Capitulo 9

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Me levante y me fui al colegio a toda prisa. El viento chocaba contra mi rostro, hizo que mi pelo se alborote en dos segundos.
Vi a Meg a lo lejos que se acercaba rápidamente a mi.
-Hola..-dijo caminando a mi lado.-¿Cómo estás?
-Bien, estuve durmiendo todo el día.-mentí.
Meg me agarro del brazo.
-Tengo que contarte algo.-dijo preocupada.
-¿Qué sucede?-dije frunciendo mi ceño.
-Jeff...-dijo con la vos entre cortada.-él me amenazó.-al ver que no respondía siguió hablando.-dijo que si no te largas del colegio, nos hará la vida imposible.
La rabia creció dentro de mí. Di zancadas por toda la escuela buscando a Jeff. Oí los gritos de Megan, pero no me di vuelta ni una vez. Lo vi con Leah y Peter, estaban hablando y riendo.
-Bingo.-susurre. Camine hasta él.
-Hola Oc.-dijo Peter. Al ver que no respondí, se dio cuenta de que estaba hecha una furia.
Me acerqué más a Jeff y lo abofetee en la cara. Su mejilla estaba roja y se distinguía la marca de mi mano. Toda la escuela nos observaba, algunos con miedo, otros con sorpresa.
-Jamás vuelvas a amenazarme..-dije con un tono peligroso en mi voz. Jamás conocí esta parte de mi.-porque yo misma me encargaré de hacer tu vida un infierno Jeff, no me conoces, no sabes nada de mí. Te lo advierto.-medí media vuelta pero me detuve en seco al recordar que se me olvido contar lo que esté maldito me hizo.-ah se me olvido, me llegas a poner una mano encima y te denuncio, no volveré a dejarme maltratar por un gilipollas como tú. ¡Que toda la escuela se entere quién realmente es Jeff Cipriano!-grité. Jeff miraba el
piso, subió su mirada y posó sus ojos en mi. Su mirada me estremeció, creo que esto se me fue de las manos. Me agarró del cuello y me estrelló contra los casilleros. Me soltó al recordar que todos nos miraban pero no antes sin pegar con mucha fuerza el casillero abollándole. Se acercó lentamente a mi odio y me susurró-Es tarde para arrepentirse, cuando estés en tu casa y yo te tenga entre mis brazos me suplicaras que te deje y no lo haré.-dijo alejándose.-Te declaró la guerra Octavia.-dijo mientras todos se alejaban a sus clases. Mierda en que me he metido. Jeff me hará la vida miserable pero no se lo permitiré, soy fuerte y nadie me derrumba tan fácil.
En mi campo de visión a pareció Thomas, estaba confundido y por su expresión no sabía que pasaba. Me fui acercando hacia él pero alguien me tomo del brazo y me llevo al cuarto de mantenimiento del colegio.
-¿Que fue todo eso?-dijo Pete confundido.
-Déjame salir.-dije tratando de que se corra.
-No hasta que me cuentes lo que pasó.-dijo cruzado de brazos. Lo corrí de un empujón, pero al girar la manija de la puerta no se habría . Mierda.
-Ya Peter, habré la puerta.-dije furiosa.
-¿Qué?-dijo confundido.-Se dirigió hacia la puerta y trato de abrirla pero no pudo.-Mierda, nos hemos quedado encerrados.
-¿Es una broma no?-dije a carcajadas. Me deje de reír cuando Peter se puso serio.
-No es una broma.-dijo mirando mis labios.
No esta vez no.
-¡Deja de hacer eso!-dije gritando.
-¿Hacer qué?-dijo sobresaltado.
-Mirarme de esa manera....-dije incomoda. El rubor comenzó a subir por mis mejillas.
-Lo...lo siento.-dijo nervioso.-¿qué pasó con Jeff?
Tenía que decirle porque sino lo hacía esto empeoraría, así que tengo que distraerlo. Urgente.
-Jeff....-dije acordándome cuando me pegaron sus amigos. Recordé sus manos alrededor de mi cuello.-él mando a sus amigos a que me pegaran.
-¡¿Qué?!-dijo asombrado.-¿Matt y lucas?...¿Jeff?....imposible.
-No, no lo es.-dije acariciando mi brazo. Me temblaba todo el cuerpo al recordar las palabras de Jeff<<te declaro la guerra Octavia>>.-hizo eso porque hice enojar a un profesor y nos habían puesto una prueba para el día siguiente. Me arrojó un papel que decía que era una perra y que en la salida del colegio me agarraría. -al ver que Pete estaba mudo seguí hablando.-me pegaron el la panza y en la cara. Thomas me curo las heridas, por eso estoy con él todo el tiempo, me siento protegida a su lado.-Pete me miraba como si dijera <<no me interesa nada de Thomas Green>>con la mirada.-y además...él y yo...bueno ya sabes.
-¿Saber qué?-dijo con el ceño fruncido.
-Nosotros...-dije temblando de los nervios.-somos novios, me la ha propuesto en clase.
-¿Hace cuánto?-pregunto ¿dolido? Eso creo, si, dolido. Estaba mal, lo notaba en su mirada.
-Hace 2 semanas.-dije tartamudeando.
Pete tragó seco.-¿Cuando pensabas decírmelo?.-dijo con la mandíbula tensa.
-Pensé que ya sabías..-dije al recordar lo que me dijo Jeff.-Jeff me dijo que cuando te enterarías...
