- Lo juro por mi preciada colección de películas de Disney. - puse una mano en mi corazón. - No fui yo, alguien quiere incriminarme.
- Claro, igual que la vez que hiciste explotar las tuberías.
-Pero...
- Al igual que la vez que pusiste tachuelas en mi asiento y ... - el Director continuó enumerando todas y cada una de las bromas que había hecho. - Según tú, todas esas veces alguien quería incriminarte también, ¿no?
- ¡Sí!, digo no... Espere, es en serio, tiene que creerme. - lo miré suplicante. - No fui yo y sé exactamente quién fue.
- ¿A sí? - el Director alzó las cejas divertido. - ¿Quién fue? ¿A caso fue Dracula? ¿El chupacabras?
- Leopardo, digo, Leonardo Jones. - el Director detuvo sus burlas y me observó fijamente.
- El jóven Jones, es un estudiante único, muy brillante debo decir. Estoy más que serguro de que él no tiene nada que ver en esto. - dijo recostandose en su asiento. - Y que el destino me envie una señal si me equivoco.
El espaldar de la silla rodante donde estaba sentado el Director se rompió, haciendo que este cayera de espaldas.
- Ahí lo tiene. - sonreí.
- Eso. - dijo levantándose, haciendo sonar cada uno de sus huesos. - No cuenta cómo señal. Esa silla tenía más años que una momia...
Y de repente, uno de los cuadros que colgaban en la pared de la oficina, cayó justo frente al Director.
O aquí había algún espirítu buena gente o el destino realmente le estaba enviando alguna mistica señal al Director.
Enarqué una ceja mientras lo observaba.
- ¡Quiero a Indiana Jones en mi oficina, ahora!- gritó el Director a la secretaria.
Esta lo miró con cara de póker.
- Leonardo... - corregí.
- ¡Quiero a Leonardo Jones en mi oficina, ahora! - la secretaria asintió y se marchó.
(...)
- ¿Me buscaba, Director Domenech? - preguntó el Sr. Amargado entrando en la oficina.
- Tome asiento. - ordenó el Director señalando una silla a mi lado.
Yo como la persona madura que era, me levanté del asiento y moví mi silla, alejándola varios centímetros del Sr. Amargado.
- No quiero que se me pegue la amargura de este hombre...- dije aclarando la situación.
- Joven Jones, ¿qué estuvo haciendo hoy a las 12:45 p.m.? - preguntó el Director ignorando mi comentario.
- Estuve haciendo labores comunitarios. - respondió tranquilo.
- ¡Mientes! ¡Tú estabas en el desmadre que se armó! - grité señalándolo.
- Eso no es cierto. - habló con tono calmado. - No quiero acusar a nadie pero yo creo que esta chica intenta incriminarme para esconder su sentimiento de culpa. - apreté mis manos en puños.
- ¡Mentiroso de quinta! - grité lanzándole la toalla mojada y sucia que aún tenía sobre mis hombros.
- ¡Annika! ¡Respete a su compañero! - el Director me miró con advertencia y revolee los ojos.
- Sí, Annika, respéteme como yo la respeto a usted.
- ¡Yo te enseñaré respeto! - dije antes de golpearlo con mi mochila.
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Señorita Disney
HumorAnnika Scott, mejor conocida como Señorita Disney. Definitivamente ama Disney. Bromista. Infantil. Habladora. Leonardo Jones, mejor conocido como Señor Amargado. Definitivamente no es un príncipe. Gruñón. Aguafiestas. Bromista encubierto. Annika...