El motor ruge hasta que comienza la carrera. Thomas pisa el acelerador hasta el fondo. Agarra tan fuerte el volante que sus nudillos están blancos. Va a 500km por hora. Yo cierro los ojos. Mientras el viento sacude mi cabello. Después de unos minutos abro los ojos y la sensación es extraordinaria. Miro a Thomas, el solo se limita a mirar a delante. Sus ojos viajan al auto que choca contra nosotros. Thomas pega un volantanso para tratar de no chocar. El auto da una vuelta completa. Thomas va a toda velocidad y estamos por terminar la carrera. El otro auto está detrás de nosotros y pasamos la meta. Ganamos. ¡OH POR DIOS GANAMOS!
Miro a Thomas, el solo sale de su auto y me abre la puerta.
-Puedes irte.-dijo muy descortés.
-¿Que rayos te sucede?-dije juntando las cejas.
-Nada.-dijo subiéndose a su auto.
-ESPERA...-dije gritando.-¡THOMAS!
El nuevo se fue. Me quede ahí viendo cómo se alejaba. Este chico es demasiado raro. Primero se ofrece a correr conmigo de acompañante y luego se va como si nada.
Unos gritos me sacan de mis pensamientos.
-¡GANASTE!-grita Meg, mientras corre para abrazarme.-¿Te encuentras bien?
-Si..-dije fría.-no quiero que me ocultes cosas Megan, pensé que nos contábamos todo.
-No estoy en obligación de contarte todo Octavia.-dijo enojada.
-Sabes que-dije aún más enojada.-yo soy la que tengo que estar enojada Megan. Me mentiste todo este tiempo. ¿Desde cuando estás con Peter?
-¿De que rayos hablas?-dijo acercándose a mi.
-De que están muy juntos siempre-dije acercándome más.-y nunca me contaste sobre tu relación con él.
-YA ESTAS LLENDO DEMASIADO LEJOS OCTAVIA-dijo gritando tanto que todo el mundo voltio a vernos.
-PRIMERO, RECIÉN ME ENTERO QUE VENIS A ESTE LUGAR TODO EL TIEMPO CON PETER....
-BIEN ¿SABES QUE?-dijo levantado las manos-SALGO CON PETER HACE DOS MESES Y ESTOY MUY ENAMORADA DE ÉL.
Yo me quedo estática. Mis ojos se llenan de lágrimas. La gente se acerca para ver que está pasando. Yo miro a mi amiga que está fulminandome con su mirada.
-¿ALGO MÁS ME ESTÁS OCULTANDO A PARTE DE TODO ESTO?-digo entre sollozos. Las lágrimas empezaron a brotar, una tras otra sin parar. Mi amiga me mira con tristeza, iba a hablar pero la interrumpí.
-Pensé que eras mi amiga-dije en llanto.-pero veo que nunca lo fuiste.
Me doy vuelta y me fui. Megan gritaba mi nombre una y otra vez. Pero yo ignoraba todo. Por un momento sentí que el tiempo se detuvo, la gente gritando ya no se escuchaba, los motores tampoco, los gritos de Megan menos, nada se escuchaba.
Me fui caminando hasta mi casa. Pero en ese trayecto se me escapo un pequeño de talle. Me perdí. Sentí personas que me seguían y acelere el paso , esas personas caminaron más rápido aún. Y empecé a correr hasta que me metí en un callejón. Mierda. Estoy atrapada. Me doy vuelta lentamente y veo a dos hombres de unos 45 años más o menos.
-Vaya, vaya.-dice unos de los hombres.-Mira que tenemos aquí Jared.
-A una chica linda-dice el otro que parece más joven-que no dejaremos ir.
Se acercan más y uno me agarra el brazo muy fuerte que grito del dolor. El otro me tapa la boca. Me ponen de espaldas contra la pared. Muerdo una mano. El hombre grita del dolor, intento huir pero el otro me toma de la cintura.
-Auxilio-gritó desesperada.-Por favor que alguien me ayude.SOCORRO.
-Suéltenla.-ordenó, era una voz varonil que reconocía perfectamente. Era Thomas.
-Vete de aquí-dijo uno de los hombres.-y no te haremos daño.
Thomas solo los mira con furia.
-Como tú quieras.-dijo el más joven de los hombres.-Hace mucho que no golpeaba a alguien.
Se acerca a Thomas para pegarle una piña pero él le agarra el puño y se lo tuerce hasta romperle la muñeca. El hombre grita del dolor pero no se detiene con los golpes, los cuales los tira al aire. Thomas le da una piña tras otra hasta dejarlo inconsciente. El hombre que me tiene agarrada me suelta y huye.
Yo me levanto los breteles del vestido.
-Gracias.-le digo tímidamente.
-¿Te encuentras bien?-dijo acercándose. Me inspecciona con la mirada hasta llegar a mi muñeca. La alza y me la toca, yo hago una mueca de dolor.-Vamos,-dijo tocandome la espalda.-te llevo a casa.
Le expliqué que estaba perdida, así que fuimos hasta la escuela y de ahí, le fui indicando yo.
-Aquí es.-digo mirándole la cara.-Gracias Thomas, no se lo que hubiera hecho si no estuvieses allí para defenderme.
-Escuche gritos y estacione el auto-dijo explicándome.-cuando vi que eras vos corrí para defenderte. No me hubiera perdonado yo mismo si no te hubiera defendido.Tu eres....-dijo mirando mis ojos.-eres tan inocente que siento necesidad de protegerte.
Me quede callada por unos segundos hasta que me digne a hablar.
-¿Porqué te fuiste en la carrera?-dije mirando sus manos.
-Por que si sé que empiezo una relación contigo-dijo mirando mis mejillas.-de cualquier tipo, sé que voy a lastimarte, y no quiero hacerlo.
-Pero...-dije apoyando mi mano en la suya.-¿Porqué piensas eso?
-Por que no soy como tú-dijo juntando sus cejas.-no soy normal.
-Yo tampoco soy normal Thomas-digo mientras retiro mi mano.-nunca fui a lugares como esos, yo no soy popular, siempre estoy en mi casa y....
-No lo entiendes.-dijo con una risa falsa.
Se baja de su auto y me abre la puerta. Salgo del mismo y Thomas se sube nuevamente y se va.
Yo abro la puerta de casa y la cierro sin hacer ruido. Subo las escaleras y me encierro en mi cuarto pensando en qué raro que fue todo. Lo de las carreras callejeras, lo de Thomas...., lo de Megan. Me siento mal, sola. Pienso también en Peter y en esos hombres, me ponían sus manos ensima de mi cuerpo. Me siento sucia. Si no fuera por Thomas yo en este momento quizás estaba tirada muerta.
Me despierto con los gritos de mamá otra vez.
Me pongo una remera, una calsa, botas y un suéter blanco. Bajo las escaleras y saludo como siempre.
Mamá me preparó el desayuno de siempre con wafles, tostadas y huevo revuelto.
-¿Donde estuviste a noche?-dijo mi padre mientras comía su cereal.
-Estuve en la casa de Megan.-mentí.
-Llame a sus padres-hay no-me dijeron que ninguna de la dos se encontraban en la casa. Mierda. Mierda. Mierda.
-Yo.....
-No nos mientas Octavia Stevens.-dijo mi madre quemándome con la mirada. Cuando mi madre me llamaba por mi nombre completo es porque está muy enojada y eso es malo, realmente malo.
-Solo salí con Megan al cine madre...-dije mientras tomaba jugo.
-Que sea la última vez que nos mientas, por que la próxima vez no salís.-dijo mi padre.-¿Queda claro?
Yo me limité a asentir con la cabeza, poniendo los ojos en blanco.
-¿Queda claro?-repite mi padre nuevamente con voz más grave.
-Si, padre.-dije a cabeza gacha.
-Ve al colegio que vas a llegar tarde.-dijo masticando sus cereales.
-Nos vemos luego.-dijo madre media molesta.
Yo salgo de casa con la mochila y mi celular en la mano. Esta vez espero que Megan no me encuentre por aquí ni por el colegio. No quiero hablar con ella. No estoy de humor como para discutir.
Ya estaba caminando por el pasillo del colegio. Llego a mi casillero y meto y saco libros.
Ahora tengo historia como todos los días a primera hora.
Esta vez entro y no llegue tarde. Me siento en el mismo banco de siempre. Pero algo cambia. Veo a Thomas mirándome desde el banco a diagonal mío. Yo saludo con la mano y él da vuelta la cabeza para mirar al frente. Enserio que es raro este chico, pero...me agrada.
El profesor habla de la revolución francesa mientras yo tomo apuntes de todo. Las horas pasan y las materias también. Suena el último timbre del día. Veo a Thomas irse y guardo todo rápido y lo corro para alcanzarlo.
-Hola.-digo sonriente.
-Hola.-contesta con indiferencia.
Un brazo me agarra. Maldición.
-Tenemos que hablar.-dice Peter con mirada acusadora.
-Vos y yo no tenemos nada de qué hablar Peter.-digo soltándome del agarre que tenía sobre mi.-Ahora si me disculpas...
Se pone delante mío y no me deja pasar.
-¿Que sucede contigo?-dijo con el ceño fruncido.-Primero no me saludas y no te acercas en todo el día y segundo-mira a Thomas que está guardando las cosas-¿Que rayos haces con ese tío?
-Ese "Tio" como lo llamas vos-dije fulminándolo con la mirada-tiene nombre, y es Thomas.
Me fui de allí sin decir nada más. Me quede sorprendida como reaccione jamás le había hablado así a Peter. Y sonrío por mis pensamientos.
-Thomas-lo llamo.
-¿Que queres Octavia?-dijo sin ánimo.
-Solo quiero hablar.-dije apoyándome en el casillero de al lado.
-No tengo ganas de hablar.-dijo y sin nada más que decir se fue.
Lo seguí.
-Por favor-dije triste.-déjame estar contigo.
Él de repente frenó su paso y volteo a verme.
-No puedo, lo siento.-dijo mirando al suelo.
-Pues eso no me detendrá.-dije insistente.
Y subió a su auto y se marchó.
Quiero acercarme a él porque me intriga y me cae muy bien. Y es muy guapo. Uy ya concéntrate Octavia.
Se me ocurrió una gran idea. Subí a un taxi y lo seguí hasta su casa. Baje del auto y le di dinero.
-Quédese con el cambio.-dije cerrando la puerta del auto. El taxista agradeció y se marchó.
Su casa era de color gris, toda de madera. Tenía escalones y un porche con una hamaca. Me subí al mismo y espíe a través de la ventana. Vi a Thomas parado mirándose al espejo. Y quede como una tonta mirándolo. Y me vio. Me escondí y baje lo más rápido que pude del porche, pero su voz me detuvo.
-¿Que haces acá?-dice juntando sus cejas.
Estaba con una musculosa negra y un pantalon chupin negro. Sus músculos resaltaban en la musculosa. Su piel era blanca y sus ojos, Dios mío esos ojos.
-Yo estaba paseando por aquí...
-ahhh-dijo pensando.-y de la nada te asomaste a una casa desconocida.-dijo sarcástico.-Se que me seguiste.
-Yo...-dije mirando sus músculos, estaba más nerviosa de lo normal.-solo quería saber en dónde vivías.
-Bueno ya lo sabes.-dijo entrando a su casa.- -ahora vete.
Yo me acerqué lo suficiente para cuando cerró la puerta puse un pie y la volvió a abrir.
Yo entre.
-Que linda que es tu casa.-Dije intrigada.
Las paredes estaban pintadas de color rojo, había cuadros y muebles, muchos de hecho.
-No puedes estar acá.-dijo poniendo sus manos en la cadera.
-¿Me prepararías un té?-dije amable.
Él asintió y fue a la cocina.
Yo mirando por todas partes entre a un cuarto. El suyo. Habían bóxers y todas esas cosas. Abro cajones buscando lo que oculta. Y encuentro algo. Era un libro, en la tapa decía Green.Me quede sorprendida ya que ese es el apellido de Thomas. Abrí el libro y había dibujos de demonios y cosas así. Escucho un ruido y cuando volteo era él es parado con la tasa de té. Se me cayó el libro de las manos del susto que me hizo pegar.
-¿Que haces?-dijo un poco alterado. Dejo la taza y agarro el libro del suelo, lo guardo bajo llave.-¿Que te da el derecho de revisar mis cosas Octavia?
-¿Qué es ese libro?-digo cambiando de tema.
-No te importa.-dijo enojado.
-Si no me importaría no hubiese preguntado-dije obvia.
-SOS todo lo que no pensé que eras.-dijo tomándome del brazo llevándome al comedor.
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Oscuro secreto
Teen FictionLa venganza es tan solo una evidencia de tus heridas. Octavia Stevens, tiene 17 años, todos creen que su vida es perfecta pero no sabe la verdad. Thomas Green, con tan solo 18 años, irrumpe en la vida de Octavia con un oscuro secreto. El joven le a...