-¡Basta!-gritó. Sus puños estaban cerrados y sus brazos estirados a los costados de su cuerpo.-Ya basta....-vi una gota de agua salir por su ojo. No pensé que iba a reaccionar de esta manera.-Sabes..-dijo riendo sarcásticamente.-yo salía con Meg para sacarte de mi corazón...porque pensé que no sentías nada por mí. Si lo admito utilice a Megan. Termine con ella para estar contigo pero luego....Green se interpuso y no pude hacer nada.-dijo triste.-luego volví con Meg porque creí que era lo correcto, porque siempre que la miraba ella solo me miraba con odio y tú también me odiabas....las dos son muy importantes para mí....
-¿Por qué yo?-dije con los ojos aguados.
-No lo sé...-dijo recostándose sobre la pared.-no lo planeé solo sucedió. Cuando éramos chiquitos te dije que nunca me iba a alejar de ti, te lo prometí, te cuide como si fueras mi hermana, pero con el tiempo me...me fui enamorando de ti. Traté de negármelo a mí mismo, convencerme de que no me gustabas que solo te quería como una amiga pero no pude, fui débil. Nuestra amistad se arruino, con vosotras dos. Todo es mi culpa.
No sabía qué decir, ni que hacer. Me agaché a su lado y apoye mi mano sobre su brazo.
-Tú no eres el único culpable..-dije mirándolo a los ojos, él me miró confuso.-la dos nos enamoramos de ti.
-Entonces...-dijo agarrando mi mano.-¿Aún siente lo mismo que yo ?
Abrí la boca para contestar pero las palabras no me salían, la cerré de nuevo. De repente la puerta se abrió y la luz me encandiló los ojos. Vi a Thomas, había partido la puerta. Nuestras miradas se cruzaron y luego vi a Meg, sus ojos estaban vidriosos y luego sentí un ardor en la mejilla. Meg me pego una cachetada. La miré detenidamente para ver cuál iba a ser su próximo movimiento.
-¿Por qué nunca me lo dijiste?-dijo con la voz quebrada.-Tuviste muchas oportunidades, ambos de ustedes.-miré a Pete quien miraba a Meg.-Pensé que verdaderamente eras mi amiga, pero veo que no.-dijo arrancándome el brazalete que me había dado para navidad.-y tú-dijo refiriéndose a Pete.-eres peor que ella.-se marchó corriendo y sollozando. Estaba destrozada. Mire a Thomas.
-Me mentiste.-dijo frío.-¿sigues enamora de él?-Pete lo miraba, lo seguía con la mirada, sabía lo que pensaba al respecto.-¡Contesta!-gritó.-¡¿Lo quieres si o no?!-baje la mirada. Thomas caminaba hacia la salida, entendiendo mi respuesta, se giró una última ves y dijo-como dije la primera vez que te vi, no eres nada de lo que yo pensaba que eras.-y se marchó. Quise gritarle, decirle que lo quiero, pero no lo hice. Intenté dar un paso pero fue inútil. Las piernas no me funcionaban, me temblaban las rodillas. No aguanté más y caí de rodillas al suelo, lagrima tras lagrima, grito tras grito. No podía parar. Tenía tanta angustia...no podía ni respirar. Peter se arrodilló a mi lado.
-Tranquila..-dije susurrándome.-respira. Inhala, exala.-dijo tomando de los brazos. Una vez que recupere el aliento, me ayudó a levantarme.-vamos, te llevo a casa.-asentí moviendo la cabeza lentamente.
El cielo se puso negro, empezó a llover. Las gotas caían sobre las ventanillas. Pete activó el limpiaparabrisas. Estaba en su auto, un maybach exelero. Le di a entender a Thomas que estaba enamorada de Peter pero la verdad no se lo que siento, sé que lo quiero pero no sé si de la misma manera que antes. Pete aparcó su coche enfrente de mi casa. Se bajo del auto y me abrió la puerta. Me acompañó hasta el porche.
-Gracias por haberme traído.-dije sin ánimo.
-Si necesitas....tiempo para acomodar tus sentimientos, te lo daré, esperaré por ti.-me dio un beso en la frente y se fue. Entre a casa. Subí las escaleras y me di una ducha, el agua caliente caía sobre mi pelo mojándolo por completo. Llore nuevamente. ¿Eso el a lo que me dedicaba hacer no? Llorar, si no servía para nada. Me envolví una toalla y me cambie. Me acosté en mi cama. Me sentía tan sola...mis padres hacen meses que no están en casa, ninguno me llama hace semanas, sabía que tenían cosas que hacer y no quiero molestarlos ni preocuparlos. A parte si hablaba con alguno sabía que me quebraría en llanto, los iba a preocupar y no quería. Cerré lo ojos pensando en cuando era chica. Mi madre me leía cuentos de princesas todas las noches y papá me daba mi beso de buenas noches. Me levante exaltada al oler fuego. Fui hacia el pasillo y vi la pieza de mis padres llena de humo. Me tape la nariz con la remera del pijama y abrí la puerta, mierda se estaba quemando todo. Habían llamas en las cortinas, muebles, en la cama, por todos lados. Agarre un balde y lo llene de agua, lo tire hacia el fuego, fue peor. Una llama me rodeo en un círculo, el humo que respiraba me estaba ahogando. Caí al suelo tosiendo sin parar, los ojos me pesan y me faltaba aire. Caí rendida al suelo, lo ultimo que vi fueron las llamas esparciéndose por todos lados hasta que mis ojos se cerraron.

Oscuro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora