran timbre de voz, ¿por qué no lo aprovechas?.
-¿Nos llevará con el director?- Jimin cambia de tema.
-No- responde y levantamos la mirada sorprendidos- pero, a cambio tendrán que hacerme una presentación. Algo me dice que los dos pueden aprender mucho del otro.
Entiendo que puedo aprender algo de Jimin pero, ¿qué puede aprender el de mí? Él ya tiene todo.
-Canten una canción a dueto frente a la clase. Tienen dos semanas antes de que el parcial termine; será su calificación así que no la desaprovechen.
-¡Gracias!- dice Jimin feliz.
Hago otra reverencia y salimos del aula.
Me siento abrumada.
-¡Esto será genial!- dice dando brincos mientras camina.
-¿Estás loco? Será horrible- toco mi sien frustrada.
-Claro que no. Te ayudaré y cantaremos excelentemente bien.
-Jimin no...
-¿En tu casa o en la mía?- pregunta feliz.
-¿Eh?.
-Debemos reunirnos para preparar todo.
-Aún faltan dos semanas.
-Tomará tiempo si queremos que quede bien- argumenta.
-Vale, no sé. Pediré permiso en la mía- ruedo los ojos- Vayamos a clase o llegaremos tarde.
Él asiente y llegamos hasta nuestra aula general de clase.
...
-Te dije que no hace falta que me acompañes a casa- le digo mientras salimos del instituto.
-Me debes una dona, ¿recuerdas?.
-No me recuerdes esa clase- digo haciendo una mueca- Bien, te le compraré.
Según un tonto acuerdo, desde la reunión de consejo; cada vez que por culpa de mis nervios no logre afrontar la situación, entonces tendré que comprarle una dona a Jimin. Si lo logro, él me compra una.
Perdí en clase de música.
Entramos a la misma tienda de ayer.
-Toma la que quieras- digo y agarra una glaseada con relleno de frambuesa-¿Esa? Ayer comiste una igual.
-Me gustó- se encoge de hombros.
Caminamos hasta la caja, pago y salimos de la tienda. Caminamos hasta mi casa.
-¿Quieres?- me pregunta mientras saca el plástico que envuelve la dona.
-No gracias.
-Vamos, tú la compraste. Toma un mordisco- insiste.
-Bien- extiendo la mano para que me pase el pan, pero lo pone frente a mi boca.
-Di "Aaaaa".
-¡Eso es vergonzoso!-chillo.
-Da igual. Anda- mueve un poco la dona.
Abro mi boca y me acerco para dar una mordida pero él la mueve hacia atrás.
-Oye- lo miro mal y ríe.
En eso mi casa está frente a nosotros.
Sigue extendiendo su mano.
-Déjalo, ya me voy- digo y camino por el jardín.
-¡Pide permiso!- lo escucho gritar desde la calle.
Levanto mi mano y la sacudo en señal de despedida.
Entro a mi casa.
-Dos días seguidos, ¿eh?- mi madre sube y baja las cejas con una sonrisa.
-Mamá necesito pedirte permiso para algo...-ignoro su anterior comentario.

No bajes la mirada princesa;se te puede caer la corona. [Park Jimin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora