No bajes la mirada princesa;se te puede caer la corona. [Park Jimin]

28. Llamadas de madrugada.

-La comida estará lista en veinte minutos- nos informa mi mamá desde la cocina.
-Gracias mamá- respondo.
-Gracias señora- dice Jimin a mi lado.
Ha venido a estudiar a mi casa, aunque no entiendo por qué, si él ya tiene buenas calificaciones en todos los exámenes.
-¿Señora? Dime mamá- se asoma mi madre por una pequeña puerta que conecta la cocina con la sala en donde estamos estudiando.
Ruedo los ojos, esos comentarios no me sorprenden de ella.
-Vale, ¡Gracias mamá!- dice un feliz Jimin.
De él si me sorprenden los comentarios. Casi me atraganto al escuchar eso.
-No le digas mamá- lo regaño en voz baja para que la susodicha no me escuche y venga a hacer lo mismo conmigo.
-¿Por qué no? A la madre de tu novia sueles decirle "mamá" también- se encoge de hombros.
-¿Algún día dejarás de respingar y me obedecerás?- suelto un bufido frustrada.
-Eh...no.
La lanzo una mala mirada y vuelvo la vista hacia mi libro de biología. Odio biología. Digo, está bien que estemos en segundo año y sea una materia obligatoria...pero...¡la biología no está hecha para mí! Simplemente no somos compatibles.
-¿Genes? ¿Genoma?- pregunto intentando encontrar la respuesta en el bendito libro.
-¿Ves por qué vine? Sin mí serias papilla en el examen- comenta quitándome el libro de las manos-Te lo leeré una vez y lo explicaré una vez, ¿está bien?.
Asiento en respuesta poniéndole atención.
-Un gen es...- y me pierdo.
Podría ponerle atención, digo, si no hubiera visto sus labios por un pequeño y fugaz segundo.
Es que...los labios de Jimin son como dos nubes, ya que su rostro es casi el mismo cielo...y, cuando mueve esos labios al hablar, me hace distraerme un poco en nuestras conversaciones.
¿Sexy será la palabra? No lo sé en realidad; lo único que entiendo es que tiene una boca carnosa y pequeña que es difícil no mirar. Sin mencionar sus dientes, donde uno tiene un pequeño piquito que sobresale de él; pero es demasiado tierno apreciarlo, sobretodo cuando ríe.
-¿Yeonnie?- su voz me saca del trance.
-Ah...¿s-si?- pregunto sacudiendo un poco mi cabeza para alejar las ideas de su boca.
-Ya te lo expliqué, ¿lo entendiste?.
-Por supuesto que sí- río ocultando que...¡en realidad no entiendo nada!.
Me mira con incredulidad, pues, para mi desgracia o mi fortuna, él me conoce bastante bien.
-¿Qué es genoma?- pregunta retándome a darle una convincente respuesta.
-¿Ge-genoma? Ah eso...- paso un mechón por detrás de mi oreja intentando pensar en alguna escapatoria.
-¿Me pusiste atención hace un momento?- su tono de regaño me interrumpe antes de contestar alguna tontería.
-No- bajo la mirada con arrepentimiento.
Lo escucho soltar todo el aire acumulado por la nariz. Está frustrado.
-Vale, haremos un trato- propone haciendo que levante la mirada con interés-Si estudias como es debido haré algo por ti, pero si sigues como ahora, tú deberás hacer lo que yo te pida.
-Eso no me da buena espina- respondo con desconfianza.
-Por eso debes estudiar para ganarme.
-Acepto- juntamos nuestras manos para cerrar el trato.
¿Qué podría pedirle a Park Jimin? Será una gran oportunidad para mí.
Sonrío malévolamente.
-¡Chicos, a comer!- exclama mi madre desde la cocina. Nos levantamos de donde estábamos estudiando y vamos con estómagos vacíos hasta el lugar indicado.
...
-¡Adiós mamá!- Jimin le sonríe a mi madre mientras la despide con la mano.
-Vuelve mañana, ¿si? Sabes que me encanta que pases la tarde aquí con SeolYeon- responde mi madre deteniéndose en la puerta.
-Claro que si, por mí yo vendría todos los días a visitarlas.
-No te contengas- le guiña el ojo mi madre-Los dejo solos un rato jovencitos, por favor compórtense- nos dedica una sonrisa y de la casa.
-Bien, entonces...aprende este tema y terminamos- dice recostándose en el piso, cruzando sus brazos detrás de la cabeza.
Leo el libro, el último tema del examen es el más fácil y todo gracias a que puse atención hasta el final del parcial.
Yo hubiera puesto más atención en clase, pero, otra vez todo es culpa de Park Jimin; quien siempre está mandándome notas entre clase y clase.
-Terminé- cierro el libro liberándome de todo el estrés pre-examen.
-¿Segura?- pregunta enarcando una ceja incrédulo.
-Pregunta lo que quieras- me encojo de hombros. No tengo nada que temer ya que esta es una de las veces en las cuales he estudiado mejor para cualquier examen.
-Vale- toma el libro que deje por un lado, lo abre en las páginas correspondientes y comienza a cuestionarme.
Respondo todo con facilidad. Creo que obtendré una buena nota mañana.
-¿Ves? Ahora yo gané la apuesta- mi sonrisa malvada vuelve a formarse sobre mi rostro.
-Bien, ¿qué es lo que quieres?.
-No es algo...no es algo tan difícil- desvío la mirada nerviosa.
-Vale, lo cumpliré. Dime qué es.
-¿Me cantarías una canción?- siento mi rostro arder en un tono nada disimulado.
-¿C-cantar?.
-Por favor- sigo sin mirarlo. Es que da tanta vergüenza.
-Bien.
Ninguno de los dos dice algo más, sólo se escucha como Jimin está tomando algo de aire para comenzar con su canción. Yo sólo espero que el resonar de mi corazón no sea audible para él.

