Odiaba los lunes. Realmente los detestaba, los aborrecía, simplemente los odiaba. Y es qué, ¿quién no odia los lunes? Y todo se complicaba si, además de ser lunes, tu cara aparecía nuevamente en la portada del periódico escolar.
<<Chica es enviada a Hospital Mental, rumores afirman que habla con los espíritus.>>
Ingenioso.
Los títulos se superaban cada vez más. Observé fijamente mis pies, mas bien las zapatillas azules que me estaban matando lenta y dolorosamente. Y a pesar de que las odiaba, eran las únicas que tenía que combinaban con mi vestimenta: una falda azul y una camisa blanca con la cara de Mickey Mouse. ¿Y por qué no ponerme también un lazo azul en el cabello? El era el causante de que mi cabeza se fuera de un solo lado a cada rato por culpa del peso.
Probablemente mi cara de enojo me hacía parecer un troll. Un troll moribundo.Lo peor de todo era que no sabía ni siquiera por qué estaba enojada. Tal vez porque era lunes, o porque la vida me odiaba y mi suerte daba asco. Tal vez era porque era lunes, la vida me odiaba y mi suerte daba asco. Sí, un problema triple.
- ¿Qué tal todo, Annika? - escuché preguntar a Zack. Él, Abril y yo, estábamos almorzando en la cafetería.
- ¿Qué tal todo? - repetí intentando parecer pensativa. - Bueno, mis sandalias intentan asesinar a mis pobres y míseros pies, el lazo que tengo en la cabeza pesa más que un dinosaurio, y una mosca acaba de caer en mi limonada. - dije observando la mosca que nadaba libremente en mi vaso. Y juro que sólo por un momento la vi treparse sobre un hielo y saltar a la limonada nuevamente como si fuera una nadadora experta y estuviese haciendo el mejor clavado de su vida.
- Déjala, está en periodo. - dijo Abril y la fulminé con la mirada.
Eso no era cierto.
Zack asintió comprensivo. - Tengo chocolates en mi mochila, por si quieres. - ofreció.
- Lo sé, ya me los comí. - dije mostrándole las envolturas que tenía escondidas en mi mano.
Me miró como si le hubiese dicho un mal chiste, pero no me dijo nada y continuó hablando con Abril sobre lo asombroso que era comer galletas oreo con leche.
Un tema muy interesante...
Cuando otra mosca cayó sobre mi limonada, entendí que la vida me odiaba. Suspiré fuertemente, pareciendo una aspiradora con problemas técnicos.
- Annika, ¿por qué no caminas un poco por la preparatoria? Tal vez así te animes. - sugirió Abril.
- ¿Si quieres te acompaño? - miré a Zack y me encogí de hombros.
- ¿Vienes? - le pregunté a Abril mientras me quitaba las sandalias asesinas y las guardaba en mi mochila.
Sí, iba a caminar descalza por toda la preparatoria.
- No, iré a hablar con el maestro de ciencias. Mañana tengo examen y lo único que sé es que el examen probablemente esté relacionado con la ciencia. - revolee los ojos. - ¿Como que apesta, verdad? - dijo olfateando insistentemente. - Ah, está bien, son tus pies.
Entrecerré mis ojos y Zack comenzó a reír tanto que pequeñas lágrimas escaparon de sus ojos.
Estaba considerando hacerme un tatuaje. Un tatuaje que dijera:
"Mi amiga es una idiota.
PD: La odio."Pero como era pobre y no tenía dinero para eso, probablemente terminaría escribiéndome esa frase con un marcador.
Abril se despidió y Zack y yo comenzamos a caminar.
Un pingüino.
Mi caminar era igual al de un pingüino con espasmos.
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Señorita Disney
HumorAnnika Scott, mejor conocida como Señorita Disney. Definitivamente ama Disney. Bromista. Infantil. Habladora. Leonardo Jones, mejor conocido como Señor Amargado. Definitivamente no es un príncipe. Gruñón. Aguafiestas. Bromista encubierto. Annika...