-You're beautiful...- entona con una voz que me eriza la piel.
Una sonrisa escapa de mis labios.
-You be with me, with me.
La canción es sumamente hermosa, algo melosa y puede llegar a sonar demasiado juvenil, pero la voz de Jimin la hace perfecta.
Escucho con suma atención, de un momento a otro levanto la mirada para ver sus expresiones faciales al cantar.
Si su cara es linda a diario, entonces cantando es mejor. El esfuerzo que pone al querer alcanzar notas y subir el volumen de su voz; como si intentara llegar a transmitir.
Termina riendo avergonzado al darse cuenta de que estoy como boba viéndolo.
-No me mires, me da vergüenza- suelta entre risitas hundiendo la cara entre sus manos.
-Perdón- giro mi cabeza hacia la pared, descartando por completo a Jimin de mi punto de visión.
-Sabes que era con dedicatoria, ¿verdad?- escucho que dice, por el tono de su voz logro distinguir que está sonriendo.
-¿D-dedicatoria?.
-Era una canción linda sólo para ti.
Muerdo mi labio con nerviosismo. Siento que mis manos comienzan a temblar dejándome sin control alguno.
-Gracias- me limito a responder.
Es sólo que...¡no quiero arruinar el momento!.
Siento que una mano acaricia la parte trasera de mi cuello y me acerca hasta la persona que me causa toda esta falla en mi sistema.
Nuestras frentes chocan al igual que nuestras miradas.
-Eres lo que sostiene.
-¿C-cómo una base?.
-Algo así- ríe lo suficientemente cerca de mi rostro.
Y ahora he descubierto un nuevo ángulo de su perfecta sonrisa.
...
La oscuridad inundaba mi mente, hasta que un sonido la interrumpió drásticamente.
Abro mis ojos atolondradamente.
Miro el reloj.
3:00 a.m.
Mi teléfono está sonando desde la mesita de noche. Lo tomo y al ver el número de Jimin contesto la llamada.
-¿J-Jimin? ¿Qué pasa?- mi voz está notoriamente ronca.
-SeolYeon- noto un pequeño sollozo que me hace perder la tranquilidad- ¿Puedo ir a tu casa? Necesito contártelo- la voz de esta persona está tan quebrada como mi racionalidad.
-S-si.
Dicho esto la llamada se corta.
Algo pasó.